Saludos a todos, damas y caballeros.
Hace varios años, los colegas del blog echamos una campaña de Gorkamorka (Gorkamunda, pues había bandas humanas). No llegamos a jugar muchas partidas, en total serían unas seis o siete, pero dio para una gran cantidad de Trasfondo sensual. Es probable que, en relación Trasfondo generado/partidas jugadas, haya sido la más exitosa de nuestras campañas. Podéis ver buena parte de lo que hicimos aquí.
El caso es que aquellos eran tiempos bárbaros, tiempos en que jugábamos sin haber pintado casi nada. Es algo de lo que hemos intentado redimirnos últimamente, como se puede ver en todos los proyectos y escaladas que hemos emprendido. Pero, por aquel entonces, no era así. Y salvo por un par de minis que sí pinté en su día, no tenía pintada mi banda de cafres. Y aunque la campaña terminó hace mucho, y no tiene pinta de que vayamos a retomarla en un futuro cercano, me daba un poco de pena tener a estos socios todavía sin pintar. Así que me puse manos a las obra, y hoy os los presento.
Una auténtica ida de olla
Por el título de la entrada ya sospecharéis que esto no es del todo normal. Debo decir que tengo un problema con el Trasfondo de 40k, sobre todo con el de los últimos tiempos, y es que se ha vuelto tan GRIMDARK que ya es cómico. Lo que antes era un Universo siniestro pero en un sentido insidioso y sutil se ha convertido en una pantomima en que un niño tiene una migraña y eso causa una invasión demoníaca con millones de muertos y matanzas innombrables y... en fin, sabéis de lo que hablo.
Pero algunos de los colegas del grupo de juego aman 40k como a sí mismos, y al final decidimos iniciar una campaña de Gorkamorka. Y, para mostrar mi rechazo al tono de GRIMDARK infantil en que se había convertido 40k, me fui al extremo contrario. Es verdad que es relativamente fácil irse al extremo contrario con los orkos, una de las pocas facciones que ha mantenido ligeramente el aire más vandarra de los primeros años (y la razón, creo, por la que ya casi no se habla de ellos), pero aun así creo que me pasé de frenada.
La cara que se te queda cuando GW decide apostar todo a las servoarmaduras |
Los orkos tienen, en inglés, un acento que según creo que está pensado para imitar el de los hooligans de fútbol en particular y, en general, el de gente con poca cultura y mucha brutalidad, como es el caso de la mayoría de los ingleses hooligans. En la traducción al castellano, les pusieron acento andaluz. No quiero entrar en agravios regionales porque son el pan nuestro de cada día. Yo mismo soy andaluz, aunque no tengo mucho acento. Pero el caso es que una de las primeras cosas raras que hice con estos orkos fue ponerles acento, no de Andalucía oriental, donde tiende a predominar el ceceo característico de los orkos, sino de Andalucía occidental, donde tiende a predominar el seseo.
Pero eso no fue lo peor. Lo que hice, además, fue que estos orkos míos fueran anarcocapitalistas. La idea no es TAN descabellada después de todo: los orkos ya tienen una cierta tendencia a la anarquía, y desde luego no tienen cosa ni remotamente parecida a un Estado. Además, quería que fueran del Clan Luna Malvada, que siempre me ha parecido gracioso, y ese clan ya tiene un amor por las riquezas y el bienestar material que podemos asociar al capitalismo. Por último, el color identificativo de los Luna Malvada es el amarillo, y el de los anarcocapitalistas es amarillo y negro, con lo que mi idea de crear unos orkos libertarios tiene su cierto fundamento... un poco... más o menos.
Cambia el "Don´t tread on me" por "WAAAAAAGH" y ya lo tienes |
Sea como sea, así es como surgió la ida de olla de los orkos sosiales y sus S.A.B (sosiedad anónima brutal). Hecha esta delirante introducción, paso a lo que hemos venido a ver aquí, que son las miniaturas ya pintadas.
Sosios soleados del desierto, S.A.B
Ni siquiera pude dejar pasar la oportunidad de hacer referencia a dos cosas que amo profundamente, como son el sol y el desierto. En fin. He disfrutado mucho pintando a estos socios la verdad, son miniaturas bastante antiguas, lejos del orko ultramusculoso y con el culo inexplicablemente pa fuera que se vendió de tercera en adelante, pero muy molones. Creo haber escuchado en alguno de los primeros podcast de La Voz de Horus, hace fácilmente cinco años, que Gorkamorka es precisamente el punto en que cambia la estética de los orkos, convirtiéndolos en los salvajes desharrapados que serían desde ese momento.
La banda al completo |
En todo caso, como digo son muy molones, y me da pena haberlos pintado tan tarde porque he disfrutado tanto pintándolos que lo he hecho muy rápido... y bien podría haberlo hecho cuando jugaba. Pero bueno, al menos los he hecho.
Krukskul, el líder de la banda, fue de los únicos que pinté en su día. Lo hice con un tono de piel muy oscuro porque me suena haber leído en alguna parte que, en 40k al menos, la piel de los orkos también se va haciendo más oscura a medida que aumentan su poder. Bueno, igual me lo he inventado, pero si no al menos puede representar a un socio con muchos años y con la piel muy tostada por el sol y por la cercanía con unos vehículos que harían que a Greta Thunberg le explotara la carótida. El detalle de la llave inglesa no es menor, es una conversión de hecho, me hace gracia la idea de un tipo repartiendo tortas con eso, como una versión extremadamente brutal del Cluedo.
Los mekánikos tienen su miga. El de la izquierda en la foto es Thugsnik, el mekániko más inútil que haya existido jamás. Los que conozcáis las reglas de Gorkamorka sabéis que a medida que se fuerce un vehículo tiene más probabilidades de fallar, y el mío fallaba siempre a la primera, lo que por supuesto se debía a que mi manitaz era un incompetente de los buenos. La leyenda dice que Krukskul lo arrojó a una nave enjambre del Gran Devorador para que éste absorbiera su biomasa y, al hacerlo, se calaran todas sus naves. Krukskul ni confirma ni desmiente. Por otro lado tenemos a Rotfang, quien ya sí es un poco más serio. Thugsnik fue pintado hace varios años, Rotfang anteayer, de ahí la diferencia. Podría haber retocado un poco a Thugsnik (tampoco es que el otro esté mucho mejor) pero he preferido dejarlo como testimonio de cómo pintaba hace cinco años.
Los chicos, sosios, LOH TÍOH o como los queramos llamar. Hay uno de ellos que me hace gracia porque está apuntando con su arma, ojo. De hecho, en la campaña llegó a tener HP5, algo que jamás se había visto en un orko. No sé si fue en el mismo podcast de LVDH que he mencionado antes o en otro lado que escuché/leí que antes los orkos tenían HA3 y HP3 (y, de hecho, así es en Gorkamorka) y les cambiaron la HA4 y HP2 en un escenario en que querían que fueran a repartir tortas, y ya se quedaron así. La verdad es que el concepto del orko disparando, y disparando con puntería, es llamativo.
El kamión. Maravilloso modelo. Es básicamente una plancha de metal, destartalada de cohone, pero así es como debe ser. Ojalá todavía se vendiera.
Y lo mismo pero multiplicado por diez digo de este buggy, que siempre ha sido uno de los vehículos que más me ha gustado en 40k. Los colegas dicen que está demasiado reluciente para ser un buggy orko, y supongo que tienen razón, pero no quiero ensuciarlo. Además, para que se embarrara tendría que haber barro, y para eso tendría que haber agua, y dudo que haya mucha agua en Angelis.
But wait, there´s ¿MOAR?
Los orkos siempre me han gustado, porque me gusta su brutalidad, su despreocupación, su falta de presuntuosidad, su autenticidad... y porque me recuerdan a un tiempo en que el juego no era tan obsesivamente "humanocéntrico" y no había dejado tan de lado los xenos. El hecho de que saliera Gorkamorka como juego, con únicamente orkos al principio, ya es bastante revelador y algo que difícilmente sucedería a día de hoy (salieron Speed Freaks con orkos y el Gangs of Commorragh con Eldar Oscuros, pero ni punto de comparación). Sé que el ejército que tengo son los Devoradores de Mundos, que sigue siendo rollo servoarmadura, pero esos eran el inicio de mi aventura pictórica en 40k por así decirlo, y un ejército pequeño que quería tener listo cuanto antes.
El caso es que tengo unos cuantos orkos, que compré a Malvador en 2020. No les he hecho demasiado caso porque, precisamente, lo que quería era tener rápido un ejército listo para poder jugar a 40k (que de todos modos no está muy arriba en la lista de prioridades de juego), de ahí que haya tirado a por los Devoradores de Mundos. También tengo por ahí el Proyecto: Perdidos y Condenados, aunque ese es un proyecto "eterno" que puede estar indefinidamente en segundo plano.
¿Starting a Waagh? Oh yeah |
La cuestión entonces es, ¿ha llegado el momento de meterme con los orkos? Por un lado es doloroso incluir otro ejército de horda en la planificación, junto con Imperio en Fantasy y Perdidos y Condenados en 40k, aunque en realidad están ambos suficientemente avanzados como para poder bajar de marcha en ambos. Por otro lado, un ejército xenos siempre es divertido, y el Waagh es siempre atractivo...
Supongo que va a depender en buena medida de si puedo acceder a vehículos orkos antiguos. Los nuevos son extremadamente molones, pero de una escala que no tiene nada que ver con los antiguos. Tendré que ver los de Kromlech...
Interesante |
En fin. Ya veremos cómo sale la cosa. Mientras tanto, recordad...
¡WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGH!
Qué sosiales fueron esos orkos y qué divertidos fue tenerlos enfrente. Puede que fueran un poco ineptos de vez en cuando pero entraba dentro de lo esperable. xD
ResponderEliminarMis gretchins les echarían de menos si no fuera porque los acabé suicidando contra los genestealers. Nostalgia de campaña...
¡Muchas gracias!
ResponderEliminarTus gretchins tuvieron un final de leyenda. Serán por siempre recordados.
"¡¡¡Thugsniiiiiiiiik!!!" - "Losientohefe"
ResponderEliminarJajajajajajajajaja
EliminarY así fue. Cada minuto de cada partida.