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miércoles, 8 de marzo de 2023

[Informe de batalla] El resplandor de los fuegos fatuos

Saludos a todos, damas y caballeros.

Finalmente, casi un mes después de la entrada y más de mes y medio después de haberla jugado, os traigo la última partida de la campaña "La pesadilla de una noche de invierno", librada entre el Clan Rikkens de Helios y mis valerosos soldados imperiales. Después de que yo arrancara un valioso y difícil empate a los ogros, y Helios los barriera cual rata pirata malvada, la noche de terror y violencia en la Hondonada de los Sueños culminaría con un enfrentamiento al amanecer entre skaven e imperiales, una batalla clásica y que tenía pinta de que iba a ser muy bonita.

El escenario que jugamos fue "Incursión al amanecer", que es una batalla campal normal pero con despliegue aleatorio. Precisamente lo que queríamos conseguir era representar una batalla precipitada en la que los dos ejércitos se encontraran de golpe el uno frente al otro sin saber muy bien qué cohone estaba pasando, y yo creo que nos quedó bien. Además, recuerdo que jugamos con las reglas para encuentros que habíamos usado en las dos partidas anteriores, y que tantos disgustos habían dado, especialmente a los ogros de Toni.

Para la batalla, Helios se presentó con esta lista:

  • Rikoukii Kiktir Tichek: maestro asesino skaven, bombas de humo, arma de cola, golpe decapitador, gema de obsidiana, jinete del viento oscuro (alfombra de Arabya), segadoras mortales.
  • Gaikii Katchek: caudillo, portaestandarte de batalla, Pabellón del poder
  • Sugenkii Maktchek: Hechicero, nivel 2. Obtuvo los hechizos ponzoña letal y golpe de gracia.
  • Tripulación de a bordo: 30 guerreros del clan con escudos, portaestandarte y oficial, bombardero de cubierta (lanzador de bombas nafta)
  • Vigilantes de la Costa: 15 corredores de sombras, hostigadores, hondas, oficial.
  • Adeptos de la Senda Tenebrosa: 13 acechantes nocturnos, estrellas arrojadizas, ungüentos venenosos, oficial.
  • Guerreros del Loto Esmeralda: 24 alimañas, grupo de mando completo, oficial con la Gema Negra de Gnar, Estandarte de Ashura, lanzallamas de asalto (lanzallamas Eshin)
  • Bestias de abordaje: 3 ratas ogro, 8 acechantes nocturnos.
  • Guerreros Sempkii de la Guardia Esmeralda: 12 ratamonjes guerreros
  • Barrecubiertas: cañón de bronce con munición de racimo

Mientras que yo llevaba a los mismos heroicos soldados que se habían enfrentado a los ogros:

  • Paola Spalletti, Águila de Myrmidia: archilector(a), Anillo de Volans, Escudo antihechizos, Piedra del amanecer, armadura de placas, libro de Sigmar.
  • Lucca Wallenstein: capitán, portaestandarte de batalla, Armadura de hierro meteórico, arma a dos manos, pistola, Estandarte del Grifo.
  • Maestro ingeniero, pistola de repetición.
  • Tercio de Remas: 24 lanceros, grupo de mando completo. Incluye un destacamento de fusileros.
  • Guardia de la fortaleza: 25 alabarderos, grupo de mando completo. Incluye un destacamento de fusileros.
  • Los vigilantes: 5 milicianos, pistolas, hostigadores.
  • Orden del Jabalí Dorado: 5 caballeros del corazón llameante, círculo interior, grupo de mando completo, Pabellón del Odio, oficial con Espejo de Van Horstmann
  • Los valientes medianos: 5 halflings, hostigadores
  • Los valerosos medianos: 5 halflings, hostigadores
  • Elegidos del Conde: 20 grandes espaderos con grupo de mando completo, Estandarte del Valor
  • La Brigada Brutal: 4 ogros imperiales, arma a dos manos, oficial
  • Ira del Sol: Batería de cohetes

Tras desplegar, tiramos los dados para ver quién comenzaba, y gané yo la tirada, comenzando mis imperiales.

Turno 1 familia Wallenstein

Mi despliegue fue un poco particular, saliéndome un ejército partido por la mitad en una especie de flanco rehusado que no había pretendido. Además, la batería de cañones quedó retrasada por las reglas de sabotaje de los Eshin, aunque tampoco importaba mucho. Mi intención era jugar sobre seguro intentando al menos asegurar un nuevo empate, por lo que me moví con calma en mi flanco izquierdo, adelantando a los caballeros...

Y en el otro lado saqué a los hostigadores para alante con intención de entorpecer el movimiento de los skaven todo cuanto fuera posible.

No tenía casi magia y no veía un carajo porque estaban casi todos los enemigos a más de 18 pulgadas, ergo el turno pasó rápido.

Turno 1 Clan Rikkens

Los espectros habían estado tranquilos en mi turno, pero en el turno skaven ya empezaron a moverse un poco, con un espíritu que cargó contra el flanco de los guerreros de clan.

El resto del ejército avanzó también con cierta cautela.

Después, el asesino usó sus estrellas mágicas chungas contra los ogros, aunque tuve suerte porque salió un número bastante bajo de disparos y solo causó dos heridas.

Tal como era de esperar, el espíritu se desvaneció por los bonificadores estáticos de los skaven sin haber llegado a hacer nada, más allá de dar un pequeño susto a alguna que otra rata. Ni tan mal, vistos los antecedentes de otras partidas.

Turno 2 familia Wallenstein

En mi flanco izquierdo adopté una postura más ofensiva, poniendo a los caballeros como elemento amenazante y llevando a los milicianos a lo loco para que cosieran a tiros al maestro asesino ese malaje.

Y así fue, pues en mi turno le disparé con las cinco pistolas. No aspiraba a matarlo, pero la verdad es que tuve una tirada para impactar suficientemente buena como para haberlo hecho... lo que se compensó con unas buenas tiradas por parte de Helios en la esquiva, así que, cuando se dispersó el humo, el cabrón del asesino seguía ahí.

Turno 2 Clan Rikkens

Contento por haber sobrevivido, el asesino se fue volando, aterrizando detrás de mis líneas. Supongo que porque no había tenido emociones suficientemente fuertes. El resto del ejército skaven siguió avanzando, un poco más cautelosamente en su flanco derecho para no quedar demasiado expuesto a las atenciones de mis caballeros.

En la fase de magia, y como forma de intentar librarse de esos caballeros, el hechicero lanzó el hechizo de ponzoña letal sobre los corredores de sombras. Lo consiguió, pero a costa de una disfunción mágica que le hizo perder unas cuantas ratas.

Bueno, había más de donde venían. Siempre hay más. Lo malo es que su sacrificio fue en vano, ya que los corredores no consiguieron hacerle nada a los caballeros. La historia con los ratamonjes fue diferente, ya que no dieron opción a que no sobreviviera ni uno de esos osados milicianos que habían osado disparar a su líder. La primera sangre llegaba así en el turno 2, lo que demostraba que la partida estaba siendo equilibrada.

Turno 3 familia Wallenstein

Llegados a este punto podía soltar el ataque que quería, que eran los caballeros al flanco de las ratas ogro. Helios las había dejado así supongo que confiando en que mi carga no llegara, pero al ser del corazón llameante, que me permite repetir un dado de carga, pude completarla.

Por otra parte, saqué de la unidad de lanceros a la archilectora, confiando en A) poder tener línea de visión hacia el asesino si me tocaba un proyectil mágico con el Anillo de Volans y B) desafiarle a un combate heroico en lugar de andar volando por ahí como un saltimbanqui, cohone ya.

En la fase de magia, el anillo de Volans género la tormenta de fuego, que suena a cosa bastante desagradable, con lo que Helios empleó sabiamente todos sus dados en ahorrarle ese mal trago a su asesino. Eso permitió que la archilectora lanzara plegarias para potenciarse de cara a un eventual combate futuro. En la fase de disparo, por su parte, los halflings consiguieron colarle una herida al cañón skaven. Bueno, ahí llevaba eso.

En la fase de combate, los caballeros masacraron a las ratas ogro, como era de esperar. Sin embargo, lo que los dados dan, los dados quitan, y el hecho de perseguir a través de un lago hizo que por una pulgada no solo no consiguiera atrapar a esas ratas sino que me quedara justo en la línea de visión de los ratamonjes. Mal asunto.

Turno 3 Clan Rikkens

Tal como cabía esperar, los ratamonjes no desaprovecharon esa oportunidad, y cayeron sobre el flanco desprotegido de los caballeros.

Además de eso, los acechantes nocturnos aparecieron de su emboscada y cargaron contra la batería de cohetes, y el maestro asesino hizo lo que tenía que hacer, cargando contra la archilectora.

En la fase de disparo, los corredores de sombras, que habían avanzado para cerrar el cerco sobre mi formación defensiva, empezaron a castigar mis destacamentos.

Por el otro flanco, el cañón intentó disparar, pero sufrió problemas y se quedó sin disparar ese turno y el siguiente. Le está bien empleado por intentar matar halflings, las criaturas más adorables y molonas de Warhammer Fantasy.

Tampoco importó demasiado: inmediatamente después, el lanzador de bombas nafta consiguió un impacto perfecto en todo el centro de la unidad de alabarderos...

Con previsibles y eróticos resultados. Como era de esperar, los alabarderos huyeron, y no les culpo. Tampoco tenían nada que hacer ahí y de hecho solo con haber distraído a la unidad de alimañas de 500 puntos, que no llegó a hacer nada en toda la partida, ya me valió.

Llegada la fase de combate, pasó lo que tenía que pasar. Los acechantes destrozaron a la dotación del lanzacohetes y arrasaron contra el ingeniero, al tiempo que los ratamonjes, pese a causar solo una baja, conseguían hacer huir a los caballeros.


Finalmente, el maestro asesino consiguió colar un golpe letal al Águila de Myrmidia, matándola en el acto. Por suerte, el pánico resultante no hizo huir a nadie.

Turno 4 familia Wallenstein 

Bueno, había sido un turno skaven muy, muy intenso, tanto que se podría decir que me había dejado sin esperanza de victoria. Mi mejor jugada posible pasaba por intentar sacar al maestro asesino de la mesa y que el pánico resultante causara una oleada de deserciones entre las ratas. No iba a ser fácil, pero había que intentarlo.

Para ello, cargué con la unidad tocha de lanceros contra el maestro asesino, quien aguantó y disparó con sus megaestrellas de la muerte mortal, causando un cojón de bajas. Su idea no era mala pues las reglas de enfrentamiento contra los Eshin te ponen un -1L en chequeos de psicología, con lo que tenía L7 para enfrentarme al pánico, pero la presencia del porta de batalla logró mantener el orden en las filas imperiales.

Además de eso, los caballeros se reagruparon, aunque no iba a servir de mucho, y avancé con ballesteros y grandes espaderos para meter un poco de presión en el centro. Demasiado tarde para eso. Sin magia y sin disparo, pasamos a la fase de combate, donde los acechantes nocturnos liquidaron, tal como era de esperar, al ingeniero...

Pero los lanceros consiguieron hacer huir al maestro asesino, gracias a que le desafié con el jefe de unidad y, aunque naturalmente murió, conseguí que no me hiciera un estropicio y me mantuviera intactos los bonificadores estáticos.

Turno 4 Clan Rikkens

Desafortunadamente para mí, el asesino se reagrupó, con lo que ahí acabó cualquier posibilidad de haber derrotado a esas malditas ratas. Skaven reagrupándose... que antitrasfóndico. Muy mal.

De hecho, no solo se reagrupó el socio ese, sino también las ratas ogro que habían sido desbandadas por los caballeros.

Mientras tanto, mis imperiales observaban a las ratas reagrupándose con cara de sospecha.

En fin. Sea como sea, los espíritus se reactivaron un poco, pues apareció uno que cargó contra los acechantes nocturnos. Además de eso, los ratamonjes cargaron también contra mis caballeros, tal como era de esperar. En la fase de magia, el hechicero consiguió colarles el hechizo de darles golpe letal, con lo que esos buenos caballeros ya sí que se iban a ir a la puta.

Igual que a la puta se fueron mis ballesteros cuando, en la fase de disparo, los corredores de sombras les hicieron un destrozo fino. Los halflings también sufrieron daño, pero ellos eran más valientes, con lo que resistieron.

Finalmente, la fase de combate entre los ratamonjes y los caballeros terminó sin sorpresas, con un único caballero superviviente diciendo que él se largaba de allí.

Al menos, el espíritu se portó y sacó a los acechantes nocturnos de la mesa, quienes también decidieron que ya habían hecho lo suficiente neutralizando la artillería y que nadie les había hablado de fantasmas ni cosa parecida.

Turno 5 familia Wallenstein

Los espíritus, que habían estado muy tranquilos en esta partida, comenzaron a animarse. El que acababa de hacer huir a los acechantes cargó a su vez contra los ogros...

Mientras que otro apareció contra los corredores de sombras, quienes una vez más superaron el chequeo de L en forma de terror. Sospechoso. En todo caso, viendo ahí una oportunidad de hacer daño si el espectro se portaba, moví rápido con los grandes espaderos.

En la fase de disparo, los dos halflings que quedaban mataron al lanzador de nafta. Bueno, una pequeña venganza.

En cuanto a los espíritus, el que había cargado contra los ogros consiguió causar una herida y con ello empatar el combate, mientras que el otro tuvo una actuación terrible, perdió el combate y se desvaneció.

Turno 5 Clan Rikkens

Dado que el espíritu trabado con los corredores de sombras se había desvanecido, éstos aprovecharon para situarse en el flanco de mis grandes espaderos, como era obvio. El maestro asesino también salió por ahí volando y cayó cerca de mis lanceros, listo para darles una rociada de estrellas ninja letales.

En la fase de disparo, los corredores no hicieron gran cosa, entre su escasa puntería y la chapa de mis grandes espaderos solo consiguieron que muriera uno.

La cosa fue muy distinta con las estrellas del maestro asesino, quien sí consiguió hacer un destrozo fino.

En combate, el espíritu consiguió cargarse a uno de los ogros, causándole dos heridas e igualando así el combate.

Llegados a este punto, la partida estaba más que decidida, y aunque todavía quedaba un turno, dado que habíamos jugado todas las partidas en el mismo día y en casa de Helios decidimos terminar para mitigar el inmenso gasto en family points que había realizado ese día.

Resultado: victoria skaven

Un buen final para la campaña. Para mis pobres imperiales no tanto, pero eso no resta nada de molonidad a la partida. Es probable que hubiera perdido igual incluso si mis caballeros llegan a atrapar a esas malditas ratas ogro, con lo que tampoco puedo lamentarme demasiado por ello, pero quizá eso me habría permitido colarme por la retaguardia del ejército skaven y haber hecho más de una cafrada... ya nunca lo sabremos. Sea como sea, esos caballeros, y el ejército imperial en general, exigen venganza...  estoy seguro de que pronto llegará la oportunidad.

¡Hasta entonces!

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