lunes, 24 de marzo de 2025

[Informe de batalla] Leonardo da la alarma (II)

Saludos a todos, damas y caballeros.

Continúo con la segunda parte del informe de batalla que publiqué el otro día. Esa entrada me estaba quedando tan larga que me estaba costando escribirla, con lo que más iba a costar leerla, motivo por el que decidí dividirla en dos.

Como decía al final de esa entrada, pese a ser a tan pocos puntos (1250 goblins vs 1000 de Imperio) fue una partida de lo más emocionante y reñida hasta el final, hasta el punto de que jugamos un turno más sin darnos cuenta porque estábamos tan metidos que no podíamos parar. Espero ser capaz de transmitir eso en lo que queda del informe de batalla.

Turno 4 Imperio

La verdad es que las cosas se habían puesto un poco más favorables para mis intereses, pero si quería ganar la partida tenía que hacer dos cosas: reventar a los trolls antes de que pudieran llegar a la torre, pues con su F7 también podían hacerle algún daño, y tratar de meterle mano a esa unidad enorme de goblins nocturnos. Para lo segundo, dispuse a mis tropas en formación de manera que pudiera hacer una especie de pseudotrampa, gracias a que los arcabuceros se reagruparon...

Y, para lo segundo, disparé con todo lo que podía a los trolls, y maté a uno de ellos. Dada su estupidez se libraron del pánico, pero ya era un gran alivio ver morir a uno de esos socios.

Turno 4 goblins

Sir Sedentor declaró el Waagh con los goblins para asegurarse de llegar a cargar a los arcabuceros, a los que de otro modo quizá no habría podido llegar. Éstos aguantaron y dispararon con valor, y creo que llegaron a matar a dos o tres goblins, pero dado que todavía quedaban treintaymuchos, fue como intentar parar un tsunami con la mano.

En la fase de magia, el chamán consiguió colar el ¡Morko, Zálvanoz!, aunque no le iba a hacer mucha falta. Después, el lanzapiedroz trató de cargarse a los ballesteros que estaban cerca de la torre, pero esta vez falló el disparo por mucho.

La fase de combate terminó como era inevitable que terminara: con muchos arcabuceros muertos, la mayoría por mano del guardaespaldas orco Gulag...

Y éstos abandonaron el campo de batalla mientras los goblins se reformaban para tener de frente a los lanceros.

Turno 5 Imperio

Ante el temor a que los trolls pudieran en algún momento llegar a la torre y liarse a palos con ella o con las tropas que la defendían, decidí sacar a los cinco milicianos que estaban en el piso inferior y alejarlos de su esfera de influencia.

Tras eso, usé los otros milicianos para intentar bloquear una eventual carga de los goblins hacia mis lanceros.

En la fase de disparo seguí intentando derribar a los trolls, pero solo conseguí causarle dos heridas a uno, y eso a costa de renunciar, con los diez arcabuceros de la torre, a disparar a los goblins. Mal asunto...

Turno 5 goblins

No me había dad el movimiento de los milicianos para situarlos como quería, por lo que los goblins fueron capaces de cargar directamente contra mis lanceros, en un combate que a todas luces iba a resultar decisivo.

Por lo demás, los trolls siguieron fallando la estupidez, y la catapulta siguió desviándose, por suerte para mí en ambos casos.

En el combate, sabía que la mayor amenaza procedía del guardaespaldas orco, por lo que le ataqué con mi capitán y conseguí matarlo en una tirada que, como casi todas las que se dieron en la partida, fue muy épica...

Pero una vez más los bonificadores estáticos de los goblins eran demasiado, y los lanceros huyeron de la mesa llevándose consigo a mi general.

En consecuencia, el ejército al completo tuvo que hacer un chequeo de pánico (excepto los que estaban dentro de la torre) y el ejército al completo lo falló.

Turno 6 Imperio

Lo único bueno de esto es que la fuente del pánico se había producido en un borde de la mesa, por lo que, al huir, lo que hicieron mis tropas fue irse hacia el centro. Además, dos de las tres unidades que habían huido eran hostigadoras, por lo que podrían actuar con normalidad si se reagrupaban... y las tres se reagruparon, con lo que ni tan mal.

De hecho, en el caso de los milicianos que estaban más arriba, su huida me vino bien para acercarlos al lanzapiedroz, al cual disparé después, logrando quitarle una herida.

Los trolls también sufrieron bastante, porque entre la otra unidad de milicianos y los arcabuceros de la torre consiguieron matar a uno y dejar a otro con una sola herida. Si les hubiera podido disparar también con los ballesteros, ahí habría acabado su triste y estúpida participación en la batalla.

Turno 6 goblins

El troll falló de nuevo el chequeo de estupidez, pero eso le situó en contacto con la torre, con lo que todavía tendría ocasión de sacar de ahí a los arcabuceros a garrotazos.

Por su parte, la unidad enorme de goblins se limitó a girarse, para que el chamán pudiera después lanzar una mirada de Morko con la que eliminar a esos molestos milicianos...

Pero la cosa le salió regular.

Menos mal que jugamos en Reforged, en sexta habría acabao megavolatilizado. Por lo demás, el troll no llegó a matar a ninguno de los arcabuceros, y uno de ellos consiguió quitarle su última herida de un culatazo con el arcabuz.

Turno 7 Imperio

Como decía al principio de la entrada, la batalla duraba seis turnos, no sé por qué nos dio por jugar un séptimo... estábamos tan emocionados que nos vinimos arriba. En cualquier caso, no quedaba mucho por hacer: lo principal fue que la unidad de milicianos del norte cargó contra el lanzapiedroz que tenían al lado.

En la fase de disparo, concentré todo el fuego que pude en la unidad de goblins, pero solo conseguí matar a tres de ellos. Si hubiera matado más y los hubiera hecho huir por pánico habría sido un pepinaco... pero no fue posible.

Finalmente, en la fase de combate acabé con el lanzapiedroz ese que tanto daño me había hecho, lo que me sentó de lujo.

Turno 7 goblins

Lo único que podía hacer Sir Sedentor llegado a este punto era lanzar una mirada de Morko contra los milicianos, lo que sirvió para matar a tres de ellos y que los otros dos huyeran.

Resultado: empate

En resumen, una partida extremadamente sensual. Parece que Sir Sedentor y yo nos hemos especializado en echar partidas muy emocionantes y reñidas en los últimos tiempos, como por ejemplo esta otra como muestra más reciente. Aquí estaba tan emocionante que llegamos a jugar un turno más, aunque de no haberlo hecho creo que no habría cambiado gran cosa, pues ambos obtuvimos una cantidad semejante de PV en el último turno.

La clave aquí fue que los goblins no llegaran a dañar la torre, para lo cual la temprana muerte del gigante fue clave. Eso, y que los jinetes de lobo no sufrieran suficientes bajas con el disparo del mortero. Ambas cosas predeterminaron la partida hacia un empate desde el principio, y así fue. La verdad es que era un escenario ligeramente desequilibrado en contra de los goblins, ya que el Imperio tenía una estructura defensiva importante y a cambio solo 250 puntos menos.

El siguiente escenario es el doble de molón, pues es en una barcaza en el Reik. No sé cuándo podremos traerlo ya que requiere una cierta infraestructura, pero confío en que no tardaremos. Quizá a la vuelta de Semana Santa.

¡Hasta entonces!

2 comentarios:

  1. Buena partida! El Emperador protege…

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    1. ¡Muchas gracias! La verdad es que fue una partida muy molona. Las pequeñas muchas veces salen así.

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