Diseñando el Culto del Tiburón Primordial: concepto

Saludos a todos, damas y caballeros.

Hace cosa de un año, mi hermano y yo jugamos una minicampaña de Mordheim, "Un asunto de contrabando", en la que su banda de Marienburgo se enfrentó a lo que parecían ser simples comtrabandistas y acabaron siendo parte de un terrible culto a un ser demoníaco, el Tiburón Primordial. Los marienburgueses, comandados por Koos De La Rey, lograron erradicar al culto de las orillas de Nordland, pero debo reconocer que la idea me moló mucho, y siempre tuve en mente cómo podría desarrollarlo para que fueran algo más que los antagonistas necesarios en aquella minicampaña.

Imagen de Petr Faltynek que seguramente agradeceréis los que vayáis a la playa en breve

No prometo que lo vaya a hacer en breve, bien sabe Dios que este año tengo un cojón de proyectos entre manos y no tenía pensado meterme en uno más. Dicho lo cual, dejaré por aquí mis pensamientos al respecto tanto por si os pueden ayudar para algo como, sobre todo, para ordenar mi cabeza para cuando me decida a meterme en esto.

El profundo mar azul

La infancia de Antonio Machado eran recuerdos de un patio de Sevilla. Mi infancia es, entre otras cosas, recuerdos del Mediterráneo en un pueblo costero de Almería. Vivir cerca del mar es algo que deja huella, y hay algo a la vez tranquilizador e inquietante en el hecho de saber que esa masa inabarcable lleva ahí millones de años antes que nosotros y seguirá estando mucho, mucho después de que muramos. El mar es tanto fuente de riqueza, y por tanto de vida, como de perdición y muerte. Impone el respeto que debe imponer algo que, si "decide" matarte, va a hacerlo y no lo vas a poder evitar de ninguna manera. Eso por no mencionar que, cuando estás nadando en alta mar, sabe Dios lo que hay debajo de ti. Por decirlo en palabras de Malvador: "yo sé que ahí abajo no hay un kraken... pero joder, por caber, cabe".

El mar es la fuente de misterio por excelencia. Por la misma razón por la que un kraken puede estar pasando debajo de ti y ni te enterarías, puedes estar nadando sobre los restos de una civilización perdida o sobre el puto Cthulhu, ya puestos. Es lógico que Lovecraft ligara muchas de sus historias al mar: dentro de nuestro planeta, es el elemento alienígena por excelencia. Es hostil (no podemos sobrevivir en él sin equipo especializado) y en buena medida inexplorado y desconocido. Es el lugar perfecto para que haya seres primordiales, y sus criaturas, por ahí dando vueltas sin que casi nadie se entere.

Porque ir a una isla del Pacífico y encontrarte con estos dos no es algo que se pueda descartar al 100%

Normalmente, en la obra de Lovecraft el mar cumple ese propósito, el de generar misterio. También en la obra de William Hope Hodgson, quien como autor de relatos de terror ambientados en el mar me encanta. Creo que Mordheim es el juego de Games Workshop que seguramente más debe a la literatura lovecraftiana, y aunque como diré posteriormente no creo que el Culto del Tiburón Primordial encaje del todo bien en la Ciudad Maldita, hay que reconocer esa inspiración. Pese a ello, aunque no quiero ni puedo renunciar totalmente al carácter misterioso de lo marino a la hora de diseñar al Culto, preferiría centrarlo en otro aspecto también propio del mar: su carácter destructor.

El Tiburón Primordial

Supongo que la razón por la que Lovecraft quiso que Cthulhu tuviera partes que se asemejaban a las de un pulpo es porque, si lo piensas bien, los pulpos son bichos raros de cojones. Cuando estás acostumbrado a comer pulpo a la gallega o calamares fritos les pierdes un poco el respeto, pero no por ello dejan de ser unos animales un tanto estrafalarios, con tantos tentáculos, las cabezas esas tan raras que tienen y tal. En todo caso, lo que no son es superdepredadores. Los pulpos son raros, pero no son una amenaza para nuestra vida. Los tiburones, en cambio...

Sí, sé que los ataques de tiburones a personas son raros y que las muertes producidas por un tiburón son casi anecdóticas. Pero todavía menores son las muertes causadas por ataques de pulpos. Si los tiburones, los mayores al menos, no matan más personas es porque generalmente son bichos razonables y no ven la necesidad de descuartizarnos a bocados, no porque no puedan hacerlo. Si a un tiburón se le mete entre ceja y ceja que tienes que morir, estás jodido.

Imagen de Ileina

Esto es lo que quiero resaltar en el Culto al Tiburón Primordial. Su tótem/deidad es escogida no por su halo de poder místico ancestral, que también, sino sobre todo por su violencia y su brutalidad. Sus miembros no serían tanto los eruditos místicos obsesionados con conocimientos ancestrales de Lovecraft sino personas crueles y sanguinarias, individuos que buscan tanto protección frente a la ira del mar como poder, en un sentido ante todo físico y mental antes que místico y/o espiritual, para ejercer la violencia.

Stromfels

El Trasfondo de Warhammer no abunda en cuestiones marinas tanto como me gustaría, cosa que es lógica porque al final el único juego de GW donde el mar es un elemento nuclear es Man´o´War, pero tiene detalles suficientemente interesantes como para poder partir de ellos. Concretamente y para lo que me propongo, tenemos a Stromfels. Os recomiendo su magnífico artículo dentro de la Biblioteca del Viejo Mundo, pero quiero destacar especialmente esto: "los seguidores de Stromfels son en general provocadores de hundimientos y naufragios y piratas especialmente violentos y crueles, aunque irónicamente sus seguidores no se ven a sí mismos como malvados, sino que reconocen el mar tal y como es: cruel, brutal, un lugar en el que los fuertes devoran y los débiles son devorados"

Si juntamos esta creencia al hecho de que Stromfels es conocido como el Dios Tiburón, pues en principio ya tenemos una deidad adecuada para el Culto del Tiburón Primordial. Sería otra forma de decir que son adoradores de Stromfels. La idea no me desagrada, de hecho me gusta, pero dado que usaría de base la banda de Poseídos de Mordheim para representar al Culto, preferiría que tuviera un toque más caótico, algo que me permitiera justificar adecuadamente todos los mutantes y bichos extravagantes que veremos cuando hable de las miniaturas, en la próxima entrada.

Esto, en realidad, no es incompatible con ser un culto a Stromfels. Como habréis visto quienes hayáis leído el artículo enlazado, algunos eruditos consideran que el Dios Tiburón es un dios nórdico o, incluso, una representación marina de Khorne. Hay que tener en cuenta dos cosas: en primer lugar, en el mundo de Warhammer nos movemos en un mundo politeísta donde muchas divinidades pueden ser básicamente la misma pero con sus matices culturales (siguiendo con la temática marítima, Manann/Mathlann); en segundo lugar, cuando hablamos del culto a Stromfels hablamos de un culto formado por individuos que probablemente sientan poco apego a los debates teológicos y más hacia el derramamiento de sangre. Si a eso le sumamos que es un culto prohibido y los pocos libros que se escriban al respecto tienen una alta probabilidad de ser quemados, es perfectamente posible que unos cultistas que adoran a un señor demoníaco marino con forma de tiburón estén adorando a Stromfels, o viceversa.

Imagen de Eric Lofgren

Así que más que pensar a quién demonios (nunca mejor dicho) adoran los cultistas del Tiburón Primordial, me parece más interesante ver a quién creen ellos que adoran. El Tiburón Primordial es una deidad totémica que representa la furia y la crueldad del mar, a la que acuden piratas, contrabandistas y gente de mal vivir relacionada con los océanos tanto para implorar su favor como para recibir su fuerza. Sus dones son reales, como veremos cuando hablemos de las miniaturas, por lo que bien podría ser una especie de señor demoníaco que recompensa la fidelidad de sus adoradores. Quizá un antiguo saqueador nórdico que fue recompensado por los dioses con la demonicidad y obtuvo forma de un gigantesco tiburón, para que siguiera extendiendo el terror en el mar que tanto había amado. Puede ser el avatar con el que Khorne o Tzeentch se manifiestan a los hombres de mar, o alguna deidad menor del Caos, cosa que antes existía. Como digo, en realidad no hace falta definir de forma teológicamente precisa qué es el Tiburón Primordial, más allá de que, sea la entidad que sea, es un tanto malaje.

Por los mares encantados

Esto es el título de una antología de relatos marinos que tiene uno, "¡Hombre al agua!", absolutamente escalofriante. Volviendo al tema, quiero ahora hablar de en qué mares encantados se mueven estos individuos que adoran al Tiburón Primordial. En la minicampaña inicial, ambienté el enfrentamiento en la costa de Nordland. Este Condado me pareció el sitio ideal para un culto de estas características porque está muy orientado al mar, tanto económica como militarmente, y porque es un sitio muy alejado del Imperio, no solo en términos geográficos, sino culturales también. Es, por tanto, el sitio ideal para que arraigue un culto a señores demoníacos marinos.

Personalmente, me imagino a este culto como algo local, siendo el Tiburón Primordial una especie de divinidad conocida por los marinos de la zona y poco más. No obstante, esto me limitaría el poder usarlo en otras zonas que no sea en Nordland, la cual, reconozcámoslo, tampoco es la más atractiva del Imperio. 

Imagen de Will Brosch

En cualquier caso, la solución viene precisamente de la mano de la minicampaña que jugamos mi hermano y yo: en ella, Koos De La Rey erradicó al culto de su base en Nordland, pero no consiguió matar a todos sus integrantes, por lo que es posible que los cultistas se rehicieran en otro lugar. Es incluso posible que se dispersaran y fueran a las ciudades más importantes desde un punto de vista marítimo, como Dietershafen, Erengrado o, incluso, Marienburgo... Quién sabe, quizá en un futuro decidan vengarse de Koos De La Rey en su propia casa. Quedaría muy sexy.

En donde no los veo, en todo caso, es en Mordheim. Es cierto que la Ciudad Maldita tenía un puerto muy importante, pero era fluvial y ahí, en principio, no hay tiburones. Aunque con la cantidad de piedra bruja que ha caído, sabe Dios lo que hay ahora por allí...

Pues esto es todo por el momento. Pronto os contaré lo que tengo pensado a efectos de miniaturas para dar forma a esta buena gente, dentro de que, como digo, no hay prisa ni me lo planteo como proyecto para este año.

Hasta entonces!