Saludos a todos, damas y caballeros.
Creo que soy una persona obsesionada con vivir en el futuro. Lo cual no deja de ser una gilipollez porque, en realidad, el futuro nunca llega, y porque cada día tiene su ocupación, como bien dice la Biblia. Eso me impide disfrutar de julio todo lo que debiera disfrutar una persona tan enferma como para que le gusten la luz y el calor, como es mi caso. Porque empiezas a pensar que los días se acortan, que el otoño está a la vuelta de la esquina y, sobre todo, que ya hemos consumido más del año en curso que lo que queda de él. Otra vez.
Y eso que todavía no me he tomado vacaciones este año. Pero de la pintura sí, un poco. Ya avisé en la entrada de junio que no iba a mantener el ritmo ni de coña, y efectivamente así ha sido. Tampoco tenía necesidad de hacerlo en realidad, y es cierto que los meses de verano, tengas o no una tara mental como la mía que te impide disfrutar plenamente del presente, son para dedicarlos a otras cosas mientras se pueda. Con lo que ha sido un mes "flojo".