Saludos a todos, damas y caballeros.
Se termina enero y la verdad es que, de momento, 2021 parece que no tiene nada que envidiar a 2020. Como soy un optimista patológico quiero ver señales buenas: por ejemplo, el hecho de que, después de lo que pasó en el Capitolio de USA, el Presidente por allá sea Biden en vez de Archaon o el Pato Lucas me parece un síntoma de que 2021 puede ser mejor. No es mucho, pero hay que aferrarse a algo.
En términos de pintura, un mes tan raro se ha traducido en una escalada también un poco rara. Mi intención era subir a Madrid después de Reyes para, entre otras cosas, ordenar minis para pintar. Pero visto que Madrid iba a convertirse en Siberia 2.0, no subí. Después de la tormenta, e incluso de una explosión, vino el coronavirus, así que no he subido en todo el mes (dejo esto por escrito porque quiero creer que si lo releo en cinco años fliparé). Y no solo no he subido, sino que un pedido que hice para obtener material de pintura se ha retrasado, comprensiblemente. Por tanto, he ido pintando lo que he podido, que no es lo que había previsto, pero en todo caso el resultado es satisfactorio.