Día de partidas en Antebellum

Saludos a todos, damas y caballeros.

Cuando estuve desterrado en el desierto conocí un blog maravilloso, Hielo y Acero, que me hizo recuperar con mucha más fuerza la ilusión por el hobby al que me había reenganchado un año antes. Ya de vuelta en España me acerqué por el club de Víctor, por entonces Ludere, que además estaba en mi ciudad natal. Me hice socio y eché muy buenos ratos allí, jugando una liga de Blood Bowl, aprendiendo a jugar a Infinity y descubriendo Necromunda, al que extrañamente nunca había jugado. Después aprobé la oposición, tuve que volverme a Madrid, y dejé de ser socio del club, que se había reconvertido en Antebellum. Pero cada vez que paso por Almería me acerco todo lo que puedo a jugar, gracias a los buenos amigos que me invitan pese a no ser socio ya (digamos que soy friki libre asociado)

Ahora que por fin podemos movernos entre comunidades y he podido volver a mi tierra, pasé ayer por Antebellum para echar un par de partidas a Fantasy, en el marco de una campaña que estamos jugando siguiendo las reglas de campaña de quinta edición, que me parecen de las mejores. Yo llevaba No Muertos y jugué contra Enanos (cómo los odio) y Khemri. 

La campaña impone una serie de restricciones a la hora de diseñar los ejércitos: son de 1500 puntos pero a no ser que dispongas del territorio adecuado, solo puedes incluir un personaje y un hechicero (nivel 1), una única máquina de guerra y hasta 50 puntos en objetos mágicos. Yo tenía un santuario, que me permitía incluir una hechicera de nivel 3 (Chantal, suponemos que en una fase todavía temprana de su historia), un pueblo para meter un héroe adicional, y una ruta comercial para meter otros 50 puntos en objetos mágicos.

La primera partida fue contra los enanos de Fer, quien tenía dos herreros rúnicos, uno de ellos particularmente interesado en meterle mano a Chantal. Además tenía cuatro bloques de infantería (dos de guerreros del clan, martilladores y matadores), un cañón órgano y una unidad de ballesteros. Yo por mi parte me presenté con Chantal, Carol (nigromante de nivel 1), un señor tumulario, una unidad de esqueletos, una de zombis, dos de necrófagos, una de tumularios, una de hueste espectral y Elena, la hermana de Chantal, que es una doncella espectral.

Foto del despliegue

En campaña, cada uno apuesta un territorio (Fer y yo apostamos un pueblo cada uno) y se genera uno nuevo, que resultó ser una mina de oro. Jugar contra enanos ya es jodido cuando dependes de la magia, pero si encima el botín es una mina de oro, para qué quieres más.

Esta partida se vio caracterizada por dos cosas: primero, Fer superó todos los chequeos de L que tuvo que hacer (y fueron unos cuantos); dos, no conseguí colar ni un hechizo. Teniendo esto en mente, vi que el centro lo tenía complicado, pero los flancos podía ganarlos, más cuando Fer redirigió una de sus unidades del flanco hacia el centro. Para el turno tres o cuatro la cosa pintaba así:

Matadores muriendo a la derecha, tumularios "muriendo" a la izquierda

Los matadores habían sido emboscados por la hueste espectral y los necrófagos, y encontraron la muerte que buscaban. En el otro flanco, los zombis acabaron con los ballesteros (de alguna forma consiguieron recorrerse la mesa y sin danzas macabras, una auténtica proeza) y el cañón órgano explotó. No obstante, en el centro la cosa efectivamente fue en mi contra, pues el combate entre guerreros del clan y esqueletos se resolvió lenta pero inexorablemente a favor de los guerreros del clan sin tener apenas magia para reponer los esqueletos caídos, y el duelo entre martilladores y tumularios también cayó, como era de esperar, del lado de los enanos.

Es posible que pudiera haber arañado puntos para un empate en el momento en que una unidad de guerreros del clan cargó a los necrófagos de mi flanco derecho, les hizo huir, y al perseguirles se quedaron dando la retaguardia a una unidad de hueste espectral. No obstante, los cabrones de los enanos superaron el terror y los chequeos de desmoralización que tuvieron que hacer, por lo que no pude acabar con esa unidad y sufrí una derrota.

Mención especial al intento de violación que sufrió Chantal a manos del herrero rúnico. Evidentemente, no consiguió su propósito. Muchos quieren llevarse a Chantal al huerto, pero nadie lo ha conseguido hasta el momento.

"Contigo no, bicho"

La segunda partida fue, como digo, contra los Reyes Funerarios de Yoshi. En este caso volvimos a apostar cada uno un pueblo y salió un círculo de piedras, que permite meter un hechicero de nivel 1 adicional. El ejército con el que me presenté fue el mismo, cambiando la doncella por un espectro. Por su parte, Yoshi tenía un Príncipe Funerario en carro al mando de una unidad de tres carros, un sacerdote funerario (su hierofante), dos unidades de veinte esqueletos, una de caballería pesada, un lanzacráneos, 4 ushabtis y un golem escorpión.

Despliegue contra los Reyes Funerarios

Un duelo entre No Muertos puede ser bastante cansino, pero en principio los Condes Vampiro tienen ventaja frente a los Reyes Funerarios por dos motivos: en primer lugar, pueden aumentar el número de zombis y esqueletos por encima del inicial en una unidad. En segundo lugar, pueden crear unidades nuevas. En esta batalla yo iba a dominar claramente la magia, pero tuve mala suerte y a Chantal le tocaron hechizos poco útiles. Concretamente no tenía Danza Macabra, que es bastante importante. Así que mi dominio mágico, aunque fue un punto a mi favor, no lo fue tanto como lo habría sido de tener la Danza o la Mirada de Nagash.

Como se ve por la foto del despliegue, el flanco derecho en principio lo tenía a mi favor, el izquierdo muy en contra, y el centro habría que disputarlo. No obstante, Yoshi maniobró inteligentemente y alejó a los caballeros de ese flanco, llevándolos al centro y creando superioridad allí. Eso hizo que tuviera que invertir muchas Invocaciones de Nehek en intentar marearlos para que no cargaran por el flanco a mis unidades trabadas, y también que la hueste espectral tuviera poca influencia en la batalla, al haberse quedado lejos de Chantal y por tanto no poder marchar.

Eso se puede ver en esta foto, donde mi flanco derecho no aparece, y donde tuve que invocar unos zombis rápidamente para que la caballería esquelética no cargara por el flanco a mis tumularios. El combate de la derecha estaba a mi favor y a la larga conseguí ganarlo, pero en el de los tumularios contra los esqueletos, el sacrificio de los necrófagos no fue suficiente para detener a los ushabti, quienes acabarían cargando por el flanco a mis tumularios antes de que éstos tuvieran tiempo de destruir a los esqueletos con los que estaban trabados. Por otra parte, los carros destruyeron a los zombis sin demasiado esfuerzo.

Eso acabó llevando a una situación graciosa en la que Chantal se quedó sola frente a los carros. Yoshi ya se relamía pensando que iba a cobrarse la rubia y desvariada cabecita de Chantal, pero entre ella y Carol invocaron fácilmente treinta zombis, interponiéndose entre el Príncipe funerario y la nigromante de Stirland. Ahora a su Príncipe lo conocen como "El Matazombis"... lo cual no tiene mucho sentido, la verdad.

La partida terminó de decantarse a favor de Yoshi cuando la carga combinada entre ushabtis y el golem escorpión, que tardó en salir pero se comió a Carol en el proceso, causó una tremenda matanza entre mis esqueletos. Había confiado en resistir con los esqueletos y después joder a los ushabti con la hueste espectral, pero la actuación de los constructos fue estelar y la unidad resultó prácticamente barrida. Con eso se acabó el juego.

No veas la que liaron los jodidos Ushabti

En definitiva, una muy buena tarde con los colegas dándole al Fantasy, ahora que se puede, mientras se pueda. Al final todo pasa, pero Fantasy permanece. Y eso es una buena cosa.

Hasta la próxima!