Saludos a todos, damas y caballeros.
Tal como amenacé en esta entrada previa, traigo un nuevo relato que escribí previo a una de esas partidas de iniciación a Infinity que estamos jugando con los colegas que se asoman por primera vez a este maravilloso juego. Esta partida seguía la narrativa de la que he enlazado, en la que el EstadoImperio, a través de sus agentes del Ejército Invencible, tomó por asalto una nave japonesa estacionada en el orbital nómada de NeoDurango buscando ciudadanos yuchinos a los que los pérfidos japoneses habrían capturado para vender como esclavos.
Sin embargo, en una decisión tomada a punta de dado, resultó que los yuchinos habían sido engañados, lo que me daba pie a introducir un nuevo elemento en la narrativa: la injerencia de PanOceanía, la Hiperpotencia. Los intercambios de golpes entre la Hiperpotencia y el EstadoImperio son un leitmotiv recurrente en la narrativa de Infinity (un poco como ahora entre USA y China, pero a lo bestia) y los panocos son una facción a la que le tengo mucho cariño, especialmente ahora que poca gente los juega. Siempre he sido un romántico incorregible.
Os dejo con el relato, y al término del mismo un pequeño resumencillo de la partida. Espero que os guste.