Probando ESDLA

Saludos a todos, damas y caballeros.

Como casi todos los que nos dedicamos a esto desde hace tiempo, soy un politoxicómano del hobby. De todos los juegos que tenemos en las etiquetas del Troglablog, procuro darle a todos por igual, y aunque siempre hay uno que prevalece sobre otro a ratos, intento serle fiel a todos. Excepto quizá a 40k, no soy muy fan porque la ambientación futurista, con la excepción de Infinity, no me llama demasiado: yo soy claramente de fantasía. Y dentro de los mundos de fantasía, el Universo de Tolkien es de los más icónicos, si no el que más.

Es curioso, por tanto, que nunca antes hubiera jugado a ESDLA. Y más teniendo en cuenta lo famoso que llegó a ser y lo bien considerado que ha estado siempre su sistema de juego. Por no mencionar, evidentemente la ambientación: el Señor de los Anillos es seguramente la obra cumbre de la fantasía, especialmente de la Alta Fantasía, que por lo general me gusta más que la Baja Fantasía del mundo de Warhammer. Si pudiera elegir vivir en un universo fantástico seguramente elegiría el de los Elder Scrolls, pero si no, sería la Tierra Media. Desde luego, donde no querría vivir es en el Viejo Mundo.

Sin embargo, su atractivo narrativo es también, en cierta forma, una limitación. El universo de los Elder Scrolls está sorprendentemente definido y es muy extenso, pero por su propia naturaleza es también muy abierto, por lo que puedo montarme tranquilamente hilos narrativos como el de la campaña del Refugio del Cuervo. El Viejo Mundo en realidad está relativamente poco explorado, la mayoría del Trasfondo se repite de edición en edición desde cuarta y hay pocos añadidos, por lo que puedo crear personajes de cierto poder e influencia como Chantal sin que desentonen. No sucede eso en el Señor de los Anillos, que tiene un hilo narrativo claro, unos protagonistas definidos, una mitología inmensa respaldándole con el Silmarillion y el vértigo de que ya no estás metiéndote en la historia que con mayor o menor acierto han creado unos tipos con intención de vender miniaturas, sino en la de un titán como Tolkien.

A mí lo que me gusta con esto de los wargames es contar historias, y para que las historias queden creíbles (dentro de que es fantasía y creíble en sentido estricto no es nada de lo que se cuenta) y bien estructuradas hay que limitarse más de lo que te limitan las reglas de un wargame. Ya en Fantasy o Infinity me cuesta usar personajes con nombre, muchas veces por escala, porque veo raro a Karl Franz liderando un ejército de mierda para detener una incursión de hombres bestia en una aldea. Pero en ESDLA está el problema añadido de que esa gente ya tiene su historia. La vida de Karl Franz no está narrada al detalle, pero la vida de Aragorn es conocida desde que es un montaraz en el Norte hasta que es coronado Rey de Gondor. Usarlo en una batalla que no tuviera nada que ver con su historia me parecería raro, y no descarto hacerlo alguna vez por probar, pero sé que no lo voy a disfrutar plenamente.

En todo caso, siempre puedo recurrir a personajes sin nombre, o incluso a algún Nazgul solitario, que salvo el Rey Brujo no tienen nombre ni historia demasiado definida de todo lo que hacen todo el rato (las cosas que se inventó GW del Corruptor, el Traidor, etc... las voy a obviar). Y como tenía ganas de probar el juego, le pedí a un compañero de Antebellum que me enseñara. Después de echar un Mordheim, en el que sus mercenarios apalizaron salvajemente a mis hombres bestia, nos pusimos a ello.

Mi colega llevó Gondor, y a mí me asignó una mezcla de haradrim con hombres del Este, lo que me pareció genial porque de hacerme un ejército probablemente sería de ellos aunque solo sea por lo mucho que molan las miniaturas. De hecho, la base de mis hombres de Froster Scrolls son hombres del Este. Jugamos simplemente a matarnos, sin complicarnos la vida, que además en este juego matar ya es bastante complicado de por sí.

En la lista que me habían diseñado yo tenía muchos arqueros, que por lo que vi tienen una utilidad moderada, incluso los de Harad pudiendo repetir los 1. Lo bueno es que siendo del bando de la Oscuridad pude disparar sobre el combate, y vaya si lo hice. No maté a ninguno de los míos, pero tampoco recuerdo matar a demasiados soldados de Gondor.

Haradrims asaeteando soldados de Gondor, sin mucho éxito

En la batalla, presioné por el centro, y al principio parecía que las cosas podían salir bien, gracias a una mezcla de tremenda dureza por parte de los hombres del Este y a un capitán haradrim que estaba verdaderamente inspirado ese día. Los defensores de Gondor iban poco a poco cediendo terreno, y parecía que los sirvientes del Señor Oscuro acabarían por sobrepasarlos.

Melé central estilo Blood Bowl

Pero mi flanco derecho tenía muchos arqueros, que no consiguieron detener con sus flechas a los soldados de Gondor que se aproximaban por ese lado, con lo que acabaron generando superioridad numérica.

El bando de la Oscuridad acaba siendo rodeado

Las tornas se decantaron lentamente del lado de la Luz, y si no lo hicieron con mayor rapidez fue gracias a la actuación estelar del capitán de los hombres del Este y, sobre todo, del Haradrim. El colega logró matar como a cinco o seis hombres de Gondor. Ninguno de los dos cayó, incluso aunque estuvieran rodeados, pero ni siquiera su ansia asesina podía contener la furia de los defensores de la Luz.

El Capitán haradrim reventando gente como un fenómeno

Además, en un bosque de mi flanco derecho los hombres del Este se encontraron con un capitán de Gondor apoyado por dos o tres soldados más, quienes acabaron imponiéndose sobre los sirvientes de Sauron. Finalmente dimos por concluida la partida en un momento en que yo había matado a unos 12 de los 33 hombres de mi colega y él a 18 de mis 34.

El último hombre del Este es ajusticiado por el capitán de Gondor

En definitiva, un juego bastante interesante. Me alegra haberlo probado, aunque sea de forma básica, y poder tacharlo de la lista de juegos que tengo pendientes. Tampoco descarto incluso hacerme una pequeña fuerza con la que poder jugar de vez en cuando. Si es así, lo iréis viendo por aquí.