Saludos a todos, damas y caballeros.
Hay algo místico en la noche de San Juan, una noche con una poesía extraña, en la que el triunfo de la luz anticipa de alguna forma el retorno de la oscuridad. Junio siempre me ha parecido un mes paradójico en ese sentido: es el inicio del verano y de la época de, en teoría, mayor tranquilidad para las personas; pero también es el inicio de la cuenta atrás hacia los días más cortos, el frío y la enfermedad. También es cuando te das cuenta de que ya llevas la mitad del año y que, otra vez, se te ha pasado volando. Bueno, es lo que hay.
Un mes prolífico |
Consideraciones existenciales al margen, yo sigo pintando y sigo aumentando el ritmo con vistas a no pintar demasiado estos meses de verano, en los que apetece hacer otras cosas la verdad. De la misma forma que ha sucedido a lo largo del año, las cosas que pinto han venido determinadas sobre todo por lo que estoy jugando o los compromisos que tengo, como podéis ver en la foto. En todo caso ha sido un mes potente, el más potente del año.