Selecciona juego

miércoles, 17 de marzo de 2021

A mayor gloria de Myrmidia: Trasfondo de la Familia Wallenstein

Saludos a todos, damas y caballeros.

En la entrada que publiqué hace unas semanas sobre mi Proyecto Imperio, dije que quería que el ejército fuera esencialmente un ejército estatal, liderado por un comandante y no por cosas un poco más esotéricas como un hechicero o un archilector. También avancé algunas líneas del Trasfondo de este señor, como que sería un adorador de Myrmidia cuya familia tendría ramificaciones en Estalia y Tilea.


Lo que os traigo hoy es precisamente ese Trasfondo, ya no tanto del tío en cuestión, que también, sino de su familia en general. Confieso que me he inspirado en buena medida en el tratamiento que Helios hace de su ejército bretoniano, basado en torno a la familia Devance, como se ve en esta entrada. Su Trasfondo es muy representativo de lo que sería una familia noble de la Edad Media, y yo quería hacer algo parecido con un toque más renacentista, que caracteriza al Imperio. Es, por tanto, la caracterización de una familia que perfectamente podría ser una familia noble o acaudalada del siglo XVI de nuestra Historia. De hecho, el nombre en sí es de nuevo un homenaje, en este caso a Albrecht Von Wallenstein, quien fue uno de los grandes generales del bando católico en la Guerra de los Treinta Años (un poco posterior al Renacimiento, pero bueno, me gusta el apellido)

El Trasfondo me sirve también como justificación narrativa de lo que pienso ir metiendo en el ejército imperial, como veréis cuando se explique la relación de la familia Wallenstein con las diferentes instituciones del Imperio. Y sin más, os dejo con ello. Espero que os guste.

TRASFONDO DE LA FAMILIA WALLENSTEIN

La familia Wallenstein es una de las más conocidas entre la nobleza rural de Averland. Su fortuna procede de la cría de caballos y el cultivo de vino, y aunque no es particularmente elevada para los estándares del Condado, es mucho mayor de la que poseen la mayoría de familias nobiliarias de los Condados menos ricos del Imperio (es decir, prácticamente todos los demás). Esto hace que tiendan a ser mirados con envidia por parte de las casas nobles de otras regiones, si bien no es la única causa por la que el apellido Wallenstein inspira recelo más allá de Averland.

Los orígenes de esta familia se encuentran en el Condado perdido de Solland, de donde huyeron tras su devastación por parte de Gorbad Garra´ierro en el año 1707 para asentarse en Averland y, en menor medida, en Wissenland. Los nobles de Solland siempre han sido mirados por encima del hombro en el Imperio dado que algunos consideran que no fueron capaces de evitar una de las catástrofes más terribles que ha sufrido el Imperio en su larga Historia, pero en el caso de los Wallenstein esta desconfianza se ve reforzada por el hecho de que ya desde entonces han tenido estrechos lazos con Estalia y Tilea, construidos a base de alianzas matrimoniales, lo que les convierte en sospechosos de ser demasiado poco imperiales. Esto no les supone un problema en un Condado tan cosmopolita como Averland, el cual de hecho recibe mucha influencia de Tilea y por tanto los Wallenstein no son una excepción, pero es otro factor que les hace ganarse el desprecio pocas veces disimulado de los nobles de otros condados, particularmente los nórdicos.


Esto no preocupa demasiado a los Wallenstein, que saben que sí son bien recibidos en la Corte de Averland, lo cual no se debe tanto a sus riquezas, que se ven superadas por las de muchas otras familias en Averland, sino a su capacidad militar. Aunque naturalmente honran a Sigmar como el dios patrón del Imperio, los Wallenstein son grandes patrocinadores y devotos del culto a Myrmidia dentro de Averland, y es habitual que muchos de ellos pasen algunos años estudiando las disciplinas propias del culto en Tilea y Estalia antes de alcanzar la edad adulta. Dentro de estas disciplinas, el arte de la guerra ocupa un lugar destacado, por lo que los Wallenstein son tenidos por grandes estrategas y líderes militares más que capaces por los Condes de Averland. Es muy raro que el Condado organice una expedición militar sin que haya al menos un Wallenstein entre los comandantes de las fuerzas.

El actual heredero de la rama de Averland es Leopold Wallenstein. Su madre pertenecía a la rama estaliana de la familia, por lo que, durante su juventud, Leopold pasó mucho tiempo formándose en Estalia, la patria de su madre, y en la ciudad tileana de Tobaro. Su vínculo con el Sur se ve reforzado por su matrimonio, concertado por sus padres, con una prima lejana suya de la rama familiar de Tilea. Esto hace que Leopold, pese a ser un firme defensor del Imperio, esté particularmente abierto a las influencias sureñas, tanto en lo que a la cultura se refiere (además del reikspiel, habla perfectamente el estaliano y el tileano) como en lo referente al ejercicio de la guerra.

De esta forma, los ejércitos comandados por Leopold suelen tener una cierta similitud con los ejércitos mercenarios de Tilea y Estalia. Pese a que la pica no es un arma que se use habitualmente en el Imperio, Leopold suele organizar su frente de batalla en torno a regimientos de piqueros, o lanceros cuando esto no es posible, bien apoyados por fuego de ballesteros o arcabuceros y por regimientos de alabarderos, aplicando de esa forma la doctrina imperial de los destacamentos. Tal como sucede en Estalia, tiene predilección por liderar a sus hombres a pie, y no tiene problema alguno en contar con integrantes de otras razas, como halflings, enanos o incluso ogros.


Los Wallenstein mantienen buenas relaciones con muchas otras instituciones imperiales, a las que es fácil ver en sus ejércitos. Dentro de las Órdenes Militares son grandes aliados de la Orden del Sol Llameante, con quien comparten credo, pero también de la Orden del Oso Negro, una organización local de Averland. En este caso se rumorea que la naturaleza de su amistad es más comercial que militar, dado que los caballeros del Oso Negro son notorios borrachos y quizá los clientes más destacados de los vinos de la familia Wallenstein, pero no por eso dejan de ser aliados importantes en el campo de batalla.

En cuanto a los Colegios de Magia, la fortuna de los Wallenstein ha permitido hacer importantes donaciones a los mismos, o como los ellos prefieren verlo, inversiones estratégicas. Esto es especialmente cierto para el Colegio de Jade, con quien los Wallenstein trabajan muy estrechamente. Por lo general, los Wallenstein contratan sus favores para que les ayuden en la cría de ganado y el cultivo de la vid, pese a lo cual es posible ver en sus ejércitos a hechiceros del Saber de la Vida con inclinaciones más belicosas. La familia también tiene buenas relaciones con el Colegio Luminoso, en especial desde que uno de sus miembros, Sebastian Wallenstein, llegara a alcanzar una posición de cierto poder en la Orden Blanca. Sebastian fue uno de los muchos hechiceros que murieron intentando impedir la huida de Ergrimm Van Horstmann, y tanto por agradecer su sacrificio como para recompensar el silencio de los Wallenstein respecto a este asunto, los hechiceros del Saber de la Luz suelen acudir al auxilio de los Wallenstein cuando éstos lo solicitan.

Desafortunadamente, el hecho de que un Wallenstein estuviera relacionado con Ergrimm Van Horstmann, aunque fuera de forma tangencial y como víctima del traidor, hace que la familia tenga que ser especialmente cuidadosa con los cazadores de brujas, quienes de todos modos no les tienen en muy alta estima por adorar a deidades extranjeras. Es por ello que, cuando un templario de Sigmar solicita acompañar sus ejércitos, los Wallenstein no pueden negarse en modo alguno. Afortunadamente para ellos, la incomodidad que sufren ante la presencia de los cazadores de brujas es recíproca, por lo que es extraño verlos entre sus tropas.


En cuanto a la Iglesia de Sigmar, el trato entre sus clérigos y la familia es simplemente formal. Los sigmaritas saben que los Wallenstein no son particularmente devotos de su dios, pero los respetan por su implicación en la defensa del Imperio, y la devoción de los Wallenstein por Myrmidia no les impide honrar a Sigmar como dios patrón de su país. Pese a que las altas esferas de la Iglesia de Sigmar, así como las Órdenes Militares más identificadas con Sigmar, no apoyarán de forma decidida a los Wallenstein, es posible ver en sus ejércitos a sacerdotes rurales de Sigmar que ejercen su magisterio en las villas controladas por la familia y que saben que, independientemente de su fe, los Wallenstein están tan dispuestos a morir por el Imperio como el mismísimo Gran Teogonista. La familia acepta con gusto la presencia de estos sacerdotes dado que su devoción siempre es útil para mantener alta la moral de las tropas, máxime teniendo en cuenta que muchos de los soldados son sigmaritas.

Finalmente, la relación de los Wallenstein con el Colegio de Ingeniería de Nuln es un reflejo de su propia naturaleza: por un lado, los Wallenstein forman parte de la nobleza rural y son, por tanto, bastante conservadores en lo que se refiere a su visión de la sociedad y la economía; pero, por otro lado, su actitud respecto a los asuntos bélicos es bastante abierta e incluso progresista, estando siempre encantados de explorar nuevas vías de hacer la guerra. Es por ello que los Wallenstein nunca han patrocinado el Colegio de Ingenieros de Nuln ni han estudiado en él (los pocos de la familia que han tenido inclinación por la ingeniería se han formado en Tilea), pero, dada su apertura de mente en las materias bélicas, cuando el Colegio de Ingenieros solicita a los Condes de Averland probar algún nuevo invento en el campo de batalla, los Wallenstein suelen estar entre los candidatos a integrar los cacharros del Colegio entre sus ejércitos.

2 comentarios:

  1. Gran comienzo para un proyecto narrativo que promete mucho. A través de los distintos personajes de la familia y sus allegados se pueden ir hilando una red de tramas e influencias que dan mucho juego literario. Como comentas así empecé yo con mis bretonianos, ¡y la verdad es que me estoy divirtiendo mucho escribiendo todo aunque sea solo para que lo lean unos pocos! Así que adelante, veremos qué tejemanejes esperan a los Wallestein.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias! Tus Devance están muy bien hechos, va siendo hora de meter otra familia en juego (aunque cronológicamente no pueden coincidir, pero bueno). En principio mi intención es que sea la historia básicamente de Leopold Wallenstein, pero quién sabe, lo mismo acaba habiendo más familiares por ahí honrando a Myrmidia y volando cosas a cañonazos.

      Eliminar