Saludos a todos, damas y caballeros.
Pasados los días de las Navidades, donde la situación aconsejaba no moverse mucho, retomo la vida normal y con ello el jugar partidas. He aprovechado que no estoy sepultado bajo capas de nieve en Madrid sino en Almería para ir al Club Antebellum, donde he estrenado el año friki retomando a mis Hombres del Este en dos partidas de Compañías de Batalla de ESDLA contra los enanos del amigo Chernov.
La verdad es que una serie de desafortunadas coincidencias, por suerte ninguna de ellas grave, me había impedido pasarme por el Club con la asiduidad con la que hubiera querido en los últimos tiempos, y eso había supuesto, entre otras cosas, dejar de jugar con mis Orientales justo cuando se encontraban en lo más alto. Chernov, por su parte, se presentó con una compañía de batalla de Pueblo de Durin totalmente virgen, por lo que yo tenía una amplia superioridad... pero los enanos son enanos en cualquier juego, y nunca hay que fiarse de ellos demasiado.
Os cuento las dos partidas que echamos en un ratico por la mañana.
Demostración de fuerza
Akrand sonrió de forma cruel cuando divisó, en la lejanía, la inconfundible silueta de las Colinas de Hierro. El bastión enano, cercano a Rhûn, había supuesto durante mucho tiempo una espina clavada en los planes de los Hombres del Este, y no habían sido pocos los enfrentamientos con sus moradores. Dentro de poco esos enfrentamientos volverían a reproducirse.
Kaelen, quien actuaba como su lugarteniente y explorador de su compañía, le informó de la presencia de patrullas enanas cerca de la zona. Eran pocos, pero estaban liderados por Chernov, a quien Akrand conocía de batallas anteriores. Era el perfecto ejemplo de su raza, un individuo obstinado, tenaz... y letal.
Akrand desenvainó su espada y ordenó a Kaelen que les llevara ante los enanos. Decapitaría a Chernov y llevaría su cabeza ante los reyes de Rhûn.
El primer escenario que nos tocó jugar fue "Demostración de Fuerza", en donde gana el líder que consiga matar a más enemigos. La superioridad de mis Hombres del Este con respecto a los enanos era muy amplia (60 de valoración), pero este escenario nos dejaba en igualdad de condiciones, más teniendo en cuenta que el líder enano llevaba un arma a dos manos.
Chernov desplegó en una colina, mientras que yo intenté juntar a todos mis hombres para aprovechar una de mis ventajas sobre los enanos, como era el hecho de tener lanzas, al tiempo que intentaba que el catafracto usara su mayor velocidad para flanquear a los tapones barbudos. En defensa de Chernov hay que decir que no se limitó a quedarse parado en la colina, sino que vino valientemente a mi encuentro. Lamentablemente, también consiguió cargarse el caballo de mi catafracto con los arqueros, por lo que mis posibilidades de flanqueo desaparecieron.
El catafracto se ve obligado a ir a pie. Los papelitos son para señalar a los guerreros del Dragón Negro |
Al final, el inevitable choque terminó produciéndose. Mandé a mi catafracto a darse de palos con los arqueros enanos y 7 Hombres del Este chocaron contra 5 hijos de Durin. En ambos casos hablamos de tropas muy acorazadas, y aunque los enanos contaban con la ventaja de tener un par de armas a dos manos, yo esperaba que mi superioridad numérica y mis desarrollos acabaran decantando la balanza a mi favor.
No obstante, esa superioridad numérica no duraría demasiado, pues tras dos o tres rondas de combate el catafracto fue derrotado por los arqueros enanos, que se unieron al combate. Eso me acabaría obligando a unir mis propios arqueros al combate, convirtiéndose el centro en una gigantesca melé...
Catafracto caído |
En la que, efectivamente, las armas a dos manos y las repeticiones de tiradas de los enanos por diferencia de valor de banda acabaron siendo muy importantes. Especialmente por lo que se refiere al líder enano, quien de pronto empezó a matar orientales como si no hubiera un mañana, el pequeño cabroncete.
El líder enano mata a un piquero oriental bajo la atenta mirada de un ancestro-dildo |
Vale la pena detenerse en la actuación del otro enano con arma a dos manos, a quien llamamos desde entonces "La Roca". El tío no consiguió ganar ni un combate. Pero ni uno. Durante fácilmente diez tiradas de duelo perdió todas, pero no hubo forma de herirlo. No había manera. Así que acabamos llegando a la conclusión de que no era un enano, sino un cacho de roca tallada que los enanos habían puesto ahí para despistar y al que mis orientales estaban golpeando furiosamente por confundirlo con un adversario.
La Roca es el de abajo a la izquierda |
Al final, mi superioridad numérica y mis desarrollos acabaron imponiéndose, y logré rodear al líder enano (quien se las había apañado para matar a tres de mis hombres) y darle una seria paliza skinhead. La muerte de otro enano en ese mismo turno acabó con la partida, pero pese a que solo quedaba un enano con pie, el líder enano había conseguido matar a más rivales que mi líder, por lo que Chernov ganó la partida.
Mantener la Línea
Sin duda, la reputación de Chernov como guerrero temible, especialmente contra las huestes de Rhûn, era bien merecida. Pese a haber conseguido derrotar a su compañía por pura superioridad numérica, Akrand comprendió que sus propios hombres estaban demasiado exhaustos para cumplir con su misión original. Debían esperar la llegada de refuerzos...
Pero lo que quedara de los enanos de Gloin pretenderían avisar a las Colinas de Hierro de su presencia. Era indispensable evitar que eso sucediera, con lo que preparó una emboscada, confiando en poder interceptar a los malditos tapones que pretendieran regresar a su hogar.
Dado que teníamos tiempo, Chernov y yo decidimos jugar otra partida, y nos salió el escenario "Mantener la Línea". Mi banda había salido mal parada de la partida anterior, con algún muerto y un par que no podrían participar, entre ellos el catafracto, mientras que los enanos de Chernov habían conseguido reclutar a un séptimo integrante (por lo que me enfrentaba a los siete enanitos). Aun así, mis desarrollos seguían concediéndome una diferencia de valoración a favor, aunque ya no tan importante como en la partida anterior.
Me tocó hacer de defensor, desplegando en el centro, mientras que Chernov entró posteriormente por una esquina. Pero los enanos son lentos, y conseguí interceptarlos, aunque para entonces un arquero enano ya había abatido a uno de mis arqueros.
Las filas chocan... |
Aquello fue una mala idea. En un 1vs1 tenía las de perder, y así fue. Chocarse contra un muro de enanos es siempre un asunto complicado, y mis orientales lo descubrieron por la vía rápida... y brutal.
Y los Hombres del Este salen rebotados |
Finalmente me retiré cuando solo quedaba con vida mi líder, para que al menos no muriera él también. Las tiradas posteriores a la batalla me salieron un poco mejor, aunque creo que también hubo un muerto y en cuanto al reclutamiento, obtuve un catafracto más... que tendré que pintar antes de la siguiente partida.
Hasta entonces!
Buenas partidas! Maldita defensa 6 de base de los enanos!! Xdd
ResponderEliminarJejejejejeje... Mis sentimientos respecto a los enanos son parecidos a los que tenía Gargamel con los pitufos, así un estilo. Me siento identificado.
EliminarEstuvo bien, estuvo bien. Un día de estos tenemos que echar una partida grande, que tengo que usar mi Nazgul!!