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jueves, 14 de marzo de 2024

[Informe de batalla] Un campamento en la noche

Saludos a todos, damas y caballeros.

Estoy teniendo un comienzo de año en general ocupado, lo cual está bien, porque siempre es bueno tener cosas que hacer. Eso se extiende también al ámbito del frikismo, donde de momento he tenido tiempo para comenzar una campaña en Armageddon, terminar otra en Gaslands y apuntarme a una liga de Infinity (por fin, ya solo me falta la de Blood Bowl) como hitos más destacados, que no únicos. En consecuencia, los juegos a los que juego solo, como The Silver Bayonet, los he dejado un tanto aparcados.

Imagen de Nele Diel

No obstante, hace unos días tuve un ratico libre y, como de todos modos las partidas a los juegos de McCullough suelen ser rápidas y sencillas, aproveché para continuar con la campaña "La Cruz de Plata", de la que jugué un par de partidas el año pasado. Dado que la campaña en total son cuatro escenarios, ni tan mal, ya llevaba la mitad... y malo será que este año no la termine.

El tercer escenario es sencillo: los miembros de la banda están durmiendo en torno a una hoguera y son asaltados por trasgos (goblins) y un troll. En mi caso he cambiado el troll por un ogro, que me parece más propio del folklore centroeuropeo, mientras que el troll hasta donde sé es exclusivamente escandinavo e iba a encajar peor en Transilvania. Mantuve las reglas, pero cambié la debilidad al fuego por debilidad al hierro, que compartiría con los trasgos. Por lo demás, la batalla se lucha hasta que no quedan monstruos (cuyo número no es infinito, como en otros escenarios) o humanos de los buenos, sea porque han muerto o porque han huido de la mesa, cosa que solo pueden hacer a partir del turno quinto.


En la partida anterior a esta murió uno de mis pobres muchachos, el arcabucero Marco Pescara. Según las reglas yo podría reclutar a otro sin más de partida en partida, pero narrativamente me parecía un poco raro, porque se supone que mi Hermandad de la Misericordia está por ahí perdida en medio de los Cárpatos e iba a ser muy conveniente que de pronto apareciera un socio nuevo al que reclutar. Por tanto, decidí jugar sin él y ver cómo se daba la cosa, aunque me pudiera resultar un poco más difícil.


Turno 1

Solo dos de mis hombres comenzarían la partida despiertos, lo que se determinaba aleatoriamente, y la fortuna decidió que fueran fray Castanho y Konrad Von Wiezsäcker, el cazador veterano. Dos trasgos nos miraban amenazadoramente desde una fuente inquietante que estaba marcada como pista, así que, en vez de mover hacia ellos, mandé al fraile a investigar otra pista y a lanzar una plegaria sobre el espadachín para darle +1 al coraje, cosa que consiguió.

Por su parte, los dos trasgos avanzaron con intenciones aviesas hacia mi veterano, pero no llegaron a trabarse con él.

Después traté de despertar a alguno de los que dormían, para lo que era necesario un chequeo de coraje con dificultad 16 (por eso le había puesto el +1 al espadachín). No funcionó, y Konrad se lanzó en solitario a por uno de los trasgos, sin causar daño aunque por suerte sin recibirlo.

Al final del turno apareció un nuevo trasgo en la pista que estaba en la parte occidental del mapa.

Turno 2

Fray Castanho investigó una de las pistas, que convenientemente resultó ser un arma de hierro, ideal para matar trasgos. También intenté que el espadachín se despertara, pero debía ser un hombre con el sueño tan pesado como yo, y ni siquiera unos molestos trasgos podrían perturbarle.

Mientras tanto, el solitario trasgo se acercaba a través de las rocas, y los otros dos trataban de acabar con el veterano, quien se defendía como buenamente podía.

Quien consiguió despertarse fue Rodrigo Velázquez, mi oficial, quien viendo el percal debió exclamar algo del estilo de "chacho pero qué cohone pasa aquí" y se lanzó contra uno de los trasgos... sin efecto, pero eso ya le quitaría un poco de presión a Konrad.

Por último, apareció un trasgo adicional en la pista de la parte norte del mapa.

Turno 3

El tercer turno comenzó con un golpe de suerte importante, dado que tanto mi capitán como el veterano mataron a los trasgos con los que estaban trabados. En el caso de mi capitán no debería haberlo conseguido (se me olvidó la reducción de daño), pero el caso del veterano fue muy legítimo, pues fue un crítico bien molón.

Aquello parecía facilitar bastante la situación. Para contrarrestar, el trasgo que se estaba acercando por las rocas cargó contra el explorador. Según las reglas, si pillaban a uno dormido se despertaría inmediatamente pero combatiría con un penalizador, con lo que el trasgo le metió un viaje que no lo mató de milagro.

Por suerte para él, el fraile estaba cerca y con una plegaria le curó un poco. Mientras tanto, el espadachín seguía durmiendo con toda la pachorra.

Por último, en la pista del sur apareció la amenazadora silueta de un ogro... los problemas de la Hermandad de la Misericordia no habían terminado.

Turno 4

Comencé cargando con el fraile contra un trasgo que se acercaba por ahí. No es que el fraile sea muy bueno en combate, pero tenía un arma de hierro, y efectivamente eso le sirvió para dejar al trasgo muy debilitado, aunque para ello tuviera que gastar la repetición del dado de poder.

Y después, en la fase de monstruos, terminar de rematarlo.

Mientras tanto, el espadachín había conseguido despertarse de una vez, y cargó contra el trasgo, a quien no solamente no le hizo nada sino que consiguió que le colara una herida... pero bueno, al menos ya estaba ayudando al explorador.

Por su parte, Rodrigo Velázquez fue a por el ogro, y aprovechando que tenía una pistola con balas de hierro, le pegó un tiro que causó bastante daño. No obstante, el ogro replicó lanzándole a su vez una roca y devolviéndole el golpe con contundencia, con lo que iba a ser un tiroteo curioso.

Finalmente, el último trasgo apareció en el lado occidental del tablero.

Turno 5

Vistos los leñazos que soltaba el ogro, activé a Rodrigo Velázquez para que le disparara, pero esta vez no tuvo efecto, y entonces mandé a su segundo al mando para que lo trabara... de nuevo, el combate se resolvió sin efecto.

Por el otro lado, el trasgo trabado con el espadachín comenzó a recibir daño, sin ser capaz de devolverlo.

Esta tregua fue aprovechada por el explorador, quien investigó otra pista, que resultó ser otra arma de hierro de cuerpo a cuerpo.

Mientras tanto, el ogro reaccionó y le pegó un buen mazazo al cazador veterano, dejándolo con la mitad de vida.

Turno 6

Rodrigo Velázquez cargó contra el ogro para ayudar a su segundo, pero eso solo sirvió para que él también recibiera un guantazo, ya que pasaba por allí... y un guantazo de un ogro no es cosa menor, dicho de otra forma, es cosa mayor.

En el centro, los tarsgos seguían combatiendo, y siguieron recibiendo daño, aunque sin llegar a morir. El ogro, por su parte, no causó daños en su fase.

Finalmente, el explorador se movió hacia otra de las pistas, y los combates en el centro siguieron siendo nulos.

Turno 7

El turno comenzó de la peor manera posible, pues tanto mi capitán como el cazador veterano hicieron una representación gráfica de la expresión "ir a por lana y salir trasquilado"

Con lo bien que habían empezado. A cambio, el trasgo que intentaba acabar con el fraile recibió su merecido. Los trasgos en este juego tienen la regla "debilitados por la Fe", con lo que es difícil que puedan dañar a un religioso. No obstante, para conseguir esto el fraile necesitó gastar la repetición que me quedaba.

Por su parte, el explorador investigó una tercera pista, y de nuevo obtuvo un arma de hierro, en este caso proyectiles para su arcabuz. Eso me podría venir bien para tratar de cargarme al ogro a disparos.

Finalmente, el espadachín mató al último trasgo, arreglando un poco un turno que había sido duro.

Últimos turnos

Ya solo quedaba vivo el ogro, así que resumo. El espadachín y el fraile se acercaron al ogro a ver si acababan con él, y el caso es que el espadachín consiguió pegarle un buen tiro de pistola, pero todavía seguía con vida.

Intenté después rematarlo con el explorador, pero no hubo manera...

Por lo que decidí que lo mejor sería que abandonara el tablero y por lo menos él no muriera.

Mientras tanto, cargué con el espadachín contra el ogro, con la esperanza de rematarlo. Lamentablemente, lo que sucedió fue justo lo contrario.

Ya solo quedaba el fraile, el cual traté de salvar llevándomelo fuera de la mesa, pero antes de que lo consiguiera el ogro le lanzó una roca a la cabeza, lo cual normalmente es un impedimento serio a la hora de ejecutar un plan de huida.

En fin. Para una partida en que parecía que las cosas iban medio bien, el ogro terminó de fastidiarlas con una combinación de gran resistencia y gran brutalidad, atributos por otra parte muy propios de un ogro, así que no tengo queja. Al menos murieron todos los trasgos y eso, combinado con haber investigado tres marcadores, me permitirá subir un nivel.

No obstante, las malas noticias no terminan ahí, pues en la tirada posterior por los heridos el espadachín murió y mi capitán resultó herido, aunque no de gravedad. En la siguiente partida voy a seguir sin reponer las bajas por la misma lógica narrativa de antes, pero buscaré alguna forma de equilibrarlo porque ahora ya sí estaré jugando con muchos puntos menos. Algo se me ocurrirá.

No sé cuándo echaré esa partida, aunque me hace ilusión por terminar la campaña, cosa que siempre está bien. En todo caso, como decía al principio últimamente estoy bien servido de frikismo, por lo que las partidas en solitario quedan un poco relegadas. Sea cuando sea, aparecerá por aquí, como debe ser.

¡Hasta entonces!

4 comentarios:

  1. No sabía que le dabas al Silver Bayonet. A mi es que los juegos de McCullough me gustan todos.

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    1. También, también. Ya sabes que los frikis a medida que nos hacemos mayores orbitamos hacia el histórico, yo todavía no soy tan mayor así que de momento estoy en Historia alternativa, pero todo se andará. Eso sí, como has visto lo he ambientado en la Guerra de los Treinta Años, la ambientación napoleónica no me llama la atención.

      Que hablando de eso, te sigo debiendo una campaña de Dracula´s America...

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  2. Ojo al ogro que a lo mejor no está escolarizado pero te gana el debate a garrotazos.
    Eso sí, los trasgos se las llevaron todas.
    Muy guapo el escenario. Al final la partida de guerra se te va a quedar en cuadro, más grande será su camino a la gloria.
    Hay que seguir.
    Un abrazo

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    1. El ogro gana los debates de forma aplastante, concretamente con aplastamiento de cráneo. Contra eso no hay argumento que valga.

      La verdad es que los pobres hombres están palmando miserablemente, pero eso también es síntoma de una buena campaña. Ahora mismo están en modo ir muriendo poco a poco mientras son perseguidos por criaturas de ultratumba, que es muy de peli de terror... lo cual, para un juego de horror gótico, supongo que cumple su propósito.

      ¡Un abrazo!

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