Saludos a todos, damas y caballeros.
Este mes de septiembre hace unos veinte años que conocí a los miembros del Troglablog (salvo a Clavy, a quien por mis pecados conozco desde que nací). También hace veinte años de que empecé a jugar mis primeras partidas a Warhammer Fantasy. Todavía recuerdo al primer héroe que vi en una mesa, un arcabucero imperial que, tras haber perdido a toda su unidad, superó el chequeo de pánico y mató a un fanático goblin nocturno de un certero tiro entre ceja y ceja. Desde entonces han pasado muchas cosas y no soy ni por asomo la misma persona que entonces, aunque siga haciendo algunas de las cosas que hacía, como jugar partidas de Fantasy y mudarme de Almería a Madrid una y otra vez. Siempre pienso que algún día conseguiré huir de la capital del Reino, y nunca lo consigo. Al fin y al cabo, ¿Cómo puedo huir de la ciudad en que jugué mis primeras partidas de Warhammer?
En fin. Una de las muchas cosas en que he cambiado respecto a hace veinte años es en que ahora me preocupo por pintar las cosas, y que queden aceptables. Lo segundo no lo consigo tan fácilmente pero bueno, la intención es lo que cuenta. Y este mes ha sido "el mejor" en cuanto a cantidad de miniaturas pintadas, pero el entrecomillado se debe a que, como vais a ver, tiene mucha trampa.