Saludos a todos, damas y caballeros.
Tal como suelo hacer en estas introducciones, no quisiera dejar pasar la oportunidad de gritar a las nubes, como buen hombre de espíritu viejuno que soy. Y es que ayer salí de Madrid temprano por la mañana y cuando salí llovía, estaba nublado y había 14 grados. Perfectamente un día propio de marzo. Y si bien es verdad que tener 35 grados en mayo es una desviación respecto a la temperatura normal, 14 grados un 30 de junio tampoco creo que sea del todo razonable. Que los nórdicos estos solo se quejan cuando hace más calor de lo normal, pero nunca cuando hace más frío de lo normal, así que tendrá que ser un sureño quien se queje de ello.
Solo quería dejar constancia de que odio el clima de Madrid. Por lo demás, ha sido un mes bastante intenso. Tenía un proyecto importante que terminar el 1 de julio, cosa que por suerte he podido hacer y de hecho lo he entregado antes, y mucho trabajo que dejar terminado o cuanto menos encarrilado antes de que llegue el verano. Por todo ello, a efectos frikis ha sido más comedido de lo que esperaba, lo que no quiere decir que haya sido malo, pero sí me deja con la sensación de que he hecho menos de lo que quería.