Saludos a todos, damas y caballeros.
Tendría que haber hecho esta entrada hace unos meses, pero, como todo lo que tiene que ver con orkos en el cuadragésimo primer milenio (y en cualquier ambientación, en realidad), mi decisión de ponerme con los pielesverdes en este año del Señor de 2024 fue un poco precipitada, desorganizada y guiada por el hype más puro. Es decir, un auténtico WAAGH en toda regla.
La campaña de Armageddon, compartida con El Peón y el Rey, ha sido a la vez la causa y la consecuencia de que me haya decidido finalmente a pintar los pielesverdes. La causa, porque si he comenzado el año con esa carga (bendita carga) sobre mis hombros es precisamente por la motivación de jugar esa campaña tan sensual. La consecuencia, porque cuando el Señor Serviorco y yo estábamos tramando qué podíamos hacer como cosas conjuntas entre ambos blogs, yo le dije que en algún momento tenía que pintar el ejército orko que tenía desde hace tiempo, y él me sugirió la campaña en Armageddon.
Por todo ello, 2024 es, finalmente, el año del WAAGH. Pero la historia comienza mucho, mucho antes.
La historia de un viejo amor
Siempre me han gustado los orkos. Quiero que esa sea la frase que inicie toda la descripción de cómo llegué a estar pintando mi enésimo ejército de horda. Siempre me han gustado porque siempre he apreciado el toque cómico que tuvieron y que en buena medida han mantenido, un cierto recordatorio de cómo era la vida en los noventa, que es probablemente el momento cumbre en la Historia de la Humanidad visto todo lo que ha ido viniendo después. También por su actitud brutal y despreocupada ante la vida. Mi otro gran ejército de 40k es Khorne y podéis ver en ello un perfil psicológico evidente: me gustan aquellos ejércitos que son, no necesariamente como soy yo mismo, sino quizá como querría ser. Al menos en la parte de despreocupación y simplicidad, lo del genocidio a gran escala es algo que no me es tan necesario.
Otra cuestión que siempre me llamó la atención sobre los orkos en 40k es una gilipollez, pero es que siempre venían representados en entornos desérticos. Entiendo que lo que se quiere mostrar con ello es que son una raza corrosiva, que vive en desiertos porque así es como acaban todos aquellos entornos en los que los orkos echan raíces: completamente arrasados. Pero yo soy de Almería, y por tanto "soy del desierto". Lo entrecomillo porque supongo que un nativo del desierto del Sahara o del Gobi se reiría de esta afirmación, y no le falta razón, pero lo que quiero decir con ello es que para mí el desierto es algo hermoso por sí mismo, no el resultado de alguna catástrofe espantosa. Así que, por pura y simple asociación de ideas, dado que me gustaba el desierto, y dado que los orkos aparecían siempre en el desierto, me empezaron a gustar los orkos.
Esta partida podría estar ambientada en Almería sin demasiado problema |
Siempre supe que tarde o temprano acabaría coleccionando orkos, pero nunca tuve demasiada prisa, en parte porque 40k es un juego que he tenido en barbecho durante muchos años. El caso es que cuando llegó la pandemia yo acababa de aprobar la oposición, así que fui de los afortunados cuyo sueldo no se resintió, y dado que tampoco había mucho que hacer, decidí que era momento de invertir en miniaturas. Malvador tenía un ejército grandecillo de orkos, el cual nunca iba a terminar, y se lo compré. En ese momento, por mucho tiempo libre que tuviera para pintar, no comencé con ellos, y me contenté con simplemente tenerlos ahí, sabiendo que tarde o temprano llegaría su momento.
Hablando en puridad, yo ya había empezado a meterme en el mundo del WAAGH con la campaña de Gorkamunda que habíamos echado unos años antes. De ahí salió la locura de los orkos sosiales y Krukskul, el Brutal Associate de los Sosios Soleados del Desierto. Todo en ello era paródico, pero los orkos ya tienen mucho de parodia, con lo que tampoco era TAN descabellado. Un poco sí, no lo niego. Ahí fue también cuando tomé la decisión de que mis orkos serían del clan Luna Malvada, que es al que más le pega el rollo anarcocapitalista, en la medida en que le pegue a alguno. Cuando a finales de 2022, muchos años después de haber jugado la última partida de la campaña, me decidí a pintar la banda, ya me di cuenta de que no estaba lejos el día que pintaría todo lo demás.
La planificación
Había una razón por la que había estado evitando entrar con los orkos, y es que no quería otro ejército de horda. Ahora mismo tengo vivos dos proyectos, el Proyecto Imperio y el Proyecto Perdidos y Condenados, que son ejércitos de horda y además proyectos infinitos, lo que quiere decir que su único límite es la disponibilidad de espacio. Meter otra facción que van a ser un cojón de miniaturas era algo que no me apetecía demasiado.
Sin embargo, en 2024 ya se dan condiciones para que ponerme a pintar orkos sea menos gravoso. Para empezar, la campaña de Armageddon es razón más que suficiente como para ponerme a ello, pero es que además tengo suficientes imperiales de Fantasy y traidores de 40k como para que pintarlos con menor ritmo no suponga jugar con miniaturas sin pintar. También éste es un año en que me he propuesto aprovechar mejor el tiempo, cosa que de momento estoy consiguiendo, y siendo sinceros los orkos perfectamente se pueden pintar por kilos. Por todo ello, meter en la planificación de pintura un buen puñao de pielesverdes este año me resulta menos doloroso que en otros años.
Yendo a lo concreto, el ejército está pensado para ser usado en tercera edición de 40k. Manteniéndome fiel a mi estilo, rechazo la modernidad y abrazo la tradición, lo cual no se debe tanto a una cuestión de mi propio carácter (que también) sino a que renuncio a seguirle el ritmo a la GW actual. Entiendo que la idea de meter a la gente en un circuito interminable de novedad tras novedad es una buena estrategia de marketing porque te garantizas que tus clientes se mantienen leales a tu juego, que ya les proporciona suficientemente estímulo constante como para estar pensando en otros. Esto es algo que excede los límites de esta entrada, ya lo debatiremos en otra, pero yo soy un politoxicómano miniaturil que jamás se entregaría en exclusiva a un único juego y, si lo hiciera, no sería a 40k (Infinity, Blood Bowl o Mordheim, uno de los tres en ese orden de preferencia). Además, la campaña de Armageddon salió en tercera edición, con lo que de alguna forma es adecuado. En realidad es intercambiable con cualquier edición de 3ª a 5ª, o lo que es lo mismo, de las ediciones en que 40k fue básicamente un juego de escaramuzas espaciales, antes de subir la escala.
Foto sacada de este muy interesante artículo |
Una característica del "ejército" orko en tercera edición era que estaba muy basado en la infantería. Mis recuerdos de una horda motorizada orka en aquellos tiempos se debe a que Malvador usaba la lista de los Lokoz de la Velocidad, es decir, Zol Malvado. Como yo estoy cogiendo todos sus proyectos y les estoy dando la vuelta, voy a hacerlos Luna Malvada (podría ser Luna Bondadoza, pero ya iba a ser demasiado), lo que implica abandonar toda esa velocidad y vehículos y hacer un ejército con mucho, mucho DAKKA... y mucha gente a pie.
En resumen, lo que pretendo hacer, con lo comprado a Malvador y alguna cosica adicional, es algo más o menos parecido a esto:
- Kaudillo con su escolta de nobles.
- Mekániko.
- Dos unidades de 10 tipejoz vazilonez, que para algo son Luna Malvada
- Diez komandoz. No es que me gusten mucho pero parte de ellos me los vendió Malvador y ya que están ahí habrá que aprovecharlos.
- Unidad de 16 piztoleroz
- Unidad de 16 granaderoz, que son piztoleroz con granadas, y por tanto un tipo de unidad diferente. Cosas de tercera edición.
- 10 achicharradorez
Lo que llevo hecho por el momento
En los antiguos Codex (desconozco si también en los nuevos) te decían lo típico de que tenías que comenzar con una unidad de CG y dos unidades de línea. Eso es justamente lo que he hecho, porque pese a que llevo orkos y Perdidos y Condenados de Khorne en el fondo soy un hombre ordenado.
El miniaturón de mekániko me lo vendió Malvador, y la verdad es que es muy chulo con toda la cantidad de cacharros que lleva a la espalda, y que en términos de juego son muy buenos. No recuerdo lo que hacían, pero recuerdo que molaba. Ya me lo leeré cuando eche una partida con el socio en cuestión.
La primera de las dos unidades. He tratado de reflejar su carácter de Luna Malvada pintando de amarillo todas aquellas cosas que fueran susceptibles de tener este color, como los cascos, las hombreras o las hebillas de los cinturones. Una vez más mi mente me traiciona y me mete a pintar un ejército entero en amarillo, color que odio profundamente, pero que tienen mis ejércitos en buena medida.
La segunda de las unidades. Para las peanas estoy poniendo Armageddon Dust, por una cuestión poética obvia, pero queda muy soso así que tendré que pensar en comprar algún arbusto o algo semejante de Green Stuff que haga parecer que están en el desierto de Tabernas de Armageddon.
Mi dilema con el Kaudillo
Tengo varios dilemas, algunos de los cuales se merecen quizá su propia entrada y la tendrán llegado el momento, pero el del kaudillo es importante. Narrativamente sé que va a ser Krukskul, quien en su momento fue el líder de mi banda de Gorkamorka y quien desde entonces ha prosperado, tal como se espera de un Luna Malvada. Pero tengo muchas dudas sobre qué miniatura usar.
Esta es la primera opción, que me gusta mucho porque me encanta lo jodidamente desproporcionadas que son las armas que lleva, y que me parecen muy propias de un Luna Malvada. Además es en parte metálico, lo cual siempre es un punto a favor. Lo que menos me convence de la mini es la desproporción que hay entre el cuerpo en general y las piernecitas que gasta, que son tan pequeñas como su mano. Y, aunque la desproporción no es mala, y de hecho es en cierta forma necesaria en un juego de fantasía, creo que esto ya es pasarse.
La otra opción es el Kaudillo de Black Reach. La verdad es que es un miniaturón y está mucho mejor proporcionado, pero también por eso es el Kaudillo "por defecto" de muchos ejércitos orkos, y para alguien tan especial para mí como es Krukskul me gustaría alguien con un poco más de personalidad. Siempre se le pueden hacer conversiones, pero cambiarle las armas es más complicado sin meter cuchilla y masilla... algo que, dadas mis escasas habilidades, es probable que salga mal, y no me gustaría joder una mini tan molona.
Al final pintaré los dos, como es lógico. La cuestión será determinar cuál de los dos será Krukskul y cuál un tipo particularmente emputecido pero sin mayor historia previa. Si alguien quiere dar su punto de vista, lo agradezco.
Pues hasta aquí la presentación del proyecto. Ya va razonablemente avanzado porque quiero dejarlo terminado cuanto antes, al menos lo que he puesto al principio, y ya después meterme con otras cosas como tanques y demás. Incluso con una subsección un poco loca dentro del ejército que quizá aparecerá, o no... ya lo veré más adelante. De momento espero dejar el núcleo terminado lo antes posible, y ya iremos añadiendo otras cosas molonas.
Mientras tanto, ya sabéis... ¡WAAAAAAAAAAAAAGH!
Muy chulos, pero deben morir. El único clan orko digno son los hacha sangrienta, al servicio del Emperador, claro (Chernov)
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
EliminarEso de que los Hacha Sangrienta están al servicio del Emperador es un poco relativo. Están al servicio de quienes les pagan más, y cobran en piños, y los que tienen más y mejores piños son los Luna Malvada, ergo...
Tienez que uzar el Kaudillo Ezpezial, no el de Black Reach que ez genériko y zin karizma.
ResponderEliminar¡Muchaz graziaz! Veo ke también zoiz un ´ombre de kultura...
EliminarUsar una miniatura sin conversionar como general, es de parguelas (salvo que es que sea la miniatura de un personaje específico que estés usando claro)
ResponderEliminarRespecto a lo de que 3ª, 4ª y 5ª de 40.000 son juegos de escaramuzas espaciales, discrepo totalmente. Más bien son todo lo contrario, especialmente si lo comparamos con RT o 2ª edición.
Para que te hagas una idea, en el mítico informe de batalla de 2ª edición entre los orkos de Jervis Johnson contra los ángeles sangrientos de Andy Chambers donde nacen los personajes Capitán Tycho, y Gazkull Trakka a 2000 pts, el ejército orko está compuesto por 56 miniaturas. Tu con las dos escuadras esas ya llevas 32 (más de la mitad) y no llevarás ni 500 pts en 3ª.
PD. ¿Como que no hace falta el genocidio masivo? Que decepción saecio.
Jajajajajajaja... lo del genocidio masivo, una cosa es lo que dejo escrito por si acaso y otra lo que hablamos en persona, guiño guiño. Al fin y al cabo soy de Khorne.
EliminarCierto, tercera ya subió mucho la cantidad de miniaturas. Lo estaba comparando con lo de ahora (o con sexta/séptima) pero claro, es que eso directamente es ya Apocalipsis en cada mesa. Con lo que en realidad sería más correcto decir que RT y 2ª eran de escaramuzas, 3ª-5ª de batallas, y sexta en adelante ya es Epic a escala 32 mm
Un voto más para el Kaudillo conversionado. Voy a ver qué hago porque me encantan sus armas pero me dan cosa esas piernecitas, a ver si encuentro algo un poco más digno...