[Informe de Batalla] Sangre y Gloria: el monolito

Saludos a todos, damas y caballeros.

A principios de año, Fornidson y yo presentamos la campaña/ escalada de pintura Sangre y Gloria, donde los señores del Caos Trifón y Khornelissen reeditarían el enfrentamiento que tuvieron hace unos años en el Camino a la Gloria del primero. La idea era pintar cada trimestre unos 500 puntos de Caos y al final del mismo echar una partida con lo que hubiéramos pintado, siguiendo las reglas de Warhammer Reforged.

Campaña patrocinada por Dave Gallagher. Como todo el blog en general.

Lo de pintar 500 puntos lo cumplimos, pero evidentemente no pudimos jugar la primera partida al final del primer trimestre. Ahora que Nurgle parece que ya no tiene tanto interés en sabotear cosas, hemos quedado Fornidson y yo para jugar esa primera partida a 500 puntos. Como podéis imaginar fue muy rápida y sin mucho misterio, pero me comprometí a traer los informes de batalla de las partidas que fuéramos jugando, y es lo que hago.

Veronique observó el horizonte. Desde que llegara al monolito, uno de los límites informales del territorio controlado por el ogro Moog, había estado esperando a que sus enemigos decidieran presentar batalla. Sabía que aparecerían: su presencia allí era un desafío a la autoridad del paladín ogro, un desafío que no podría obviar.

Durante diez días con sus noches esperó. La sangre le hervía en las venas, y el ansia de batalla era tal que apenas podía contenerse para evitar decapitar a los gors que la acompañaban. Día tras día mandaba al carro de su hueste a recorrer los terrenos cercanos para ver si divisaba la hueste enemiga, y día tras día sentía la frustración de saber que ninguna partida de guerra se encontraba cerca. La ira en su corazón era un torrente desbocado, pero no encontraba víctimas en quien descargarla.

Hasta que finalmente aparecieron. Pocos, pero poderosos: junto a Moog y su escolta, un inmenso gigante se elevaba entre los árboles. Veronique sonrió y entonó una plegaria de agradecimiento a Arkhar el Sabueso. La espera había valido la pena.

Efectivamente, como indica el Trasfondo esta partida se libra en las inmediaciones de un monolito, el elemento central del terreno. Decidimos darle tanto al monolito como a un pantano cercano reglas que había en el Manual de Campo para Generales para terreno de ese tipo, de forma que al inicio de cada turno tiraríamos en la tabla para ver qué sucedía. Por lo demás no había más reglas especiales, y jugábamos en una mesa de 120x120.

La mesa, con el tapete ancestral de GW

La lista de Khorne era la siguiente:

• Veronique: Paladín del Caos, arma hechizada, armadura carmesí de Dargan
• Los amantes de la matanza: 20 gors con dos armas de mano, grupo de mando completo
• Las ruedas de bronce: Carro del Caos con marca de Khorne
• Total: 493 puntos

Mientras que la del Caos Absoluto de Fornidson era:

• Moog: Paladín ogro del Caos, armadura del Caos, arma a dos manos, Icono de Grandeza, Amuleto Ámbar, marca del Caos Absoluto.
• Los Machacadores: 3 ogros del Caos con arma a dos manos, armadura del Caos, campeón, portaestandarte y Tótem de la Muerte
• El Hambriento: Gigante
• Total: 501 puntos

Las listas no son totalmente legales (la mía menos), pero bueno, ya sabemos que los reglamentos son simples directrices.

Vemos el despliegue de Khorne

Y el del Caos Absoluto. Efectivamente, todo muy rápido y sencillo.

En cuanto a la partida, gané la tirada y decidí empezar. El primer turno el monolito se desvió un poco de su posición (puede volar!!) y del pantano salió una nube de moscas que no tuvo mayor efecto. Naturalmente avancé con todo pa alante, que pa algo soy de Khorne. Fornidson, por su parte, fue posicionando sus unidades para ir recibiendo mis cargas o preparar las suyas.

Así quedaron las cosas al final del primer turno

En el segundo turno comenzaron las tortas. Rápido y directo. Después de que el monolito no hiciera nada destacable y del pantano salieran unos tentáculos que intentaron infructuosamente dañar a Veronique, mi carro cargó contra Moog y sus colegas. Además, preparé a las cabras para recibir la inevitable carga del gigante.

Mi carro no estuvo particularmente inspirado: apenas causó dos impactos por carga. No obstante, una actuación estelar de los aurigas arregló parcialmente el desaguisado, causando cinco heridas en total a los ogros y por tanto matando a uno y dejando a otro con una herida. Pese a ello, entre Moog y los otros dos ogros repartieron tal somanta de palos que le quitaron al carro sus cuatro heridas, reduciéndolo a astillas.

Era un suicidio, pero a Khorne no le importa de quién es la sangre derramada

En el turno de Fornidson, cargó con sus ogros a Veronique y con el gigante a las cabras. El gigante barrió con el garrote pero tuvo una actuación tan poco estelar como la del carro, causando apenas tres heridas, mientras que las cabras se portaron bastante mejor y consiguieron causar otras dos heridas al gigante. Perdió el combate, pero se quedó. Mientras tanto, el mundo se preparaba para un épico duelo entre Moog y Veronique... Pero no pudo ser, porque los ogros acabaron con Veronique gracias a los impactos por carga. Si, así es: la paladina de Khorne fue derrotada a barrigazos.

No sé si cargarte una paladina del Caos a barrigazos es totalmente épico o todo lo contrario

Ya en mi turno, el monolito decidió que era hora de potenciar la fiesta y generó el efecto "aura de asesinato", que permite que cada miniatura cerca del mismo repita una tirada para herir. Esto no fue aprovechado por el gigante, que sólo consiguió matar dos cabras, pero sí por las cabras, que causaron tres heridas al gigante y le hicieron huir, quedándole una sola herida. Decidí no perseguir y en su lugar prepararme para la inminente carga de los ogros.

"Come at me bro!"

Quienes evidentemente cargaron. El jefe de unidad desafió a mi jefe de unidad, y el jefe cabra ganó el desafío, matando al ogro (era al que le quedaba una herida). Además, el resto de gors consiguieron colarle dos heridas al otro ogro, lamentablemente insuficientes para matarlo. En cualquier caso la actuación de los ogros fue bastante lamentable también, consiguiendo matar solo a tres gors, lo que provocó que perdieran el combate... aunque consiguieron quedarse. A todo esto, el gigante había conseguido reagruparse.

Un combate heroico...

El siguiente turno los gors perdieron el favor del monolito, que pasó a desviarse un poco más y terminó con el aura de asesinato. Quizá desmoralizados por esto, las cabras solo consiguieron causar una herida, mientras que los ogros se pusieron las pilas, matando a cinco cabras, derrotándolas y haciéndolas huir, con lo que terminó la partida.

... Que acaba mal para los gors

Moog dejó que los pocos gors que aún quedaban en pie huyeran. Estaba cansado y tenía hambre, así que prefería alimentarse de los restos de los caídos antes que salir en persecución de los que aún podían defenderse. En cualquier caso, ya no eran una amenaza.

Arrancó la pierna de uno de los gors muertos y empezó a devorarla, mientras hacía un esfuerzo por "pensar". Creía que recordaba a aquella humana a la que había derrotado. Estaba casi seguro de que no era la primera vez que la veía. Desde luego, eran muchos los paladines de los dioses a los que se había enfrentado, no podía ni quería recordarlos a todos. Pero había algo en aquella mujer que, por alguna razón, le resultaba especial...

Fue al cuarto o quinto bocado cuando consiguió recordar. Desde que llegara al Norte nunca podía tener la certeza de que las ideas y recuerdos procedieran de su propio cerebro o de otra mente, pero no le importaba demasiado. Aquella guerrera era la lugarteniente de Khornelissen, el único que había conseguido derrotar a Trifón en su peregrinación por los Desiertos. El paladín de Khorne había perdonado la vida de Trifón en aquel día... Pero había jurado arrebatársela más adelante. 

Y parecía que ese día había llegado.

Espero que os haya gustado. Si todo va bien, a final de mes colgaremos la partida del segundo trimestre, ya a mil puntos. Hasta entonces, aprovechad la retirada de Nurgle!