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jueves, 18 de julio de 2024

Operación Escudo Estelar

Saludos a todos, damas y caballeros.

Como he comentado en alguna entrada reciente, 2024 está siendo el año en que me estoy reencontrando con Infinity, algo que me hace mucha ilusión porque, como dije en esta entrada, para mí es posiblemente el mejor wargame que se haya hecho nunca. Y como los miembros del Troglablog formamos una especie de mente enjambre friki, lo normal es que cuando uno de nosotros se aficiona a algo los demás cuanto menos curioseemos de qué va el tema, que es la dinámica que da sentido a todos los grupos frikis que hay en el planeta.

Fornidson ya compartía mi pasión por Infinity, como se ve en las muchas campañas que hemos jugado y en los Hassassin que tiene y que enseñó hace unos cuantos años por aquí. Clavy también hizo alguna pequeña incursión con JSA, aunque en su caso fue más superficial. Y ahora han sido Malvador y Broltimer quienes se han interesado por el juego, el primero con Corregidor, el segundo con Yu Jing. Así que me pidieron que les enseñara, y como yo siempre estoy encantado de expandir la palabra de Infinity, me puse a ello.

Por supuesto, enseñar un juego no puede consistir simplemente en ponerse a ver reglas y ya está. Eso es una traición al propósito al que sirven los juegos, que es contar una historia. Tiene que haber una razón por la que la gente se lía a tiros, algo que te haga sentir que estás formando parte de un relato, no solamente tirando dados. Así que lo que os traigo es el primero de los dos relatos introductorios a las partidas que echamos para aprender y que van formando una pequeña historia entre nosotros. Espero que os guste.

OPERACIÓN ESCUDO ESTELAR

Aunque no son tan conocidas como los caravanserai haqqislamitas, la nación nómada también cuenta con sus propias estaciones orbitales donde las naves espaciales en tránsito entre sistemas de salto pueden detenerse, repostar, hacer reparaciones de emergencia y permitir un cierto entretenimiento a la tripulación antes de afrontar los rigores del viaje interestelar.

Uno de esos orbitales es NeoDurango, que fue construido por corregidoreños, en su mayoría mexicanos procedentes del Estado que da nombre a la estación. La política de integración cultural (y reproductiva) de la nación nómada hace que sea posible encontrar miembros de las tres naves nodrizas en NeoDurango, pero mantiene una fuerte identidad corregidoreña, lo que se percibe en su aprecio por la libertad y la independencia. A los ciudadanos de Corregidor no les gusta que nadie les haga preguntas de más, y por tanto ellos tampoco las hacen cuando una nave llega a atracar en sus muelles. Más allá de una somera revisión de la integridad estructural de la nave por parte de los Evaders, con el objetivo de garantizar que no supone una amenaza para la integridad del orbital, los alguaciles de NeoDurango nunca inspeccionan el cargamento de una nave mientras se mantenga dentro de la nave. Es por ello que el orbital es un sitio predilecto para piratas, contrabandistas, fugitivos o, simplemente, personas a las que no les gusten la burocracia y el papeleo.

Debido a su naturaleza de santuario y a su localización, NeoDurango fue visitado asiduamente por las fuerzas de la JSA, el Ejército Separatista Japonés, en su insurrección contra el EstadoImperio. Esos días ya han quedado atrás, pero sigue siendo frecuente ver naves japonesas atracadas en el orbital corregidoreño, en parte como agradecimiento a los servicios prestados en los días duros del alzamiento y en parte por la amistad que une a los nómadas con las naciones menores y, en particular, con el nuevo Japón independiente. Por ello, cuando la nave Monte Fuji llegó a NeoDurango, a nadie le llamó la atención.

O eso parecía. Porque, apenas un par de días después de la llegada de la Monte Fuji, otra nave se presentó en NeoDurango con intenciones muy diferentes. La cañonera Escudo Estelar, al servicio del EstadoImperio y el Ejército Invencible, se acercó a una distancia prudencial del orbital nómada y exigió a sus autoridades que le permitieran la inspección de la Monte Fuji, citando vagas razones de seguridad que probablemente no habrían sido admitidas en ninguna estación orbital, pero menos todavía en una tan independiente como NeoDurango, cuyas autoridades ni siquiera se dignaron a responder a los agentes de Yu Jing.

No obstante, si éstos no habían dado motivos más concretos se debía no a la arrogancia, sino a la necesidad. La inteligencia estadoimperial sospechaba que la Monte Fuji estaba siendo usada como tapadera para el tráfico de personas, concretamente ciudadanos yuchinos que habían sido expulsados de sus hogares al quedar situados en territorio controlado por la JSA en el alzamiento japonés y a los cuales los arteros Kuge habían vendido muchas veces como esclavos, pues la aristocracia industrial Kuge siempre sabe obtener ganancias de cualquier situación, por trágica que sea. Obviamente, el EstadoImperio se había propuesto rescatar a todos los ciudadanos que pudiera de tan aciago destino, encomendando la misión al Ejército Invencible, el defensor del pueblo yuchino. La Monte Fuji era una de las naves que habían identificado a través de las cuales se llevaba a cabo el terrible comercio de vidas humanas, y aunque no estaban seguros de que en ese momento sus bodegas estuvieran llenas de esclavos, no iban a contentarse con darse la vuelta y abandonar a sus conciudadanos a su suerte.

Todo ello llevaba a un inevitable conflicto entre los nómadas de NeoDurango y el Ejército Invencible. Los primeros habrían entrado ellos mismos en la Monte Fuji si hubieran sospechado que había esclavos dentro, pero no lo sabían y, a falta de ese conocimiento, no tenían más remedio que defender la autonomía de NeoDurango de lo que sería concebido como un acto de agresión injustificado por parte de una potencia rival. Por su parte, los soldados del EstadoImperio no podían decir la razón de sus exigencias sin comprometer la integridad de la misión y de sus propios ciudadanos, que podían ser ejecutados por los esclavistas de la Monte Fuji. Además, temían que el destino de esos esclavos fueran los infames laboratorios negros de Bakunin, en cuyo caso los nómadas de NeoDurango no serían desconocedores de la situación sino cómplices.

De esta forma comenzó el abordaje conocido en los archivos del Ejército Invencible como “Operación Escudo Estelar”. No ha quedado constancia de cómo lo llamaron los nómadas de NeoDurango en caso de que le dieran algún nombre concreto al incidente, pero uno puede imaginarse la cantidad de palabrotas por segundo murmuradas mientras las lanzaderas cargadas con valerosos soldados del EstadoImperio caían sobre ellos.

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Para la partida, Malvador y Broltimer, ayudados por mí, se enfrentaron entre sí a 300 puntos y 6 CAP en la misión "Superioridad", que está bastante bien para novatos, según mi humilde entender, porque tiene elementos tanto de tocar botones como de controlar terreno, y cambia los objetivos clasificados de "Supremacía" por tener un tío molón, llamado Key Ops en este caso, con vida. 

Malvador jugó con una lista de nómadas genérico, dado que aunque le mola Corregidor quería también probar otras tropas que no son de esta nave, particularmente los marspiders y los prowler de Bakunin. Los marspider en realidad son tropas de las que han sacado con refuerzos, pero creo que se los han dado a Bakunin. En cualquier caso, el auténtico héroe de la partida por su parte fue, como cabía esperar, un corregidoreño, concretamente el Evader con Spitfire AP, que se cargó a unos cuantos invasores estadoimperiales.

Por su parte, Broltimer jugó con el Ejército Invencible, pues tiene claro que quiere jugar sectoriales y de momento Invencible es el que más le está llamando la atención. Sé que si esto lo lee algún jugador veterano de Infinity existe la posibilidad de que se esté llevando las manos a la cabeza y pensando en el Ejército Inservible, y lo comprendo, pero para partidas entre colegas el ejército que se lleve es lo de menos. Además, como presume y con razón la comunidad de Infinity, no es la facción sino el jugador. Eso no quita para que haya facciones más fuertes que otras, pero no creo que jugar con Invencible sea condenarte a una mala experiencia de juego o a perder siempre.

Tanto es así que, de hecho, en esta partida fue Invencible quien se acabó imponiendo. Por un estrecho margen eso sí, 5-4, pero consiguió ocupar el orbital de NeoDurango e investigar la nave Monte Fuji. Se nos ocurrió que, para ver cómo continuaba la historia, Broltimer tirara 1D20: con pares, efectivamente habría encontrado a los esclavos que estaba buscando y los liberaría, pero con impares, la nave japonesa estaría llena de galletas y habría sido todo una trampa. Salió un resultado impar, lo que significa que los valerosos defensores del EstadoImperio habían sido engañados y arrastrados a un conflicto con los nómadas sobre la base de una información falsa.

¿Quién ha sido el responsable de semejante engaño? Eso es otra historia que contaremos pronto.

¡Hasta entonces!

4 comentarios:

  1. Se llama el Ejército Invencible y es malo. Qué cachondo.

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    1. Jajajajajaja efectivamente, parte de la "gracia" con ellos es que no están a la altura del nombre... cosa que, por otro lado, se podía intuir desde el minuto uno, cuando sí eran bastante potentes, ¡¡pero no invencibles!!

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  2. Como me ha gustado el trasfondo de esta partida. Estamos aquí por la historia.
    Me tenéis muy picadito con Infinity la verdad, me está salvando un verano movidito. Si no ya habría caído.
    Un abrazo
    (Serviorco)

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    1. ¡Muchas gracias! Ya caerás, no te preocupes. Un entusiasta de los wargames como tú no puede morirse sin haber probado este juego, cohone ya. Luego te gustará o no, eso ya cada cual, pero por lo menos echarle un vistazo a la Esfera Humana lo considero impepinable.

      ¡Pronto más! ¡Un abrazo!

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