Buenos días a todos.
Hoy os traigo la última escalada del año. No ha sido una escalada particularmente productiva como lo fueron las de mayo, octubre o noviembre, aunque también ha habido tiempo para algún extra. Esto se debe también a que he cerrado el taller de pintado durante las fiestas, por lo que ha habido bastantes días ahí no aprovechables en comparación con otros meses, pero como es algo con lo que ya contaba cuando me organicé la escalada hace un año, no he tenido problemas en cumplir mis modestos objetivos de diciembre.
Sin más introducción, os enseño los progresos de este mes.
5 Caballeros del Caos (Games Workshop): los de séptima edición (¿o igual salieron ya para octava? no consigo recordar). Como dije en la última entrada de Sangre y Gloria, me gustaban más los caballeros de sexta, eran más sobrios y no por ello menos amenazantes. Aunque es cierto que éstos tampoco están mal, no son excesivamente recargados y tienen bastantes detalles que son agradables de pintar. Como también adelanté, el estandarte de la unidad no está terminado, me queda por pintarle algún símbolo caótico o algo similar que llame la atención. Un trapo rojo no queda mal pero sí un poco pobre, así que cuando saque un poco de tiempo en enero intentaré remediarlo. Por lo demás, esta unidad está lista para destruir al enemigo mediante brutales cargas (espero que los dioses de los dados no sean demasiado cabrones, que es algo que suele suceder con unidades así; al final acabarán matando más los caballos que los jinetes, como si lo viera).
Y ahora ya, vamos con los extras:
Shadu (Black Tree Design): a ver, seamos sinceros y reconozcamos lo obvio: esta miniatura es fea, bastante fea. Una vez dicho eso, también he de decir que ha sido interesante de pintar, más que nada porque al principio no tenía claro qué tono de color aplicarle y he estado experimentando un poco. Así que solo por eso me ha merecido el (escaso) tiempo que me ha llevado pintarla. No recuerdo exactamente cuándo ni dónde compré esta miniatura, pero por ahí andaba, perdida en el fondo de una caja junto con más miniaturas olvidadas. Así que me dije de darle una oportunidad, le pegué las alas (que las tenía por ahí sueltas), la imprimé de blanco por aquello de no condicionarme tanto la paleta de colores después, y me puse a probar cómo podría quedar mejor. Tampoco sé para qué la usaré si es que llego a usarla, pero bueno, pintarla y sacarla del baúl de los recuerdos ha sido mi buena obra de Navidad para con esta miniatura.
Por cierto, aunque el nombre oficial de la miniatura es "shadu", es bastante probable que se trate de una errata y que debería ser "shedu", ya que ésta es otra forma de referirse a los lammasus (aunque bueno, a saber cómo se decía en el acadio antiguo original...)
Ghulam con lanzagranadas (Corvus Belli): se trata de una ligerísima conversión hecha a partir de un ghulam antiguo normal. Me daba algo de rabia que aunque hubiera varias miniaturas de ghulams equipadas con distintas armas (la grandísima mayoría con fusiles y escopetas ligeras, eso sí), no hubiera ninguna con lanzagranadas, y es una pena porque es un perfil bastante interesante, al menos desde mi perspectiva. Además de que precisamente el perfil de ghulam suboficial va equipado también con lanzagranadas con munición normal y de humo.
Así que decidí ponerle remedio y fabricarme mi propio lanzagranadas (joder, qué rara suena esa frase, igual ahora mismo se ha activado una alerta en algún registro web del CNI). Había conseguido hacía algún tiempo esta miniatura, que me pareció la mejor para realizar la conversión, ya que al sostener el arma con una única mano me evitaría los problemas derivados del agarre con la otra. Además, hacer que mi ghulam suboficial fuera una mujer reflejaría bastante bien la mentalidad haqqislamita de Infinity y su contraste con el islam radical.
La conversión en sí fue extremadamente sencilla, sólo tuve que hacer un pequeño corte en el arma original para ubicarle el cañón del fusil un poco más arriba, y quitar la parte correspondiente a la escopeta, que cambié por un trozo de palillo de madera para que tuviera mayor grosor. La unión entre el palillo y el cuerpo del arma la disimulé con una pieza de ferretería (no me preguntéis qué era ni para qué servía), que también tuve que cortar un poco para que su longitud fuera la adecuada. Y una vez todo estuvo pintado, dejó de apreciarse cualquier modificación del arma.
Os dejo fotos tanto de la miniatura completada como de antes del pintado, para si a alguien le interesa ver la conversión en sí y lo sencilla que ha resultado.
Y con esto acaba la escalada de diciembre y última del año. Ha sido un 2020 bastante productivo en cuanto a pintado de miniaturas, pero ya lo detallaré más cuando publique la entrada con los objetivos de 2021. Porque sí, tened claro que en 2021 vamos a repetir formato, y nuestra colección de plomo y plástico irá reduciéndose mes a mes (¡esperemos!).
Hasta entonces, ¡felices fiestas a todos!
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