Selecciona juego

lunes, 14 de febrero de 2022

Las Tierras del Sur

Saludos a todos, damas y caballeros.

He estado sin publicar unos pocos días más de lo normal, lo cual no quiere decir que haya estado alejado del hobby. De hecho, se han mezclado varios factores para ello, entre los cuales destaca que haya retomado el Warhammer Total War II para una campaña muy entretenida con los Hombres Lagarto de las Tierras del Sur, y el que algunos de los colegas de mi grupo de juego en Madrid haya redescubierto Warhammer Fantasy. De hecho, parte del efecto que eso ha tenido lo pudisteis ver en este relato. Pero hay más, mucho más.

Imagen de Kazumasa Uchio

Como somos unos dementes amantes del Trasfondo y de lo narrativo, para nosotros un aumento de hype por un juego no se traduce en un estudio más intensivo de las reglas del mismo o en una mayor compra de miniaturas (ya tenemos un cojón en realidad), sino en la planificación de las historias de infamia, traición y heroísmo que vamos a contar. Gracias a eso, hemos ido creando un cierto "universo propio" dentro del mundo de Warhammer, con personajes como Chantal y rivalidades épicas como la que enfrentó a Martin Khornelissen y Trifón. También, aunque esta iniciativa pertenezca a otro grupo de juego, espacios narrativos como las Regiones Devastadas.

Lo que os voy a contar hoy tiene más que ver con esto último, aunque con un nivel de detalle menor, pues no es fruto de un proceso reflexionado y bien definido como han sido las Regiones Devastadas sino más bien de un impulso que tiene que perfilarse. En todo caso, espero que os guste.

El mundo perdido

Comencemos por el principio, por las ediciones Oldhammer. Una época que yo no viví, pero que he conocido a posteriori y de la que me gustan muchas cosas. Una de ellas es que, en las primeras ediciones, el mundo de Warhammer era mucho más amplio. Ya no solamente había miniaturas para zonas remotas como Nippon o Arabia, sino que había un Trasfondo aceptablemente definido para ellas, y muchas campañas se ambientaban en esas tierras. Se puede argumentar que tampoco son conceptos muy originales, al fin y al cabo Nippon es Japón con una "p" adicional, a Arabia ni le cambiaron el nombre, y su Trasfondo es un remedo de conceptos mitológicos occidentalizados de esas zonas. Es cierto, pero eso también se aplica al Viejo Mundo, donde tampoco hay nada que sea demasiado original.

Si tomamos como ejemplo este artículo, y el delicioso mapa que lo encabeza, vemos que el mundo es amplio y que muchas campañas se juegan en partes que no tienen nada que ver con el Viejo Mundo. Lustria se lleva mucho protagonismo con "The Magnificent Sven" (cuyo nombre, de hecho, debería hacer reflexionar a los que consideran que Warhammer es un mundo sobrio, épico y sin sentido del humor) y otras, pero también hay campañas o escenarios como "Los Incursores Dolgan" que se ambienta en lo que posteriormente serían las Estepas Orientales. Esta tendencia se mantendría durante tiempos más recientes en los que el Trasfondo estaba más definido, como el mítico escenario de "La Batalla por la Tumba de Anurell", que se libraba en la Llanura de los Huesos, dentro de las Tierras Oscuras.

Precioso mapa, ojo a la fortaleza de Vorag por ahí

Existe una cierta línea de pensamiento que considera que la muerte de Warhammer Fantasy era inevitable como consecuencia del estancamiento al que había llegado, donde toda opción narrativa había sido explotada hasta la saciedad y no quedaba espacio alguno para crecer. La contraargumentación es que eso podía ser cierto para el Viejo Mundo, o para una parte muy concreta del mismo, pero seguía quedando mucha parte del mundo de Warhammer por explorar. Incluso dentro el Viejo Mundo naciones como Estalia o Tilea estaban muy poco explotadas, pero más allá, perfectamente se podía profundizar mucho en zonas como Arabia, Ind o Catay. De hecho, GW ha acabado dando la razón a este argumento al sacar Catay en el Warhammer Total War III, y quién sabe si The Old World irá por ahí, como se ha especulado.

Para un amante de lo arábigo como yo, esto es sexy a más no poder

Eso ya lo veremos cuando toque. De momento, lo que nosotros queremos hacer en nuestro grupo de juego, de forma más o menos deslabazada y sin ningún plan prefijado, es precisamente explorar una de esas zonas que quedaron inexploradas: las Tierras del Sur.

Welcome to the jungle

Lo bueno de las Tierras del Sur es que, aparte de ser sureñas y por tanto mejores (y hasta aquí mi cuña obligada de orgulloso caballero andaluz), realmente permite una interesante variedad de zonas donde ambientar partidas, campañas e historias. Pongo el mapa para que se vea lo que quiero decir:


Lo tengo que poner en inglés porque no lo he encontrado en castellano con buena resolución. En esencia, las Tierras del Sur son todas esas junglas que se extienden en el continente hasta llegar a la Fortaleza del Amanecer de los elfos en el extremo sur. Sin embargo, el norte de la zona es un sitio bastante sexy: al oeste de las Montañas del Fin del Mundo hay una zona de lo que asumo que será sabana, en la Llanura de los Colmillos y probablemente también en los monolitos de las Cabezas de los Muertos (un nombre muy evocador), y después entra el desierto de Arabia, con antiguas ruinas élficas y ciudades como El-Kalabad o Ka-Sabar. Esta última seguro que es bien conocida por cualquier coleccionista de no muertos, pues allí es donde nació Abdul Ben Rachid, quien escribiría el Libro de los Muertos tras contemplar la obra del Gran Nigromante en la Tierra de los Muertos. Por su parte, al este de las montañas se encuentran localizaciones emblemáticas, sobre todo para no muertos y hombres lagarto, como el Templo de las Calaveras, Rasetra y, un poco más al norte, las ruinas de Lahmia.

Como digo, esto ofrece una enorme variedad de motivos, historias y ambientes. Esto tendrá también su reflejo en mesa, pues uno de los elementos esenciales a la hora de desarrollar narrativamente una partida es, sin duda alguna, la escenografía que se está usando. Es curioso que, por defecto, todos tendemos a ambientar mesas en parajes del Viejo Mundo, y no sé hasta qué punto esto se debe a que es más fácil conseguir escenografía de este estilo (en lo arquitectónico y la vegetación) o hasta qué punto el hecho de que esta escenografía sea más fácil de conseguir se debe a que es más demandada. Sea como sea, tenemos la suerte de que Malvador es el Señor de los Mil Mundos, y tiene escenografía para desiertos, sabanas, junglas y lo que se nos ocurra. Cosa que reforzaremos cuando podamos, naturalmente. Os hablaré de ello en breve.

Mis elfos oscuros en una incursión en la Llanura de los Colmillos

El objetivo, al final, es recrear una ambientación de fantasía de un estilo más bien pulp, como el desierto de la película de Conan (que, de hecho, es Almería) o las junglas donde se ambientan parte de sus aventuras escritas, juntándose con dinosaurios, juntándose con un rollo árabe preislámico y con cierto africanismo de fantasía. Una interesante mezcla que ya veremos por donde sale. Especialmente escuchando esta canción en bucle.

Facciones en combate

Otro de los puntos fuertes de las Tierras del Sur es que encaja aceptablemente bien en casi todas las facciones que tenemos. En mi caso, los dos ejércitos que tengo en Madrid son elfos oscuros y no muertos. Los primeros tienen la ventaja de que quedan bien casi en cualquier parte, al ser una panda de incursores piratas, lo cual es especialmente cierto además para Anleith Seadrake, quien es un corsario. 

En cuanto a los no muertos, creo que son una facción que encaja especialmente bien y a la que tengo ganas de ver en estos ambientes. Chantal, pese a ser imperial, es una viajera incansable, y tiene su conexión con el mundo árabe en el hecho de que quien la inició en los misterios de la nigromancia fue precisamente una nigromante árabe. Ya dije en esta entrada que me gusta mucho lo arábigo y tiendo a usarlo, siempre que puedo, dentro del Trasfondo de mis no muertos. Así que es indiscutible que Chantal tiene mucho que decir en lo que a las Tierras del Sur se refiere, especialmente por la conexión con Arabia, pero también con los artefactos de poder de la jungla. Y, por supuesto, especialmente con Ka-Sabar.

Esto por lo que respecta a mis tropas. Pero los demás compañeros también pueden adaptarse con facilidad a las Tierras del Sur. Malvador tiene goblins, que son omnipresentes, y hombres lagarto, los cuales encajan de lujo. De hecho, le gusta la lista de las Tierras del Sur de Reforged (el sistema con el que jugamos) con lo que de lujo. Y tiene entre manos un proyecto de un ejército mercenario, el cual perfectamente puede haber sido contratado para obtener tesoros ancestrales en las Tierras del Sur y/o Arabia. De hecho tenemos la coña de que podrá ir aliado con los hombres lagarto porque el Slann de turno le dirá a los eslizones que respeten a ese capitán mercenario, porque las tablillas sagradas han determinado que tiene un gran papel que cumplir en los planes de los Ancestrales. Posteriormente el Slann se daría cuenta de que había leído mal el nombre, pero con tal de no reconocer que se había equivocado, los eslizones seguirían protegiendo a un tipo de moral cuestionable.

Por su parte, Fornidson tiene muchos trolls para una buena horda troll, que también puedes encontrarte en cualquier parte para desgracia de las gentes civilizadas, y mucho Caos, el cual en principio no debería tener demasiada presencia por la zona, pero hombres bestia hay en todas partes (en este caso no tendrán aspecto de hombres mono, pero qué se le va a hacer) y siempre puede haber una buena incursión norse. De hecho, según el Trasfondo oficial de GW Losteriksson padre llegó allí intentando descubrir Lustria, antes de que el hijo llegara a la Lustria de verdad y fundara Skeggi.

Además de esto, tenemos otro amigo que se ha reenganchado a Fantasy y que tiene ogros, los cuales como mercenarios que en esencia son pegan también en cualquier parte del mundo; enanos, que bien pueden ser de la fortaleza perdida de Karak Zorn o, más probablemente, de una expedición que trate de encontrar Karak Zorn, la primera de las fortalezas enanas; y skaven, los cuales también quedan de lujo en cualquier parte del mundo.

Finalmente, Clavy en su día (el siglo pasado) hizo silvanos, los cuales estamos intentando que retome. En principio los elfos silvanos no pintan una mierda en las Tierras del Sur, pero, una vez más, el Oldhammer viene al rescate, recordando cuán amplio era el mundo antaño. Recomiendo que leáis la historia de los arqueros de Oreon.

Así es, una compañía de elfos silvanos dando vueltas por las Tierras del Sur. Es un detallazo que en el Warhammer Total War II se recuperara esta historia. Quién sabe, lo mismo los elfos silvanos de Clavy han decidido ir en busca del ojo de Oreon. Eso sería sin duda una historia digna de ser contada...

Pues en esto hemos estado liados estos días. Es muy probable que próximamente os muestre más cosas relacionadas con esta ida de olla que nos hemos montado, sea enseñandoos batallas, relatos, quién sabe si una campaña... No prometo nada porque no iniciamos esto con intención de llegar a ningún sitio en particular ni de alcanzar ningún objetivo, simplemente de disfrutar de todas esas historias que contar, tesoros que descubrir, alianzas que traicionar y batallas por librar.

Hasta entonces!

No hay comentarios:

Publicar un comentario