Saludos a todos, damas y caballeros.
Como dije en la entrada de la (fallida) escalada de septiembre, llegados a este punto del año es un buen ejercicio pensar qué voy a hacer el año que viene. Habiendo estado en sitios como Iraq o Beirut sé que hacer proyectos a largo plazo no deja de ser un ejercicio de optimismo, y más en tiempo de pandemia, pero también hay que mantener la ilusión de hacer cosas y tener planes. Y luego será lo que Dios quiera. En el peor de los casos mi mujer se llevará una alegría al ver cuánto cuesta realmente mi colección de miniaturas.
En un mundo ideal, los planes respecto a lo que pienso hacer deberían estar pensados para cubrir carencias que a día de hoy pueda seguir teniendo. Yo realmente empecé a pintar hace muy poco (apenas tres años), y he intentado tener facciones completamente pintadas en todos los juegos, aunque todavía no lo he conseguido. Eso en un mundo ideal, porque luego sabemos que muchas veces hacemos lo que más nos llama, que esto no deja de ser un hobby. En todo caso es bueno tener un punto de partida para la planificación, y a eso voy a dedicar la entrada.