Saludos a todos, damas y caballeros.
Cuando escribí esta entrada explicando mis motivos para enfrascarme en coleccionar un ejército de Biel-Tan, ya amenacé con hacer una continuación dedicada a la cuestión del esquema de color. Esto es algo que tampoco resulta del todo necesario: los esquemas de color se eligen porque gustan, porque son fáciles de aplicar, o por nostalgia pura y dura. En este caso, hay una combinación de los tres elementos.
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No me digáis que no es precioso... y encima táctico, probablemente |
Sin embargo, en este caso concreto hay una intrahistoria detrás que quizá pueda resultar curiosa a alguien, y que en todo caso creo que me gustará recordar de aquí a unos años. Así que aquí va la entrada.