domingo, 24 de octubre de 2021

Protego nos in proelio

Saludos a todos, damas y caballeros.

Seguimos con las partidas combatidas en el torneo de Infinity de hace una semana. Tras describir aquí, narrativamente, la primera de ellas, contra los caledonios de Roco, hoy toca hablar de la partida contra los corregidoreños de Laconius. El primer y el último warcor de Almería, si hubiera aparecido también Emilio aka Merongrorn seguramente hubiera jugado contra él también visto que la cosa iba de warcors, pero no pudo acercarse.

Una mesa extraordinaria. ¿Imita al desierto de Tabernas? Puede ser...

Describir las cosas de forma narrativa me obliga a tomar ciertas licencias por mor de la coherencia, pero lo cierto es que fue una partida disputada hasta la última orden: jugamos la misión "Borrado de Memoria", y Laconius había hecho las listas de forma aleatoria por aquello de ser el organizador del torneo, con lo que tenía muy pocas opciones de destruir mis servidores, mientras que yo tenía unos tres caballeros con espadas muy afiladas. Sin embargo, se defendió como gato panza arriba y evitó que llegara hasta ellas, y si no empatamos fue porque, en su última orden, un Evader no consiguió activar una consola.

Os dejo con la narración de la partida. Espero que os guste.

El enfrentamiento contra los caledonios no fue el único que debimos soportar frente a otras potencias humanas en aquellos días. Aprovechando la relativa paz que se vivía respecto a las actuaciones del Ejército Combinado, los nómadas llevaron a cabo una serie de operaciones encubiertas intentando reemplazar nodos de Maya por nodos de Arachne, con el objetivo de controlar mejor las comunicaciones en tierra. No en vano, los nómadas creen que Aleph y el Ejército Combinado trabajan de manera conjunta para someter a la Humanidad. Una creencia ciertamente extraña, aunque seguramente no sea la más extraña de todas las que sostienen esos individuos sin tierra…


Sea como fuere, lo cierto es que un comando de Corregidor intentó ejecutar esta actuación en un nodo de comunicaciones menor cerca de nuestra fortaleza-monasterio. En circunstancias normales sería Aleph quien se encargara de la defensa de su propia infraestructura, pero dada la mayor cercanía de nuestras tropas (el nodo no contaba con una guarnición propia de Aleph por ser de poca envergadura) y la dependencia que teníamos de ese nodo para no perder contacto con la IA, nos vimos obligados a defenderla por nuestra cuenta.

Era evidente que los corregidoreños no esperaban un contraataque, quizá porque no contaban con que los soldados de PanOceanía tomaran las armas para evitar su operación. No obstante, en el Mando Jurisdiccional de Corregidor son gente indudablemente dura, y supieron organizarse rápidamente: tanto fue así que una wildcat equipada con un lanzacohetes fue capaz de abortar el ataque del guardia suizo, quemando su armadura hasta el punto de volverla inútil para el combate.

La wildcat tomó la iniciativa y trató de causar tanto daño como fuera posible entre nuestras tropas mientras el resto del comando nómada buscaba cumplir con su objetivo. Avanzando astutamente para evitar la vigilancia de nuestro nisse, consiguió acabar con una fusilera sanitaria y puso bajo intenso fuego al Hermano Rodrigo, de la Orden de Santiago. De no ser por un certero disparo del Hermano Sebastián, de la Orden de Predicadores, podría haber causado un daño mucho mayor.

Este respiro proporcionado por la caída de la widlcat permitió que el Hermano Rodrigo avanzara y neutralizara a los dos hackers nómadas que formaban parte del comando y con los cuales los corregidoreños confiaban para llevar a cabo su misión. Su eliminación mermó considerablemente las posibilidades de victoria de los nómadas, quienes comenzaron a plantear su retirada…

La cual fue cubierta nada menos que por el Señor Masacre, quien formaba parte del comando. Masacre consiguió inmovilizar y aislar a Lorena Guareschi, la caballero de justicia que comandaba nuestras tropas, dejándonos sin su guía, y abatió al Hermano Rodrigo, quien había sufrido anteriormente para poder acabar con los hackers nómadas.


Finalmente, el croc man trató de acabar con Masacre, pero ni siquiera su dispositivo de camuflaje termo-óptico sirvió para prevalecer frente al curtido mercenario. En todo caso, los corregidoreños habían encontrado más oposición de la que esperaban y habían perdido cualquier oportunidad de llevar a cabo su plan, con lo que, cubiertos por Masacre, se retiraron entre las sombras

Lo dicho, una partida muy disputada y muy entretenida. Corregidor siempre ha sido una de las facciones que me llamaban la atención, aunque mi incursión en los mundos nómadas fue con Tunguska, pero me gustó mucho enfrentarme a ellos.

Pronto os traeré la tercera y última partida. Hasta entonces!

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