miércoles, 23 de noviembre de 2022

[Informe de batalla] La torre de la luna

Saludos a todos, damas y caballeros.

Hace unos días pasó Chernov por Madrid para hacernos una visita, cosa que aprovechamos para echar unas cuantas partidas en la Campaña de las Tierras del Sur. La ventaja es que, al ser partidas de apenas 1250 puntos, se podían echar varias en un día, cosa que hicimos. Es una pena que no se pudieran unir más participantes en la campaña, pero nos dio para echar un buen día y unas cuantas partidas, que irán apareciendo por aquí. La de hoy es la primera de esas partidas.

En esta campaña, Chernov comenzó jugando con orcos salvajes, tal como se vio en esta entrada. Sin embargo, su verdadero amor siempre ha sido, como el mío, el Imperio, motivo por el que para estas partidas se vino con una expedición mandada por Ostermark a ver qué se cuece en las Tierras del Sur. Ya haremos un relato al respecto, que posiblemente jugará con el hecho de que Chantal comenzó su andadura en Mordheim, y Mordheim está en Ostermark. De momento, lo que os traigo es la partida que jugaron esos imperiales contra mis no muertos en la sabana que rodea el enclave de Sudemburgo, bajo la sombra de una misteriosa y ancestral torre blanca.

La lista con la que se presentó Chernov era la siguiente:
  • Sacerdote guerrero Otto Von Chernov con arma de mano adicional, libro de Sigmar, agua bendita, Escamas Brillantes.
  • Maestro ingeniero con arcabuz de repetición
  • 25 lanceros con grupo de mando completo, destacamento de 8 arcabuceros, destacamento de 8 alabarderos
  • 25 lanceros con grupo de mando completo, destacamento de 8 arcabuceros, destacamento de 8 espadachines
  • 15 grandes espaderos, grupo de mando completo, estandarte del coraje
  • Gran cañón, estudiante
  • 19 flagelantes con profeta

Mientras que yo jugué con estos individuos:

  • Zamira, la esclavista de Lashiek: nigromante, nivel 2, caminante del sendero oscuro, báculo de la serpiente (sombrero de la hechicería). Usó nigromancia y obtuvo los hechizos Danza Macabra de Vanhel, Mirada de Nagash, Animar Muertos y Bola de Fuego.
  • Husseyn Hazred, el Ocultista: nigromante, nivel 2, presencia oscura, báculo llameante de la muerte. Usó el Saber de la Muerte y obtuvo los hechizos Danza Macabra de Vanhel, Presencia Pavorosa y Descarga Mortal de Zandox
  • Los caminantes de las dunas: 25 esqueletos, lanza, escudo, grupo de mando completo 
  • Los moradores de las arenas: 10 necrófagos, oficial
  • Los devoradores de hombres: 10 necrófagos, oficial 
  • Los perdidos en la noche: 25 esqueletos, escudos, armadura pesada, grupo de mando completo 
  • Almas condenadas: 3 peanas de hueste espectral 
  • Antiguos cruzados: 5 caballeros tumularios, lanza, escudo, barda, grupo de mando completo
  • El portador de desdichas: catapulta lanzacráneos 

Al azar salió un escenario que era "batalla en la espesura", que básicamente es una batalla campal con algo más de escenografía. Aprovechamos la circunstancia para meter la torre de MOM que pinté hace unos meses y que la verdad es que queda bonica, especialmente en un escenario de corte sureño. Él se apostó un fortín, yo un templo, y como territorio neutral salió un puesto avanzado. Tras tirar los dados, salió que yo comenzaba, y así lo hice.

Turno 1 Culto de la Carne Inmortal

El turno comenzó avanzando de manera cauta, intentando guardar los flancos de mis unidades ante la superioridad numérica de los imperiales y maniobrando para que la torre no me partiera el ejército demasiado por la mitad, algo que iba a ser inevitable.

La fase de magia fue curiosa: Chernov consiguió dispersar el hechizo del báculo y después Husseyn no consiguió lanzar la Descarga Mortal de Zandox, pero cuando parecía que los imperiales se estaban librando de lo peor de tener enfrente un ejército nigromántico, Zamira lanzó una bola de fuego potenciada al máximo que mató a 8 grandes espaderos.

Después, en la fase de disparo la catapulta lanzacráneos impactó de lleno contra la unidad de lanceros, pero tuve malas tiradas y solo conseguí matar a cinco. Los lanceros superaron el chequeo de pánico sin dificultades.

Turno 1 Expedición de Ostermark

Chernov todavía no tenía a nadie a distancia de carga, por lo que avanzó también, intentando en la medida de lo posible no cubrir sus líneas de tiro.

Su fase de disparo fue un poco decepcionante, pues solo consiguió matar a tres esqueletos de una unidad y uno de otra. Su cañón no acertó... de momento.

Turno 2 Culto de la Carne Inmortal

Las aproximaciones estaban siendo tan cautas que en este turno tampoco hubo cargas, aunque me reservé la opción de hacerlo mediante danzas macabras si la situación se terciaba. Sabía que Chernov no iba a poder impedirlas, así que no me preocupaba forzar cargas en la fase de movimiento.

Efectivamente, en la fase de magia hice que los caballeros tumularios cargaron contra el destacamento de alabarderos, lo cual resultó en que tampoco pude hacer muchas más cosas. Husseyn logró colar una Descarga Mortal de Zandox, pero solo maté a dos lanceros, y una bola de fuego de nivel bajo de Zamira quemó a un flagelante, lo cual, más allá del valor simbólico de que sea la bruja quien quema al zelote y no al revés, tampoco iba a cambiar mucho las cosas.

La fase de combate fue genial, ya que solo maté a dos alabarderos... y los alabarderos mataron a su vez a dos caballeros.

Aun así gané el combate y atrapé al destacamento en la huida, pero me quedé ofreciendo el flanco al cañón, lo cual no era buena cosa.

Turno 2 Expedición de Ostermark

¡Por Sigmar! Había llegado el momento, y varias unidades imperiales se lanzaron a la carga contra mis abominaciones no muertas. Los grandes espaderos cargaron contra los necrófagos, los lanceros del flanco derecho contra mis esqueletos lanceros, y los flagelantes contra los esqueletos con armaduras pesadas.

En la fase de disparo los arcabuceros se habían quedado casi sin objetivos, pero el cañón tenía uno muy suculento, y pasó lo que tenía que pasar.

La verdad es que había sacrificado esos caballeros de forma bastante estúpida, pero en fin. Los combates no se me dieron mal: los necrófagos perdieron el combate gracias al músico de los grandes espaderos, pero mantuvieron la posición, lo que complicaba la situación de los imperiales de cara al siguiente turno.

En el combate entre lanceros, perdí solo por uno, pero gracias a la cercanía de mi nigromante no sufrí bajas adicionales en el chequeo, con lo que bien también.

El único combate que se torció fue el de los flagelantes, en el que mis armaduras pesadas no fueron suficiente para frenar la ira de los tarados imperiales, y perdí unos cuantos tanto por los mayales como por resolución.

Turno 3 Culto de la Carne Inmortal 

No me quedaba mucho por mover, así que me limité a maniobrar para cubrir los flancos de mi unidad más expuesta, la que estaba trabada con los flagelantes. Podría haber cargado con la hueste a esa unidad de lanceros, pero no tenía mucha fe en que fueran capaces de matar tanto como para superar sus bonos estáticos. Además, tenía un plan maléfico...

Plan que puse en marcha en la fase de magia, al lanzar Presencia Pavorosa sobre esa misma hueste, lo que metía una unidad causando terror en ese flanco imperial. También lancé el Animar Muertos sobre la unidad con armadura pesada para que resistieran un poco más. Lo único es que no pude matar a casi nadie, pero tampoco tenía mucha opción en realidad.


Llegado a los combates, los grandes espaderos volvieron a ganar el combate gracias a su músico, pero esta vez mis necrófagos huyeron. Esa unidad de grandes espaderos estaba en las últimas, pero peleaba valientemente por su vida.

Por suerte para mí, no llegaron a atrapar a los necrófagos en su huida.

El combate entre lanceros siguió sin nada importante que decir, y en el de los flagelantes, la presencia del sacerdote fue clave para que los imperiales se impusieran y destrozaran a los mismos esqueletos que se habían alzado.

Turno 3 Expedición de Ostermark 

Mi plan maléfico funcionó a medias, pues los lanceros efectivamente huyeron por terror, pero los espadachines no, y además consiguieron cargar contra los necrófagos que estaban por allí. En todo caso, eso ya me servía para obtener una importante superioridad en ese flanco. 

En la fase de disparo, Chernov decidió practicar puntería con el cañón, matando a uno de los necrófagos que huían. No fue para nada un mal disparo, y sí un anticipo de lo que estaba por llegar...

En cuanto a los combates, mis lanceros seguían sucumbiendo poco a poco ante la disciplina de los imperiales...

Mientras que los flagelantes seguían barriendo, dejando la unidad de esqueletos con solo uno "vivo".

La única buena noticia vino del combate entre espadachines y necrófagos, donde los segundos ganaron el combate y, gracias a la mayor potencia de unidad, hicieron huir a los imperiales. No los conseguí atrapar (probablemente se quedaron entretenidos con los huesos del elefante que había por ahí) pero, dado que el turno siguiente era mío, poco importaba...

Turno 4 Culto de la Carne Inmortal

Y efectivamente, hice varias cargas en ese flanco: los necrófagos cargaron contra los espadachines y se los comieron, mientras que la hueste espectral cargó contra los lanceros que huían, pero ni los atrapé ni huyeron de la mesa... por poco. Además, los otros necrófagos se reagruparon.

Pese a tener la situación un controlada en esa zona, los dos grandes combates de la mesa se inclinaban poco a poco en mi contra. Pensando que no iba a tener mucho sentido ampliar la unidad que se enfrentaba a los flagelantes, Zamira se centró en revivir esqueletos de la otra unidad, y después se cargó a los tres grandes espaderos que quedaban con una Mirada de Nagash.

En cuanto a los combates, el hecho de revivir a varios lanceros me permitió aguantar el tipo en ese combate, pero en el otro sucedió lo inevitable.

Lo malo para mis intereses fue que los flagelantes se reorganizaron, quedándose a la retaguardia de mi hueste espectral...

Turno 4 Expedición de Ostermark

Cosa que anticipaba una carga por la retaguardia, como así fue. Además, los lanceros a los que estaba persiguiendo con esa hueste se reagruparon, lo que anticipaba un bocadillo fino.

En la fase de disparo, el cañón empezó a hacer tiros de auténtico virtuosismo, siendo capaz de reventar a cuatro necrófagos a una distancia bastante grande. Por suerte para mí, no fallaron el chequeo de pánico.

Ya en los combates, el sacerdote roció con agua bendita a la hueste espectral, causándole las tres heridas que podía causar. Mis fantasmas tenían que matar a varios flagelantes, cosa que sabía que no iban a hacer, así que perdieron el combate y quedó viva una única peana de hueste espectral.

No obstante, me llevé la gran alegría del turno cuando mis lanceros fueron finalmente capaces de imponerse a los imperiales y atraparlos en la persecución, ganando uno de los dos grandes combates que se habían producido en la mesa después de perder el anterior.

Turno 5 Culto de la Carne Inmortal

Tener esa unidad de lanceros ya libre me permitía amenazar esos destacamentos de arcabuceros que se habían quedado por ahí sueltos, con lo que los giré con vistas a cargar después con danzas macabras. También moví cerca a Zamira, lo cual acabaría demostrando ser un error...

En la fase de magia, efectivamente lancé la danza macabra, y los arcabuceros huyeron más allá del alcance de los esqueletos. No importó, pues entre Mirada de Nagash y bola de fuego los maté a todos. Zamira se estaba saliendo en esta partida.

En la fase de disparo, la catapulta, que no había vuelto a acertar a nadie desde el turno 1, disparó contra los lanceros imperiales recién reagrupados... y salió un resultado de problemas, no pudiendo disparar.

En combate, tal y como era de esperar los flagelantes se cargaron la última peana de hueste espectral... y se reorganizaron mirando a mi bruja, con quien seguramente querrían tener un intenso intercambio de opiniones.

Turno 5 Expedición de Ostermark

Y así fue, pero Zamira decidió que no tenía tiempo para escuchar la palabra de Sigmar, el Portador del Martillo, y salió corriendo con toda la velocidad que pudo...

Y el caso es que debía haber algún oscuro poder ayudándola, porque, cuando llegó el momento del inevitable cañonazo...

El proyectil se quedó clavado a un centímetro de ella. Maravilloso.

Turno 6 Culto de la Carne Inmortal

Zamira no se reagrupó, con lo que Chernov se iba a llevar un buen puñado de puntos de victoria por eso... lo que significaba que yo tenía que llevarme lo que pudiera en forma de, especialmente, los lanceros. Así que mandé para allá a Husseyn...

Quien mató poco, pero lo poco que mató fue suficiente para hacer que chequearan por pánico, lo fallaran, y huyeran de la mesa. Objetivo cumplido.

Turno 6 Expedición de Ostermark

Aunque Chernov ya se iba a llevar los puntos por Zamira, decidió rematarla de un cañonazo, y una vez más consiguió un tiro perfecto... que sacó un 1 al herir. Esa dotación tenía, con diferencia, la mejor puntería del condado, aunque debían haberse quedado sin proyectiles y el último tiro lo cargaron con un globo de agua.

Resultado: empate

La verdad es que es curioso que, a tan pocos puntos y con un sistema tan letal como Reforged, se alcanzara el turno 6... y se decidiera la partida en ese mismo turno. Creo que es la primera batalla de la campaña en la que no muere mi nigromante, pese a lo cual huyó, con lo que le dio los puntos de victoria a Chernov para un empate merecido, pero que me llama la atención: si consigo que mis nigromantes se luzcan, porque la verdad es que mataron a mucha gente, y mi nigromante está viva hasta el final para que no se me desmonte el ejército, y aun así no gano la partida, tiene mala pinta esta campaña para los no muertos...

Pero al final eso es secundario. Lo importante, como siempre, es echar un buen rato y generar historias. Y en esta campaña ha comenzado la historia de ese cañón imperial, la cual, podéis creerme, no termina aquí... como veréis en próximos informes de batalla.

¡Hasta entonces!

6 comentarios:

  1. Muy buena partida! Me vengaré por Sigmar! El cañón se empezó a forjar su reputación en esta batalla, sí señor, por lo que tuve que pintarlo y hacerle una peana to flama al llegar a casa

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    1. Buena decisión, los (d)hados estarán de parte de la dotación la siguiente partida.

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  2. Estuvo muy interesante esa partida y, como dice Chernov, ese cañón ya empezaba a dar avisos de su gran potencial. Al final ninguno os hicisteis con el control de la Torre de la Luna (que habría representado bien el puesto avanzado que había en juego), lo que supongo que en última instancia beneficia a Áncrama. ;)

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    1. La verdad es que sí, no es fácil mantener la tensión hasta el final en una partida tan pequeña. Y no, no pondrás tus sucias zarpas de slaaneshita en esa torre, ¡ya me encargaré de evitarlo!

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  3. Las Tierras del Sur están resultando ser un lugar de misterio, botines y sortilegios. Cómo me gusta. También me gustó el relato.
    Es una partida muy guapa: con mucha leña, buena artillería y muchas bajas causadas por la magia. Al final el empate parece justo pero eso es lo de menos.
    Luce mucho la escenografía de huesos en mesa.
    Un saludo

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    1. ¡Muchas gracias! Es una ambientación muy bonita la verdad, es agradable poder alejarse un poco del centroeuropa de fantasía que es el Viejo Mundo y meterse en el arabismo/africanismo de fantasía de las Tierras del Sur. Sobre todo porque, como hemos dicho en otras entradas, eso descarta que el mundo de Warhammer estuviera narrativamente agotado: todavía quedaba mucha tela que cortar. ¡Y más que esperamos seguir cortando!

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