domingo, 13 de septiembre de 2020

Caos en las Calles modo hardcore

Saludos a todos, damas y caballeros.

Como comenté en esta entrada, algunos colegas del club Antebellum en Almería se han montado una maravillosa campaña de Mordheim. La estamos jugando unas nueve personas, que es una cifra bastante respetable, y aparte de desafíos individuales con un máximo de tres por quincena, cada dos fines de semana se hace una partida multitudinaria de Caos en las Calles, que como sabéis es el nombre que el Heraldo de Mordheim dio para las partidas multijugador. ¿Un Mordheim de nueve personas, dices? Efectivamente.

Pepino de mesa

El escenario fue diseñado por uno de los directores de la campaña, Emilio, y consistía en una incursión al fuerte de Mordheim, donde se suponía que había una horrenda criatura. Y como todo el que va a Mordheim va allí porque se ha cansado de vivir, fuimos a investigar. Había barriles con pólvora que se podían transportar para reventar los muros del fuerte y fragmentos de piedra bruja con los que accionar un cañón de disformidad skaven que apuntaba hacia los muros del fuerte. Mencionar que el castillo de Warhammer, que veis en las fotos, fue pintado por Fer y Emilio (y no sé si alguien más) en apenas unas horas. Una hazaña heroica. Además de eso, en otro extremo de la mesa había un cuartel abandonado del que se sospechaba que contenía interesantes elementos alquímicos.


El cuartel

Las nueve bandas que estábamos jugando eran: Averland, Hermanas de Sigmar (representadas con miniaturas masculinas en plan sacerdotes, flagelantes y demás), Skaven del Clan Pestilens, Poseídos, Enanos, Ostermark, Elfos Oscuros, No Muertos versión Restless Dead del Border Town Burning y mis hombres bestia, representados con miniaturas de Emilio. Una de las dificultades de la partida era encontrar zonas de despliegue, pues no es fácil meter a nueve bandas en una mesa de 180x120. Yo fui el último en desplegar y quiso la casualidad que apareciera justo al lado de la banda de Ostermark que me había apalizado una semana atrás, y claro, el odio se impuso, así que nos dedicamos a darnos de palos durante la partida como mandan los dioses.

Los humanos iban mucho más fuertes que yo, y de hecho en la partida que jugaron contra mí habían conseguido la devolución de un favor por parte de un ogro mercenario que les acompañaba, mientras que yo tenía una banda prácticamente sin desarrollar y sin uno de mis beligors, que se había envenenado con agua de un pozo, el muy idiota. No obstante, en la tabla de sucesos aleatorios salió que había niebla que solo dejaba ver 5D6 cm cada turno, lo cual, unido a que me encontraba en una zona donde era fácil esconderme, hizo que sus ballestas no me tuvieran a tiro, equilibrando las cosas a mi favor.

Preparando la emboscada

Otro elemento de equilibrio fue que los dioses oscuros estaban conmigo aquel día, y especialmente con Rakgor el Violento, un gor básico armado con una triste daga que le coló un crítico al ogro de la banda rival y lo mató (después de que un mastín lo hubiera ablandado un poco, quitándole una herida). La locura de Rakgor no acabó ahí, ya que después abatió a un ballestero, matándolo de forma definitiva. Tristemente había tenido que trabarse en combate con dos ballesteros, porque estábamos muy apiñados, y al tener solo una daga no tuvo oportunidad de atacar al otro, quien lo dejó aturdido y, en el turno siguiente, lo mató, también de manera definitiva. El héroe más fugaz de la Historia de Mordheim.

Paliza al ogro!

El fin de una leyenda

En todo caso, el combate seguía, y yo fui apoyado por la banda de No Muertos, aunque al ser tan lentos no pudieron prestarme demasiado apoyo. Lo que sucedió entre los hombres bestia y los hombres de Ostermark fue una auténtica masacre, pues yo le dejé fuera de combate a la mitad de la banda, pero él acabó con el mencionado gor y con mis dos mastines. A la larga, su mayor disciplina se acabó imponiendo y yo fallé mi chequeo de retirada antes que él, con lo que nuestra minipartida dentro de la partida acabó con una segunda victoria de Ostermark... Aunque yo maté más!!

¡¡Volveremos!!

Eso por lo que se refiere a mi actuación en concreto. En otros lados de la mesa cabe destacar los enfrentamientos entre elfos oscuros y skaven, que acabó con victoria de los elfos oscuros tras acabar con cinco devoto propagadores de plagas, y entre Averland y los poseídos, quienes habían entrado en el cuartel buscando cosas alquímicas y se habían acabado encontrando con un vampiro y varios zombis. Mordheim es así. Nunca sabes qué te vas a encontrar, pero sabes que no va a ser bueno.

Pelea en el cuartel. La foto está algo borrosa, lo siento

Además, los poseídos habían usado el cañón para volar la puerta del fuerte, mientras que los elfos oscuros se dedicaron también a cargar con barriles de pólvora para reventar los muros.

Los druchii descubren la pólvora

En todo caso, los sigmaritas consiguieron llegar antes al interior de la fortaleza, gracias a la puerta abierta por los poseídos. Y se encontraron con que, efectivamente, había una bestia. Concretamente, una cría de dragón, del escenario "La Caza de Monstruos" de Caos en las calles.

De nuevo la foto está un tanto borrosa, pero anda que no mola ese dragón

Llegados a este punto tuve que retirarme a cumplir obligaciones paternales, pero por lo que me contaron el dragón acabó sucumbiendo ante un hechizo de la hechicera elfa bruja o, como literalmente me lo contaron, "le dio un infarto al ver lo bella que era". Supongo que el saber que no era virgen y no podía encadenarla a una roca y comérsela contribuyó. En cualquier caso, entiendo que los elfos ganaron la partida, consolidándose como una banda muy poderosa en el entramado de nueve bandas de Mordheim...

... Así que ya les he desafiado, por supuesto. Espero poder jugar esta semana y mostrároslo. Mi banda irá algo más fuerte después de esta partida, especialmente ahora que mi caudillo tiene "aullido bestial" o similar ("bellowing roar" en inglés, no sé cómo se ha traducido al castellano) que le permite repetir chequeos de retirada para que no me pase de nuevo lo de dejar una banda a medio matar...

Hasta entonces!!

4 comentarios:

  1. 9 bandas en esa mesaca!!!!! Pero que brutalidad de idea es esa! Qué grande!
    La verdad es que os felicito a todos por lo bien que os lo estáis montando con mordheim.
    Me quito el sombrero digital.
    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Qué brutalidad es esta, dices? Esto... es... MORDHEIM!!!

      (Cuánto juego da la tontuna esa de 300 xD)

      La verdad es que la partida, y en general la campaña, es espectacular. En este caso es mérito de la gente del Club Antebellum, del que soy socio honorario, por así decirlo, y participo como jugador. Está al margen de las Eras que hemos ido publicando en el blog. Pero es un lujazo también, a la altura de nuestras Eras o mejor.

      Muchas gracias!!

      Eliminar
  2. Qué envidia sana, tanto por el número de jugadores que os reunís allí como por esa pedazo de mesa. ¡Espero que esas cabras sigan abriendo cabezas y tú mostrándolo aquí!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Será que no te he dicho veces que te bajes, cohone. Por si acaso, te lo digo una vez más: bájate hombre!!

      (Ahora con el incentivo adicional de huir del Madrid pandémico)

      Eliminar