Saludos a todos, damas y caballeros.
Desde el primer momento quise que el Proyecto Imperio fuera con calma: había acabado hasta las narices de pintar regimientos enormes con los no muertos, y los imperiales iban a requerir mucho más esfuerzo, así que decidí tomármelo con calma y avanzar al ritmo que buenamente pudiera y quisiera, disfrutando de cada miniatura para no acabar saturado.
Imagen de Irina Trifonova |
Eso llevó a que la primera sección, compuesta casi en su totalidad por tropas estatales, tardara casi un año en terminarse. La tortura de pintar pijama tras pijama de amarillo y negro fue algo que solo conseguí sobrellevar espaciándolo lo suficiente en el tiempo como para coger fuerzas entre tanda y tanda. Pero lo cierto es que después ha ido todo mucho más rodado, terminé poco en terminar la segunda sección y todavía menos en la tercera, que es lo que os traigo hoy.
Tercera sección terminada
Hay que decir que tampoco era muy difícil acabar con esto rápido: la tercera sección debía estar compuesta por mi general, Leopold Wallenstein, y su escolta, formada por 20 grandes espaderos. O, dicho de otra forma, con hacer una pasada de pintura metálica ya tenía hecha el 80% de cada miniatura. Con lo que, efectivamente, he ido rápido.
La tercera sección al completo |
Creo que ya os he enseñado en alguna ocasión la miniatura que he elegido como general, al menos en la versión del Imperio moderno (también tengo la versión del Imperio para las Regiones Devastadas, en cuyo caso el general es otro, pero esa es otra historia). Me parece una miniatura sublime, con un buen aire renacentista con esa armadura... y que es de los Perry. ¡Qué mejor que una miniatura de los Perry para representar a tu general!
En cuanto a los grandes espaderos, estrictamente hablando no son 20, sino 16, pues cuatro de ellos tienen su ligar ocupado por un rellenador. No hago esto para ahorrarme grandes espaderos (de hecho Chernov me ha ofrecido amablemente cuatro que tiene él por ahí tirados) sino porque genuinamente me gusta usar rellenadores en las unidades. Creo que permiten potenciar la narrativa de un ejército con elementos novedosos, y en este caso ese rellenador de un ángel protegiendo a un niño me parece una forma muy poderosa de transmitir A) una influencia sureña de mi ejército, pues el sur de Europa tiene una mayor tradición de crear esculturas frente a una cultura nórdica históricamente más puritana, lo que permite asociar rápidamente estatua-sur y B) la idea de que ellos también son defensores, de la misma forma que el ángel protege al niño en la estatua. En cierta forma, ellos, los grandes espaderos, son los ángeles de la guarda del Imperio. Poder transmitir eso de forma tan sencilla y directa es algo que o se hace con rellenadores o se hace mediante el estandarte, no hay otros elementos que lo permitan.
En cuanto al estandarte, tiene hecho un freehand chorra con una cruz de hierro y las letras A, de Averland, y KF, de Karl Franz. No he querido arriesgarme mucho más porque no tengo capacidad de hacer grandes cosas, de hecho ni siquiera la cruz me ha salido bien, pero ahí está.
Cuarta sección y siguientes
La cuarta sección está compuesta por 10 ballesteros, 10 alabarderos (los destacamentos de los grandes espaderos), 3 ogros y 5 herreruelos. Dado que vuelven las tropas estatales, volveré a ir un poco más lento en comparación con las secciones segunda y tercera, pero ya tengo parte del trabajo avanzado, como podéis ver.
Bueno, uno de esos cuatro ogros técnicamente está ahí para ser usado en Mordheim, pero lo mismo da, pues se integra bien en la unidad. Me encantan estos modelos de Black Scorpion, tienen un buen aire imperial y, sin ser miniaturas clásicas (salieron el año pasado o hace dos) tienen también un toque clásico sexy. Se integran muy bien con los halflings, y ya solo me faltan los enanos para hacer un buen ejército imperial multirracial, como fue mi intención desde el principio.
Cuando termine la cuarta sección, que probablemente sea ya el año que viene, tendré ya pintados 2000 puntos. Naturalmente seguiré pintando, este es un proyecto que no terminará nunca, pero ya no tengo el ejército planteado en secciones de 500 puntos y no sé si seguiré planteándome este modelo o ya pintaré un poco más lo que me apetezca cuando me apetezca. Probablemente haré lo segundo.
La milicia es una religión de hombres honrados
Por mis pecados, conozco lo suficiente al Ejército como para darme cuenta de que lo peor de España está ahí, pero también lo mejor, con diferencia. Y de hecho, lo peor seguramente esté en el Congreso. Esto es una verdad de cada época y mundo, seguro que en tiempos en que Calderón de la Barca escribió ese verso ya sucedía, y supongo que a mi ejército imperial le pasa lo mismo. Y dentro de esa religión de hombres honrados que forman los soldados del Emperador, hay una caja cuya desaparición pesará siempre sobre las almas de los que coleccionamos Imperio: por supuesto, hablo de la caja de la milicia imperial.
Una de las mejores cosas que ha hecho nunca GW |
La tremenda versatilidad de esta caja, unida al hecho de que representaba a tropas muy efectivas dentro del esquema imperial, hace que su pérdida sea un duro golpe. Pero, al mismo tiempo, es una oportunidad. Oportunidad que me permite hacer unidades que respeten el nivel de personalidad que tenían las antiguas e, incluso, superarlo, si es posible.
Me he propuesto hacer dos unidades de milicianos, de 10 cada una, pues las voy a usar claramente como destacamentos o, en el caso de Reforged, hostigadores. Aunque siempre se podrán mezclar para formar una única unidad de 20, pero lo veo menos. La primera unidad va a tener una apariencia y estética más propia de peli de terror o de monstruos con ambientación medieval, o lo que es lo mismo, van a ser alguaciles, guardias de caminos, patrullas locales, etc... de las que te esperas encontrar persiguiendo a algún villano o bestia que esté acechando su pueblo.
Magnífico modelo de Reaper que formará parte de esa unidad |
En cuanto a la otra unidad, quiero que tengan aspectos de aventureros alegres y despreocupados, una especie de cuasibandidos que colaboran con el ejército imperial por amor a su patria o a sus cuellos, pero que no son mala gente sino felices picaruelos que componen poemas subidos a las ramas de los árboles. En definitiva, es un homenaje tanto a Malvador, a quien le gustan mucho esos personajes, como a muchas películas de los cincuenta o sesenta donde el arquetipo del "swashbuckler" tiene una presencia destacada. Una versión imperial y más renacentista de lo que en Bretonia fueron Bertrand el Bandido y los arqueros de Bergerac.
Otro, también de Reaper |
Para ambos casos pienso nutrirme de miniaturas tanto de Mordheim como de Reaper, como las que he ido mostrando, y quizá caiga alguna otra de otro universo. No me ha resultado fácil encontrar las miniaturas puesto que tienen una estética muy concreta, pero al final creo que he conseguido crear dos grupos interesantes.
Creo, de hecho, que esto es lo siguiente que voy a preparar cuando termine la cuarta sección, así que esas serán las dos siguientes entregas del Proyecto Imperio... si todo va bien!
Hasta entonces!
Menudo ritmo. Mientras continúe el proceso de personalización el proyecto contará con mis dieses vitaliciamente.
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Lo del ritmo es lo que te dije, pillo un día el ordenador, dejo cinco o seis entradas preparadas y las voy administrando. Ese es el truco, no tiene más xD
EliminarY la personalización pues... al final es lo que hay, la pérdida de muchas miniaturas de la gama obliga a buscarte las habichuelas. En el Imperio no es tan fácil como parece (sin recurrir al histórico) porque la estética renacentista en fantasía no es tan habitual. Pero siempre hay opciones y, ante la duda, como bien sabes, Reaper es tu amigo!
Muy chulos esos refuerzos imperiales, más todo lo que va a venir después. Siempre es de agradecer que haya nuevos enemigos que matar... ;)
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Los hombres del Imperio estarán siempre preparados para rechazar cualquier cosa que les caiga.
EliminarCoge mis grandes espaderos y tira esa ruina de estatua!! Muy chulos, morirán.
ResponderEliminar¡Calla insensato! ¡Jamás!
EliminarTodos van a morir, lo importante es que mane la sangre... digo... ¡que su sacrificio dé gloria al Imperio!