Saludos a todos, damas y caballeros.
Ya han llegado la primavera, el cambio de hora, los vencejos, y una temperatura un poco más acorde a mis gustos. Paso de hacer ningún comentario a la actualidad porque la verdad es que, llegados a este punto, me importa un carajo: mi felicidad es directamente proporcional a las horas de sol que hay y los grados que marca el termómetro. Si algún día soy multimillonario me dedicaré a vivir de marzo a septiembre en España y de octubre a febrero en Australia o algún sitio del hemisferio Sur. El día que veáis en el blog un reportaje de mi heroica batalla contra un canguro sabréis que he cumplido mi sueño.
Mientras tanto, sigo pintando y la verdad es que no voy mal de ritmo, aunque, como en el mes anterior, ha estado muy concentrado en unos pocos proyectos, que naturalmente son aquellos en los que no tengo nada pintado de antes. Os los voy contando.