Saludos a todos, damas y caballeros.
Hace unos días publiqué una entrada presentando al Perfecto Carnicero, mi nuevo líder para la horda de traidores, cultistas y chalaos que se está enfrentando a la Legión de Acero de Chernov en una buena Guerra de Fe. Que aparezca este nuevo personaje en escena obedece al hecho de que el anterior líder, Xarax el Archidemente, está muerto. Nadie me ha obligado a ello (no estamos haciendo una campaña donde los personajes puedan resultar heridos o muertos), pero se hace difícil justificar a un personaje que fracasa una y otra vez sin que eso tenga consecuencias.
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Salvo que seas Abaddon y GW te monte una historia muy rebuscada a posteriori, pero paso |
El caso es que eso me hizo recordar otra entrada que publiqué hace bastante tiempo, concretamente en noviembre de 2020, sobre los personajes que había ido creando para las campañas con los colegas y que, fuera por reglas del juego, fuera por conveniencia narrativa, habían pasado a mejor vida. Creo que una parte importante del Trasfondo de un personaje es saber cuándo darle matarile, precisamente porque los personajes a los que nunca les va mal y siempre sobreviven e incluso vencen contra todo pronóstico son bastante ridículos.