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viernes, 15 de enero de 2021

Muerte en el Bosque: campaña/escalada

Saludos a todos.

Hoy os traemos la presentación de la que será la campaña/escalada de 2021, tras haber completado con éxito (al menos en lo relativo a pintura) la anterior, Sangre y Gloria. Una vez más, Soter y yo nos pondremos con los pinceles para pintar un ejército a lo largo del año, pero con una novedad respecto al año anterior, y es que esta vez se nos unen Jaime y Sede, dos viejos amigos que hemos mencionado en algunas partidas que hemos jugado el año pasado (las más relevantes las partidas de la campaña Círculo de Hechicería que Soter está jugando con ellos u otra que eché yo y que mencioné en esta entrada). Jaime va a seguir usando su clásico ejército de altos elfos, pero Sede ha querido hacerse una pequeña fuerza de elfos silvanos este año, y por lo tanto también participará en la parte pictórica.

Como Soter y yo anunciamos en entradas anteriores, los ejércitos que vamos a pintar este año son elfos oscuros y hombres bestia. Sumados a los altos elfos y elfos silvanos de nuestros amigos, esto plantea una situación curiosa, por lo que hemos tenido que pensar cómo encuadrar la campaña para que fuera "realista". Afortunadamente ha sido sencillo, y lo hemos hecho aprovechando también parte del trasfondo que hemos ido generando, como veréis a continuación.

Puede no ser tan molón como el tío del hacha en Sangre y Gloria, pero sigue siendo de Gallagher.

En cuanto a las reglas, usaremos las de Manuscritos de Nuth, tomando por tanto como base sexta edición pero pudiendo incluir tropas que han salido en libros de ejército posteriores.

Os dejo ahora con el trasfondo que hemos dado a esta campaña y a continuación os mostraré cómo pienso programar mi escalada y cómo lo harán Soter y Sede. Esperamos que os guste.


A principios del año 2230 del calendario imperial, el corsario y conseguidor Anleith Seadrake recibió un encargo bastante peculiar: hacerse con una de las catorce runas de los Cytharai. Estos objetos eran piedras ornamentales de tamaño mediano, talladas hacía milenios y que tenían grabados los símbolos de cada uno de los dioses del Mirai, el inframundo de los elfos. El problema era que se encontraban dispersas por los antiguos dominios élficos, y aunque cinco de ellas estaban localizadas, de las otras nueve no se tenía clara su ubicación.

El pedido había sido encargado por Vakhal Darkflame, una Princesa Oscura de Hag Graef y líder de una de las ocho principales familias de la ciudad. Vakhal había ofrecido a Qovar Venomspit, el actual Primer Príncipe Oscuro de la ciudad, un matrimonio de conveniencia para unir la fuerza de sus respectivas casas, pero había sido rechazada públicamente. Como reacción, la princesa se había jurado vengar esa humillación y asesinar a Qovar (algo que en cualquier caso ya tenía pensado hacer después del matrimonio). Mientras tramaba su venganza, se fue volviendo más y más devota de Anath Raema, la Cytharai de quien se decía que había sido rechazada por el dios Kurnous y que desde entonces ofrecía venganza a aquellos pretendientes que habían sido repudiados. Vakhal estaba más que dispuesta a dar un golpe contra Qovar, pero quería antes garantizarse todo el apoyo posible, tanto político como divino, y estaba convencida de que la Runa de Anath Raema le otorgaría el favor de la diosa.

El principal inconveniente era que esa Runa era una de las nueve de las que se desconocía el paradero. Por ello era necesario recurrir a un profesional, alguien con una extensa red de contactos que le permitiera saber dónde se encontraba el objeto o por lo menos dónde poder consultarlo o a quién preguntar, pero que además tuviera los medios y la resolución para lanzarse en su búsqueda y traerlo. Y el mejor en ese tipo de trabajos era Anleith Seadrake. Sus servicios no eran nada baratos, y éste lo sería aún menos debido a su complejidad, pero si por algo se caracterizaba la ciudad de Hag Graef era por la riqueza de sus minas.

En cuanto a Malekith, éste vio con buenos ojos el encargo, ya que todo lo que permitiera garantizar la inestabilidad política en Hag Graef, la segunda ciudad en importancia después de Naggarond, favorecía a sus intereses. Además, Qovar Venomspit llevaba ostentando el título de Primer Príncipe Oscuro más de sesenta años, demasiados para lo que era habitual, e iba siendo hora de que dejara a otro ocupar su puesto.

Seadrake tardó casi un año en localizar la Runa de Anath Raema, ya que por muy extensa que sea una red de contactos, los mensajes siempre tardan en llegar cuando hay océanos de por medio. El objeto se encontraba en un santuario que tenía la diosa en Modryn, el reino de Athel Loren también conocido como la Cañada Nocturna. Allí algunos elfos silvanos mantenían antiguas costumbres ya prohibidas y olvidadas en otros reinos, y adoraban a dioses de los que otros asrai rehuían. Incluso se rumoreaba que invocaban a la Cacería Salvaje en su versión más descontrolada, dirigida por la propia diosa como reverso oscuro de Kurnous.

El mayor obstáculo para Seadrake iba a ser llegar hasta allí sin ser interceptado mientras cruzara Bretonia, pero tanto la suerte como su ingenio le ayudaron en la tarea. El año anterior la nigromante Chantal había atacado un santuario asur en el ducado de Quenelles, muy próximo a la frontera con Athel Loren. Sabiéndolo gracias a sus informantes, el corsario ideó un plan por el cual sus tropas se disfrazarían y se harían pasar por altos elfos que iban a reforzar la guarnición del santuario. Eso les permitiría cruzar Quenelles sin levantar demasiadas sospechas y luego cambiar el rumbo hacia la linde del bosque.

Sin embargo, las noticias de que un destacamento de refuerzo se dirigía hacia el santuario llegaron a los altos elfos. El mago Finreir, quien se encontraba al mando de la guarnición se extrañó, pero lo hizo aún más cuando vio que pasaba el tiempo y esos refuerzos no acababan de llegar. Por ello mandó un grupo de exploradores en busca de las tropas, por si se hubieran perdido, pero cuando éstos volvieron le comunicaron que en realidad se trataba de druchii disfrazados que se estaban adentrando en Athel Loren.

Los asur no tenían relaciones diplomáticas particularmente amistosas con los asrai, pero Finreir consideró que la situación justificaba una colaboración entre los dos pueblos, ya que fuera lo que fuese que estuvieran haciendo ahí sus primos oscuros, seguro que no era nada bueno.

Por su parte, Anleith había abandonado el sigilo nada más llegar a los límites de Modryn, ya que vestidos como druchii o como asur, los asrai los acribillarían igualmente en cuanto los detectaran entrando de manera ilegal en el reino. Por ello, y para proteger a sus guerreros dentro de lo posible, contactó con una tribu de hombres bestia que vivía en las zonas más oscuras de la Cañada Nocturna, obsequiándolos con baratijas sin apenas valor, pero que a ojos de esas criaturas eran auténticas riquezas. Así, las criaturas del Caos servirían de distracción y atraerían la atención de los forestales y demás guardianes del bosque, mientras que sus corsarios dispondrían de mayor libertad para buscar y encontrar la Runa.


Tras esta introducción a la campaña, os muestro mi planificación para el año. Lo que me gusta de los hombres bestia es que los rebaños de cabras son unidades relativamente baratas gracias a los ungors y con mucha movilidad gracias a ser hostigadores, por lo que incluiré varios. Lo malo de eso es que va a suponer bastante trabajo de pintura.

  • Trimestre 1: beligor, dos rebaños de 12 gors y 8 ungors, carro de tuskgors. Total: 46 miniaturas (contando el carro como 5).
  • Trimestre 2: chamán, 14 bestigors, carro de tuskgors, 5 mastines. Total: 25 miniaturas (contando el carro como 5).
  • Trimestre 3: beligor portaestandarte de batalla, chamán, rebaño de 12 gors y 8 ungors, 3 bestigors, 5 mastines. Total: 30 miniaturas.
  • Trimestre 4: ascender el beligor general a caudillo, rebaño de 12 gors y 8 ungors, cygor. Total: 30 miniaturas (contando el cygor como 10).
En total serán 131 miniaturas. Bastantes la verdad, sobre todo en el primer trimestre. Pero confío en que a base de contrast consiga pintar rápidamente y de forma aceptable todos esos cuerpos vellosos y lanudos. En cuanto a los bestigors, aunque he metido una unidad de 15 (14 + personaje) en el segundo trimestre que se ampliará a 18 en el tercero, los pintaré todos de golpe, por lo que la distribución de miniaturas realmente será 46-27-27-30. Mucha gente aun así, sobre todo en febrero y marzo, cuando planeo pintar un rebaño entero cada mes.

SOTER:

Pues efectivamente, tal como anuncié en la entrada de inicio de la escalada de 2021, el ejército con el que haré esta campaña/escalada será con mis queridos druchii.

Los elfos oscuros son uno de los dos ejércitos que coleccioné cuando me enganché a esto, hace ya unos... veinte años (joder). El primero fue el Imperio. Es curioso por tanto que, después de mi tercera y parece que definitiva reincorporación al hobby, y de tomármelo ahora suficientemente en serio como para pintar y hasta terminar ejércitos, no haya optado por ninguno de estos dos, sino por otros que no coleccioné por aquel entonces: No Muertos y Caos, que he terminado en la edición 2020 de la campaña/escalada.

Ahora pretendo solucionar esto y poder tener versiones completas y terminadas de los ejércitos que no llegué a pintar hace veinte años. El Imperio está en marcha a través del Proyecto Imperio, el cual quiero llevar con tiempo porque no me apetece tener que pintarme 2000 puntos de Imperio en un solo año. Con elfos oscuros, en cambio, creo que esto es posible (no son demasiadas miniaturas). La distribución que voy a seguir es la siguiente:

  • Trimestre 1: 20 lanceros, hechicera, dos lanzavirotes. Total: 27 miniaturas.
  • Trimestre 2: 20 corsarios, portaestandarte de batalla, carro de gélidos. Total: 26 miniaturas (contando el carro como 5).
  • Trimestre 3: 20 Guardias Negros, 9 arpías. Total: 29 miniaturas.
  • Trimestre 4: príncipe elfo oscuro, noble en pegaso, 5 jinetes negros. Total: 6 miniaturas (contando al héroe en pegaso como 5).
Esto hace un total de 88 miniaturas, en parte porque hay algo de trampa: los jinetes negros ya están pintados (se los compré así a Emilio). Están incluidos en la lista más a efectos de la campaña que de la escalada, pues necesito algo con esos puntos para pintar, pero dado que el cuarto trimestre tengo poco trabajo es posible que pinte algo que no necesite para la campaña pero quiera pintar. Por ejemplo, una hidra. Lo iremos viendo.


SEDE:

Nuestro colega Sede, como decimos, participará con silvanos. Lo interesante de este caso es que es uno de los ejércitos que tiene, junto con bretonianos y orcos, que tienen algo en común: todos se centran en el ducado bretoniano de Quenelles.
  • Trimestre 1: espectro de los árboles, 10 dríades, 10 guardias del bosque, 5 jinetes del bosque (cuentan como 10). Total: 31 miniaturas.
  • Trimestre 2: cantora de árboles, 10 guardias del bosque, 5 jinetes de Kurnous, un águila gigante. Total: 24 miniaturas (contando el águila como 3).
  • Trimestre 3: cantora de árboles, 8 bailarines guerreros, 3 jinetes de halcón, 5 dríades. Total: 26 miniaturas (contando los jinetes de halcón como 4).
  • Trimestre 4: todavía por determinar.

Pues esto es todo por el momento. En marzo/abril volveremos con el reportaje del primer trimestre y, esperemos, la primera batalla, si la situación lo permite. ¡Hasta entonces!


2 comentarios:

  1. Muy buen proyecto, me encanta que relacionéis la escalada con una campaña - y de rebote con la de los bretonianos y no muertos! Que se trate de tres ejércitos elfos y uno de hombres bestia me parece muy original también. Ánimo a todos con el pintado!

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  2. ¡Gracias! Es lo bueno del Trasfondo, llega un punto en que te permite ir hilando las cosas y queda todo mucho más redondo. Aunque a ver cómo va saliendo la cosa, que de la anterior nos faltan todavía las partidas a 1500 y a 2000... Pero bueno, por falta de ganas no será!!

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