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jueves, 25 de mayo de 2023

Ampliando el ejército del Caos

Saludos a todos, damas y caballeros.

Es curioso comprobar cómo la sociedad, la nuestra y seguramente la de otras partes del mundo, se asienta sobre varios elementos de los cuales no pocos de ellos son, simplemente, mentira. Estoy seguro de que todos podemos encontrar ejemplos, y probablemente discreparíamos en más de uno. Un caso que a mí me fascina, desde un punto de vista profesional, es la Economía, pues el 95% de las cosas que aparecen en manuales de esta materia son chorradas cuyo único sentido es el matemático, pero que no tienen aplicación práctica alguna. El que pretenda orientar la actuación de los agentes económicos conforme a la idea de que éstos van a consumir en el punto exacto en que el cociente de sus utilidades marginales es tangente con el cociente de precios de los bienes es simplemente un tarado.

Bárbaro del Caos saqueando a una civilización que murió por confiar demasiado en la función de utilidad

Pero esto no es un blog de Economía, cosa que no escribiría jamás, sino de juegos con moñecos. Y la mayor mentira que intentamos creernos los que jugamos con moñecos es que un ejército puede terminarse. No existe tal cosa. Por mucho que pretendiera en su día que había terminado el ejército del Caos, en realidad no había hecho más que empezar.

Camino a la Gloria

La verdad es que nunca pretendí hacerme un ejército del Caos. Siendo como soy un imperial convencido, para mí el Caos ha sido, durante gran parte de mi vida warhammera, esa gentuza con la que practicar tiro al demente con los cañones. Eso se debe en buena medida a que yo comencé mi andadura en un momento en que la narrativa (que es lo más importante, quizá lo único importante, del juego) era la de sexta, y en sexta el Caos era fundamentalmente un actor externo que cumplía el papel de "las hordas bárbaras de las estepas lejanas", una especie de hunos a los que el Imperio, en este caso de Sigmar en vez del romano, miraba con recelo moviéndose por sus fronteras.

Pero, a medida que fui interesándome más por la cuestión y por ediciones antiguas, vi que el Caos es mucho más que ese papel reduccionista que le habían asignado de sexta en adelante. El Caos en realidad no acecha en las fronteras físicas de los Reinos humanos, sino en las límites más imperceptibles de la mente y el alma, proponiendo, tentando, desquiciando. Es una fuerza corruptora procedente del interior, no una fuerza invasora procedente del exterior. Con esa narrativa se pueden generar historias mucho más sensuales, como la de Trifón y su Camino a la Gloria.

Esa pequeña aventura narrativa inconclusa acabaría siendo el germen de mi ejército, que se desarrollaría en una campaña/escalada y culminaría en una de los enfrentamientos más épicos que yo recuerde, si no el que más. Khornelissen, el señor de mi hueste, no murió en aquel enfrentamiento, pero acabaría encontrando la muerte poco después a manos de un poderoso kaudillo orco negro. En general, creo que es el ejército al que le he sacado el mayor juego narrativo en relación a la cantidad de partidas que he jugado con ellos, que han sido muy pocas... pero ha sido todo muy satisfactorio.

Nuevos horizontes

Khornelissen murió en el año 2304 del Calendario Imperial, poco después de terminar la Gran Guerra contra el Caos, pero eso no impide que pueda jugar más partidas con él ambientadas en una fecha previa a su muerte. En todo caso, no van por ahí los tiros de lo que vislumbro en el futuro cercano.

En 2020, cuando volví a vivir temporalmente en Almería, algunos socios del Club Antebellum organizaron una campaña de Mordheim a la que yo me apunté con hombres bestia. Aquella campaña trajo cosas gloriosas como una partida multijugador de siete personas, pero las restricciones pandémicas que se vivieron en la segunda ola y posteriores, por muy felices que hicieran a Margarita del Val, dieron al traste con la campaña. Creo que Mordheim es un sistema que se disfruta más cuanto más personas se reúnan a la mesa y las restricciones de aforo dificultaron eso. 

Viejos y brutales tiempos

No obstante, la historia que escribí en su día para estos individuos me hizo gracia, y no me importaría retomarla. La idea era que un beligor adorador de Tzeentch se había embarcado en una búsqueda en la Ciudad de los Condenados para obtener piedra bruja, poder o lo que fuera. Su idea era tratar de contrarrestar la influencia que los guerreros de Khorne comenzaban a tener ante su caudillo. De esta forma, lo que tendría sería un ejército de una sola raza (eventualmente juntado con un poco de Grey Infernal para tener trolls u otros bichos gordos) pero multimarca, con Khorne y Tzeentch ahí disputándose el dominio de la tribu. Creo que de ahí puede salir una lógica de lucha por el poder que es muy propia de los hombres bestia y queda bien. Además, dado que en las Regiones Devastadas estamos siguiendo el calendario "real" y nos encontramos por tanto en 2023 CI, puedo entroncarlo incluso con esa banda que estuvo en Mordheim veinte años antes y usar estos hombres bestia en una próxima temporada.

Otro ambiente en el que usar a mis caóticos, en este caso volviendo al ejército monomarca de Khorne, es en las Tierras del Sur. La primera campaña está cercana a su final, seguramente será a lo largo de este año, y la única respuesta natural posible a algo que ha sido tan molón es hacer una Segunda Era de la campaña. Aunque las Tierras del Sur parezcan un lugar demasiado alejado como para que haya presencia de Caos, de nuevo eso es consecuencia de asumir que el Caos tiene una demarcación geográfica concreta en el extremo norte en lugar de ser una fuerza capaz de germinar en cualquier parte del mundo.

Esto es algo que Fornidson ha demostrado de forma magistral con Áncrama, la Ciudad de las Puertas de Plata, una especie de ciudad de Thulsa Doom de Conan donde la población local adora a Slaanesh. La idea me ha molado y creo que, para una segunda campaña en las Tierras del Sur, puedo continuar una idea tan pulp como la de una fortaleza poblada por guerreros bárbaros adoradores de demonios. Sería una fuerza ligera, evitando cosas como guerreros o caballeros para favorecer la inclusión de bárbaros, jinetes, bestias tipo engendros, hombres bestia y quizá demonios. Una cosa que puede molar bastante la verdad.

Lo que ya he hecho

En realidad, durante estos años ya he ido ampliando el ejército más allá de los primeros 2000 puntos que hice en la campaña/escalada de 2020. Os muestro lo que hay por el momento.

Tengo que decir que amo profundamente a Reaper. La posibilidad de comprar bichos gordos por un precio que no llega nunca a los veinte euros, y rara vez a los quince, es maravillosa. Aquí lo que tenemos es un poco de fuerza aérea en forma de mantícora y galimatazo, dos monstruos que ya habéis podido ver por el blog en batallas anteriores y que dan muchas alegrías, en especial el galimatazo, que es un buen malaje.

Los engendros son una tropa chulísima, no solo en reglas, donde son bastante buenos, sino también en miniaturas. De los que he ampliado, me gusta particularmente el retoño oscuro de Shub-Niggurath, quien de manera muy adecuada para la temática es la Cabra Negra de los Bosques (todo esto es de los Mitos de Cthulhu, por si alguien se está perdiendo). Lo uso para representar un engendro monstruoso, auténtico quebradero de cabeza para quien se tenga que pegar con él.

No me gustan mucho las unidades "estrella de la muerte" porque no me gusta poner demasiados huevos en una misma cesta, pero sí me gustan los bestigor y, más concretamente, los Khornegor. Estas miniaturas, regalo de los colegas del blog, son un auténtico pepino que estaba tardando en pintar. En la unidad a efectos de foto he metido un beligor, probablemente lo que irá ahí será el porta de batalla, pero cuando hice la foto no lo había terminado. Esta unidad es cara de cohone, pero también pega que no veas.

Para liderar a esta panda de cabrones, en un sentido estricto y literal, he adquirido a este buen señor, de la gama de Wizkids. El tipo es carete, pero también es extremadamente molón. Creo que los minotauros son fácilmente la mejor unidad de infantería monstruosa, tanto en términos de reglas como de carisma (aunque trolls y ogros están cerca) y eso hace necesario meter tantos como se pueda, incluyendo si puede ser un minotauro héroe.

También tengo unos pocos mastines para hacer el mal, que es a lo que hemos venido. Es de esa clase de unidades que está claramente subestimada en mi opinión: es verdad que rara vez va a hacer algo contundente, pero la clave está en que sirven para evitar que el rival lo haga. Eso, en un ejército sin magia como es Khorne y casi sin disparo, es mucho más importante de lo que parece, porque incluso un ejército de Khorne puede verse sobrepasado en combate (salvo que hagas listas extremadamente culoduras, pero si lo haces, verás cómo sorprendentemente la cantidad de gente disponible para jugar contigo se va reduciendo...)

En cuanto a los demonios, me gustaría bastante ampliar lo que tengo, incluso hacerme un pequeño contingente demoníaco, pero tengo un pequeño problema y es que me encantan las miniaturas de sexta edición. Es extraño, porque en sexta las miniaturas que sacaron para demonios eran no solo muy diferentes de las que había habido anteriormente sino, también, muy diferentes de las que sacaron con posterioridad, que retomaron la estética previa a sexta. En todo caso, sigo esperando a ver si pillo los desangradores de sexta como pude pillar estos mastines de sexta, cosa que molaría. Si se me ponen a tiro me haré con una unidad pequeñica (y probablemente también para 40k)

Lo que queda por hacer

Este año me había propuesto el objetivo de pintar 48 miniaturas de hombres bestia, que lo mismo acaban siendo más. Aparte de los bestigor, el minotauro y los mastines, hay que meter otra unidad de gors, bastantes ungor hostigadores y, si acaso, unos centigor. Éstos no me gustan tanto así que probablemente serán lo último que caiga si es que llegan a caer.

Foto sacada de aquí

Como la fuerza que quiero hacerme para la eventual segunda campaña de las Tierras del Sur es ligera, probablemente debería meter más bárbaros. Aquí tengo de nuevo la disyuntiva entre lo antiguo o lo nuevo: las miniaturas de bárbaros tradicionales son extraordinarias, pero tengo que confesar que las que sacaron para AoS también me parecen muy sensuales y, por alguna razón que no sabría precisar, me parece más adecuada para representar una especie de bárbaros cultistas ultramazados de las Tierras del Sur. Además, por lo que se ve en la imagen es posible meterlos en peanas de 25 mm sin demasiada complicación.

Directamente desde la nostalgia de los primeros 2000

Algo parecido me pasa con los jinetes bárbaros. Los que se venden ahora no están nada mal, y vienen 10 en la caja, pero los que sacaron en sexta edición me parecen bastante más bonitos. Encontrarlos seguramente será más caro que comprar los que se venden ahora, pero no pierdo la esperanza... aunque ya veremos a qué precio. Pasa lo mismo que con los desangradores.

En fin. Una muestra más de que un ejército no se termina nunca, y eso que éste era el que menos papeletas tenía de ser ampliado, pues es un proyecto en el que me metí un poco de rebote. Pero mientras haya historias interesantes que contar, ahí seguiremos. Al fin y al cabo, nadie ha contado la historia de Indiana Jones y el Templo Maldito desde la perspectiva de los tarados adoradores de Khorne Kali, ¿verdad? Pues para eso estaremos.

¡Hasta entonces!

13 comentarios:

  1. Anda, pinta a Crazy of the Pussy antes de que se acabe el mundo.

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    1. También a lo de "Los ejércitos nunca se terminan" tengo que decir que si llamas ejército a la facción, siempre que amplias de la facción amplías, lógicamente, el ejército.

      Pero que si te dedicas a hacer nuevos ejércitos dentro de la facción (es decir, ahí son dos cosas distintas, como hacerse dos Karak enanos distintos) puedes terminar todos tus ejércitos incluso comprando como un condenao el resto de tu vida.

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    2. Cohone, es verdad... aunque al ritmo al que vas no sé si me dará tiempo antes de que todo se vaya al carajo xD

      Lo que dices es cierto, pero la separación no siempre es tan nítida. ¿Podría decir que comprar tumularios para hacerme un ejército de los túmulos no implica ampliar mi ejército de no muertos estándar? Pues supongo que se puede defender que así es, pero al final una cosa la puedo usar en la otra, con lo que no es tan claro... pero buen enfoque igualmente!!

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    3. Bueno, sí haces una clara distinción en trasfondo, pintado y personalización claramente son dos ejércitos o n.

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    4. Aunque también hay una condición de inclusión fuerte y una débil: la fuerte es que los dos ejércitos son como "aliados", la débil es coger una unidad del otro ejército y meterla en la partida como una unidad del primer ejército proxy, eso para mí es demasiado débil.

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    5. Hmmmmmmmm... al final me vas a convencer y voy a convertir mi proyecto de ampliación en el proyecto "Ejército del Templo Maldito", ya verás.

      Cosa que en cierta forma tengo que hacer porque las peanas de lo que ya tengo vienen con nieve y eso en las Tierras del Sur como que pega menos xD

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  2. Bonita foto de Mordheim! Me gusta esa banda de ostermarkeses que sale. Haces bien en hacerte caóticos, me hacen falta dianas para mis arcabuces y cañones… (Chernov)

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    1. Seeeeeeeeehhhh... viejos y buenos tiempos. Ya nos volveremos a encontrar en la Ciudad Maldita.

      Caos es el ejército que menos me gusta de los que tengo, pero reconozco que me hace ilusión el que podríamos denominar "Ejército del Templo Maldito". Tenemos que tramar un final adecuado para la campaña de las Tierras del Sur en curso y empezar una nueva, que va a estar tó molona.

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  3. Que recuerdos cuando yo hacía eso mismo con mis ejercitos de Marines del caos (Hijos del Emperador Rositas) y los Perdidos y Condenados de la campaña del Ojo del Terror... Se me cae una lagrimita de nostalgia.
    Por cierto, si buscas Desangradores de Khorne de esa época, que son de metal y los que llevaban hacha, ¿verdad? Yo tengo 10 de ellos pintados de los que me quiero deshacer (aunque les voy a quitar la pintura) porque nunca me llegaron a gustar. Bueno, si te interesan me dices.
    Un saludo

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    1. ¡Ostras, eso es puro carisma! Los Perdidos y los Condenados son con diferencia de lo más molón de 40k, y las posibilidades que te ofrecen de hacer prácticamente cualquier cosa que se te pase por la cabeza... habrás visto que yo tengo también un proyecto de Perdidos y Condenados al que le voy dando poco a poco. Pero, en mi caso, son del dios correcto, ejem ejem...

      Y hablando del dios correcto, te agradezco la oferta y no descarto quitártelos de las manos, efectivamente!! ¿Dónde te puedo localizar?

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    2. Pues sí, la verdad que me encantaron cuando "salieron", eso sí, ganar, lo que es ganar, era difícilillo, pero eran divertidos en construcción de listas y miniaturas, libertad total.

      Pues, te puedo dar mi correo electrónico, si quieres, mañana los busco para hacerles unas fotos por si te interesan.

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    3. Ganar era prácticamente imposible pero ese era parte del encanto, al final son la horda de villanos incompetentes que son básicamente carne de cañón para los que de verdad importan, que son los Hijos del Emperador en tu caso. ¡Ojalá pueda ver ese ejército en el Peón y el Rey!

      Pásame tu correo, porfa. No tenía intención de comprar esos demonios rápidamente porque tengo otras cosas antes, pero tarde o temprano caerán.

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