Dementes y rabiosos: los adoradores del sabueso

Saludos a todos, damas y caballeros.

Hace poco más de un año publiqué esta entrada sobre las ampliaciones que preveía en mi ejército caótico de Warhammer Fantasy, al cual había dado por terminado mucho tiempo antes, por supuesto de forma tan ilusoria que en realidad no me creía ni yo. En un comentario Pueblic, a quien saludo, dijo que en realidad una ampliación de proyecto podía convertirse fácilmente en un nuevo proyecto si tenía una personalización y Trasfondo suficientemente diferenciados. La verdad es que fue un mensaje premonitorio y, como es habitual en él, con mucha razón.

Lo que yo tenía en mente era ya entonces la segunda campaña en las Tierras del Sur, campaña que acabaríamos jugando, por supuesto. Últimamente anda un poco parada, pero eso no tiene mayor trascendencia porque lo bueno de estas campañas es que se pueden activar y reactivar a voluntad. En esa campaña yo quise llevar un ejército de cultistas dementes de Khorne (usando las reglas de los Kurgan de Warhammer Reforged), los habitantes de la Fortaleza de los Condenados, homenaje poco disimulado al templo maldito de la segunda peli de Indiana Jones (quizá la más floja de la trilogía original, pero no por ello mala).

El caso es que para ello tenía que darle a los pinceles. No demasiado, porque al final jugamos con ejércitos pequeños, pero sí lo suficiente para meter las unidades propias de los Kurgan que no tenía. Además, cumpliendo con el comentario de Pueblic, éste es un proyecto que en realidad está muy diferenciado de la fuente original de la que parte, porque si ahí eran adoradores de Khorne que combatían en los desiertos del Caos, aquí también son adoradores de Khorne pero combatiendo en la jungla. Eso quiere decir que el concepto del ejército tiene que ser necesariamente más ligero, porque por muy guerrero del Caos que seas si vas con una armadura de sesenta kilos o te cueces en ella o te vas al fondo en cuanto pilles una zona pantanosa, y que además tenía que variar en las peanas, porque las que hice al principio tenían nieve, que no pegan un carajo en las Tierras del Sur.

Con lo que he construido un ejército nuevo casi "de cero", cosa que entrecomillo porque sigue habiendo unidades que puedo usar más o menos indistintamente en el ejército original del norte, salvando el detalle de las peanas. Peanas que tendré que decorar en estos de alguna forma aparte de con pintura que simula tierra. En cualquier caso, os voy dejando con los individuos que componen este nuevo destacamento de caóticos sureños.

Caudillos

No me voy a detener demasiado en ellos porque tengo previsto hacer una entrada explicándolos con más detalle y metiéndome en su Trasfondo. Me limito a decir que, cada uno en su estilo, me parece que son unos auténticos miniaturones. Si tuviera que quedarme con solo uno de ellos sería con el gnoll de Reaper, quien queda maravilloso como paladín de Khorne por la cabeza de animal, pero que encima encaja de lujo en las Tierras del Sur (que es básicamente África) porque ese animal es una hiena y porque el resto de elementos tienen un toque africano molón. De las mejores compras que he hecho en los últimos años.

Hostigadores

Siempre he dicho que Warcry ha traído miniaturas absolutamente espectaculares, y me duele que hayan descatalogado buena parte de ellas. Pero es que los socios estos de Karanak tenían que caer sí o sí, porque son exactamente lo mismo que mis tropas a efectos narrativos: gente que adora a Khorne bajo la forma del mastín. Bueno, no sé si estos adoran a Karanak en realidad, pero para el caso viene a ser lo mismo. La única pega es que las minis tienen una escala más bien tocha, especialmente el que hace de jefe de unidad, pero en una unidad de hostigadores se nota menos. Para terminar de completar la adecuación a mi Trasfondo, el jefe de unidad lleva armas que parecen saqueadas a los hombres lagarto. Es que ni hecho adrede.

Mastines

Otra unidad para la que me han venido de lujo los chalaos estos de Karanak es para los mastines, los cuales debía tener en un ejército que adora la forma del mastín de Khorne y que por tanto está especializado en criar estos animales. En el libro de ejército de los kurgan, los mastines están acompañados por un señor de las bestias, que es un humano pero que mueve como un perro. Esto siempre me ha parecido un poco trambólico desde un  punto de vista conceptual, pero en la banda de Warcry viene la exacta definición de lo que es un humano que mueve como un perro porque está firmemente convencido de que es un perro. Genio y figura. Grande entre los grandes. Por lo demás, los mastines son los metálicos de sexta, de los que no sé por qué tengo un cojón, y pocos me parecen porque son miniaturones.

Bárbaros/cultistas con hachas enormes

Siempre me han llamado la atención los bárbaros de Khorne que sacaron hace ya casi diez años (cómo pasa el tiempo) en la primera edición de Age of Sigmar. Respetan bastante bien el paradigma de bárbaro ultramazado, lo actualizan, y además le quitan rasgos distintivos más propios de los nórdicos, con lo que ya antes de comprarlos tenía la intuición de que encajarían bien como cultistas de los desiertos del sur. La verdad es que cuando los compré y pinté solo reforzaron esta opinión, porque además son relativamente fáciles de encajar en formación, con lo que de lujo. No descarto hacerme con otra unidad de estos, porque cuando tengo que meter dos unidades de infantería tengo que recurrir a bárbaros de los de 1999, que molan un cojón pero los tengo con peana de nieve y tienen una estética más nórdica. Éstos a veces los uso como kurgan normales y a veces como kurgan consagrados, según se dé el día.

Jinetes consagrados

Regalo de Malvador al que le he dado algún toque un poco de Khorne, estos tipos son jinetes bárbaros normales conversionados para resultar más amenazadores con los yelmos y las lanzas, motivo por el que los uso como jinetes consagrados. Para los símbolos del estandarte me inspiré en los que le pintaron al bueno de Schwarzenegger en Conan el bárbaro, destacando, por supuesto, el indalo almeriense.

Altar de guerra

Más que un altar de guerra es un carro tirado por un rinoceronte peludo, pero como eso le quita bastante mística al asunto lo dejaremos como está. Es otra unidad que procede del ejército de Malvador, a quien me he especializado en comprarle proyectos para darles la vuelta totalmente. Así, éstos iban a ser nórdicos de Slaanesh, pero han acabado siendo sureños de Khorne. Cosas que pasan. La verdad es que, salvo porque el bicho que tira del carro es quizá un poco demasiado peludo para pertenecer a latitudes tan cálidas, por lo demás no desentona y además mola mucho.

Engendros

A partir de aquí comenzamos a entrar en cosas que no tenía pensadas específicamente para este proyecto pero que también vienen bien. Concretamente estos dos engendros se pueden usar en cualquier entorno, y de ello uno de ellos es claramente de Tzeentch, lo que indica que estaba pensado para otro proyecto. No obstante, como acertadamente dicen los colegas del Troglablog es en realidad una cacatúa del Caos (brutal pit parrot en palabras de Malvador), con lo que sigue encajando bien en un entorno sureño.

Megaengendro

En reglas se llama engendro monstruoso pero eso no tiene mucho sentido, todos los engendros son monstruosos. Tontadas aparte, este es otro de esos monstruos que pueden servir para otros proyectos (de hecho lo tengo pintado desde hace muchos años) pero que perfectamente entran aquí. Me encanta su rollo lovecraftiano, no en vano es un retoño de Shub-Niggurath comprado, cómo no, en Reaper. Maravilloso para extender la locura y el dolor y a un precio inigualable.

Gigante

Otro monstruo de Reaper, otro que puede encajar para varios proyectos, entre ellos el que nos ocupa. La particularidad de este socio es que es un gigante pequeño, por contradictorio que suene eso. Cuando lo tuve en mano vi que era poco más que un ogro muy tocho, pero en realidad también era demasiado tocho para ser ogro, con lo que se quedaba ahí en tierra de nadie. Todavía tengo pendiente compararlo con un gigante de sexta, porque yo creo que ahí la comparativa mostraría que no hay tanta divergencia y que el problema viene más del gigantismo (¿lo pilláis?) de las minis recientes de GW. En cualquier caso, para jugar con los colegas da más que de sobra, y por lo demás es una mini ehselente con su tronco arrancao de cuajo y su cara de que no va a tener el más mínimo reparo en usarlo.

Pues esto es lo que hay, que no es poco. Para jugar una campaña a pocos puntos me da de sobra, pero si quisiera usarlos a 2000 o incluso 1500 puntos es probable que el ejército dejara de ser jugable por el porcentaje de básicas. Quería haber solventado esto con una caja de jinetes bárbaros pero los han retirado y los nuevos que han sacado ya se van de escala y seguramente de capacidad de formar, lo que me ha trastocado un poco los planes porque lo suyo en una fuerza de incursores del desierto es que haya mucho caballo (o camello, ya puestos) y mucha movilidad. No descarto ponerme a bichear por ebay a ver si saco algo, pero no lo tengo como objetivo prioritario. También es posible que me acabe comprando otra unidad de bárbaros de esos de Khorne, que son muy majos, pero de nuevo, no es mi objetivo prioritario.

Quedo pendiente de mostraros con detalle a los caudillos, cada uno con su Trasfondo, como debe ser. Pronto vendrá esa entrada. ¡Hasta entonces!