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viernes, 17 de septiembre de 2021

Los amantes de Remas

Saludos a todos, damas y caballeros.

Hace poco jugué con el Imperio por primera vez en muchos, muchos años, y fue como... Bueno, hace tres meses que he dejado de fumar, y si mañana me fumara un cigarro en alguna celebración, al día siguiente sé que me estaría fumando un cartón entero. Pues más o menos eso me ha pasado al retomar el Imperio. Ahora mismo, en Fantasy solo veo cañones, calvos con martillos y muchachos entusiastas lanzándose de frente contra el enemigo para pegarles un pistoletazo a la cara. Y aunque en la experiencia de estas dos partidas ninguno de esos tres elementos ha conseguido hacer una mierda (las dos han sido palizas espectaculares), lo cierto es que la bestia ya se ha despertado en mi interior.

Y no me detendré hasta tener una barba como esta

Aparte de esto, tenía apalabrado jugar con Chernov una última campaña, al estilo de Manuscrito Hallado en Zaragoz y Objetivo: Armageddon Secundus, antes de que deje Antebellum y se vuelva a sus tierras mañas. Así que le pregunté si tenía algo que enfrentar a ese Imperio del cual soy un monomaníaco ahora, y me dijo que podía jugar con su maravilloso ejército mercenario.

Lo cierto es que, en un juego de fantasía como es Warhammer, humanos vs humanos de primeras suena a bajón. Sin embargo, mercenarios contra Imperio en realidad tiene mucha más sensualidad de la que parece a primera vista. En primer lugar, porque ambos son ejércitos esencialmente humanos, pero en los que se pueden encontrar otras razas como enanos, halfling, ogros... incluso algún gigante por parte de los mercenarios. Con lo que no es tan "histórico" como sería Imperio vs Bretonia, por ejemplo. 

Y en segundo lugar, y precisamente en relación con esto, mercenarios vs Imperio evoca la que, como he dicho varias veces, es mi época histórica preferida, que es el Renacimiento. Así como un Imperio vs Bretonia no tiene gracia ni como seudo recreación histórica, porque el Imperio vive unos 150 años (como mínimo) adelantado a Bretonia, Imperio vs mercenarios es uno de los millones de enfrentamientos que hubo entre los Habsburgo y las muchas repúblicas italianas que andaban por ahí sueltas. Solo que con halflings. Todo es mejor si incluye halflings.

Y todavía mejor si esos halflings son dibujados por Dave Gallagher

Así que eso vamos a hacer. La idea es, por seguir los paralelismos deportivos que hemos hecho en otras campañas como El Verano de las Bestias, jugar hasta cinco partidas, ganando la campaña el que gane tres. Mi intención es que el segundo escenario sea uno en que los mercenarios tengan mucha ventaja, y el tercero, uno en que el Imperio tenga mucha ventaja, de forma que se llegue a la quinta partida, o la cuarta al menos, con todo por decidir en circunstancias normales. Para ello, he tomado partidas que jugamos en Manuscrito Hallado en Zaragoz y que estaban desequilibradas para uno de los dos bandos, y he cambiado los bandos. Así, Chernov hará de atacante en la Batalla Final de Eldreth, cuando antes había sido defensor, y yo haré de defensor en la Batalla de la Necrópolis, cuando antes había sido atacante. 

Me queda por buscar dos escenarios molones para la cuarta y quinta partidas, cuando las tenga actualizaré la entrada. De momento os dejo con lo que hay. Espero que os guste.

LOS AMANTES DE REMAS

(Ella es tonta, él lo es más)

El conflicto entre las familias Wallenstein y Del Piero, una de las más influyentes de la ciudad tileana de Remas, se remontaba a siglos atrás. De hecho, los Del Piero fueron particularmente agresivos con los Wallenstein que se instalaron en la ciudad tras la caída de Solland, en el siglo XVIII, y siempre pusieron en duda la sinceridad de la devoción de los Wallenstein a la diosa Myrmidia, la principal en Estalia y Tilea. En un principio los Wallenstein no respondieron a sus provocaciones, intentando mantener un perfil bajo en Estalia y Tilea, pero las Guerras de los Vampiros les obligaron a tomar un papel más activo, lo que a su vez reforzó los encontronazos con familias locales, especialmente la Del Piero. La traición de los Altobello en el 2145 significó que los Wallenstein decididamente variaran su posición en Estalia y Tilea, adoptando un papel más agresivo y vengativo respecto a cualquier desafío que pudiera producirse a su posición en estas tierras.

Desde entonces, los Wallenstein han tenido muchos rivales, pero pocos tan sinceros como los Del Piero, con los que ha habido enfrentamientos a muerte en no pocas ocasiones, a veces en forma de duelos, otras incluso con ejércitos de por medio. La coronación de Karl Franz como Emperador en el año 2502 supuso que los fuegos de la guerra entre ambas familias se reavivaran una vez más: los Wallenstein habían sido firmes defensores de la candidatura de Karl Franz como Emperador, y aunque ellos no podían votar, habían contribuido a fijar la posición del demente Conde Elector de Averland, Marius Leitdorf, ante tal elección. Sin embargo, el ascenso al poder de Karl Franz podía significar una amenaza a la recién obtenida independencia de Marienburgo, algo que perjudicaría a los Del Piero, quienes habían invertido grandes cantidades de dinero en hacerse con una posición comercial fuerte en la ciudad-Estado y que no querían verse sometidos a la ley del Emperador.

Pese a que el Imperio es solo una de las muchas naciones humanas que existen, es indudable que es la más poderosa en todos los ámbitos, y sus turbulencias políticas se extienden mucho más allá de sus fronteras. De esta forma, los Del Piero reaccionaron a la elección de Karl Franz intentando fomentar, en Tilea en general y en Remas en particular, una política más aislacionista respecto al Imperio y más beligerante con sus intereses. Los Wallenstein, naturalmente, consideraban que todo cuanto fuera contrario a los objetivos del Imperio era también contrario a sus propios intereses, pues independientemente de que pertenecieran a la rama imperial, a la estaliana o a la tileana, todo Wallenstein sabía que su lealtad en lo político era siempre para el Emperador.

En este contexto, en que el enfrentamiento entre ambas familias parecía de nuevo inevitable, Leonardo del Piero, un joven atolondrado, simple y bobalicón, se fugó con su gran amor, Sandra Wallenstein, una joven atolondrada, simple y bobalicona. Ambos eran tal para cual y probablemente en circunstancias normales nadie se habría molestado demasiado porque los dos decidieran “desafiar a la sociedad y demostrar su amor al mundo”, pero en el momento en que lo hicieron, sirvieron de casus belli para que los Wallenstein vistieran un conflicto político como un conflicto de honor. En esos momentos se encontraba en Remas Leopold Wallenstein, el llamado a liderar a la familia cuando muriera Friedrich Wallenstein y que, como todo heredero de la familia, estaba cumpliendo su formación en Estalia y Tilea antes de volver al Imperio. Leopold tenía solo dieciséis años, pero fue puesto al mando de los ejércitos de la familia Wallenstein para recuperar el honor de la misma… o para dar un nuevo golpe en el combate de boxeo que los Wallenstein y los Del Piero llevaban manteniendo durante siglos.

Primera batalla: la torre de los enamorados

El primer objetivo de los Wallenstein fue la atalaya que vigilaba las tierras de los Del Piero cercanas a Remas. Los imperiales se escudaron en que Leonardo del Piero podía encontrarse allí con Sandra Wallenstein según la información de varios testigos oculares, testigos que, de haber sido interrogados en detalle, se habría descubierto que eran ligeramente más ricos tras su encuentro con un agente de los imperiales. En todo caso, el primero de los enfrentamientos se dio en esta posición.

Se jugará el escenario “La Batalla de Bogwurst”, del reglamento de sexta edición.

Imagen de deathnote1qa

Segunda batalla: vendetta entre las viñas

Furiosos por lo que consideran (seguramente de forma correcta) un ataque injustificado por parte de los Wallenstein, los Del Piero reaccionan atacando una de las principales fuentes de riqueza de sus rivales: sus excelentes viñas. Los Wallenstein no habían previsto el ataque y no contaban más que con una pequeña fuerza en su finca, fuerza seguramente insuficiente para evitar que los Del Piero la arrasaran.

Se jugará el escenario “La Batalla Final de Eldreth”, del reglamento de sexta edición. Los mercenarios actúan como atacantes.

Tercera batalla: todos los caminos llevan a Remas

Tras su primera incursión, los Del Piero deciden bloquear los caminos que permiten que los Wallenstein muevan sus cosechas y sus reses hacia Remas. No obstante, Leopold Wallenstein ha previsto el movimiento y se enfrenta a ellos antes de que alcancen el camino. El ejército de los Del Piero deberá superar la resistencia de sus rivales para poder bloquear el camino.

Se jugará el escenario “La Batalla de la Necrópolis”, del reglamento de sexta edición. Los mercenarios actúan como atacantes.

ACTUALIZACIÓN

Cuarta batalla: la Batalla del Monte Negro

Tras el primer gran choque entre los ejércitos, y tras varias pequeñas razzias y jugar al gato y al ratón, los Wallenstein y los Del Piero se enfrentan en el Monte Negro, cuyo control es estratégico tanto por los caminos que domina como por la cantidad de madera que se extrae de sus frondosos bosques, que dan nombre al cerro.

Se jugará una batalla campal usando las reglas de objetivos aleatorios que aparecieron en Cargad!, que tienen pinta de ser sensuales.

Quinta batalla: no es nada personal

Las huestes de ambas familias, con sus líderes a la cabeza, se reúnen para una batalla final, en la que tratarán de zanjar sus diferencias de una vez por todas mediante el ancestral sistema de matar a todos sus oponentes.

Se jugará el escenario "Decapitación", una batalla campal normal en la que comandantes, héroes y jefes de unidad que hayan sido eliminados o hayan huido concederán el doble de puntos de victoria.

Informes de batalla

Relatos

2 comentarios:

  1. Va a ser en plan: Hola, me llamo Íñigo Montoya, tú mataste a mi padre, prepárate a morir ..

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