Saludos a todos, damas y caballeros.
El año pasado fue un año en que pude culminar muchas campañas que llevaban pendientes desde hacía mucho tiempo, pero siempre se quedan cosas en el tintero. Una de ellas era la campaña "Una Daga en la Oscuridad", que habíamos comenzado Chernov y yo tres años atrás y que se había quedado descolgada entre que ambos nos habíamos mudado a ciudades diferentes y que habíamos dejado un poco de lado Infinity. Pero ahora, con los dos viviendo temporalmente en Madrid y habiendo retomado Infinity con fuerza (al menos yo) llegaba el momento de cerrar esta historia entre mis valientes Órdenes Militares y sus pérfidos Shasvastii.
Narrativamente, la campaña trataba sobre el desembarco de un alto oficial de la flota panoceánica en Concilium y los esfuerzos de un comando infiltrador Shasvastii por asesinarlo. Como hemos hablado alguna vez, ese Trasfondo se ha quedado ya anticuado en una, para mí, muy interesante resolución del problema del malvado invencible, del que hablaré en algún momento estos días (efectivamente, eso es una amenaza). Pero eso es otra historia. De momento, veamos si los insidiosos Shasvastii consiguen cumplir con su misión de asesinato o si mis valientes caballeros de Cristo frustran sus planes.
La lista con la que yo me presenté era la siguiente:
Mientras que Chernov trajo esta respetable colección de malajes:
Dado que había ganado la partida anterior, gané automáticamente la tirada de teniente y elegí jugar primero, por lo que también desplegué primero donde Chernov me dijo.
Turno 1 Órdenes Militares
Lo primero que hice fue tratar de deshacerme del molesto Haiduk con el hospitalario HMG, pero vi que la distancia era mala e iba a 5, con lo que iba a ser complicado. De hecho, el hospitalario se comió una herida...
Así que, antes de que muriera, decidí encomendarle la labor a un trinitario francotirador en despliegue oculto, labor que cumplió sobradamente.
Una vez despejado el camino, el pathfinder avanzó hasta la consola que tenía más cerca y la activó.
Elegí a uno de los HVT y tuve la suerte de que era el designado, así que mandé al otro trinitario para allá...
Y le metió un escopetazo en toda la cara, lo que siempre es una buena cosa, aunque a cambio un taigha esquivara y se trabara con él (ella en este caso, pero vamos, iba a morir igual)
Por último, avancé el haris formado por el Santiago hacker y los dos hospitalarios, y ya que estaba aproveché para que el hospitalario médico curara a su compañero, que para eso son del Orden del Hospital.
Turno 1 Shasvastii
Lo primero que sucedió fue que se juntaron no uno sino dos taigha a comerse a la trinitaria, cosa que resultó bastante inevitable aunque hayan empeorado mucho a los pobres bichos desde que salieron en N4.
En la fase impetuosa, otro de ellos se acercó al Pathfinder, que por suerte le pudo meter un tiro de fusil combi y neutralizar la amenaza.
Tras ello, un malvado Caliban armado con spitfire apareció y se cargó al trinitario francotirador. Mira que me gustan los trinitarios desde siempre, desde que eran sargentos de orden con TO... pues ya me habían matado a los dos.
Decidido a seguir haciendo el mal, Chernov mandó otro taigha contra el Peacemaker...
La mina explotó y entre eso y el pulzar del propio Peacemaker el bichillo se fue a la puta, pero también mi remoto.
Por último, Chernov dejó a un taigha amenazando a mi haris en caso de que quisiera moverse...
Y sacó al amortajado hacker para inmovilizar al Pathfinder, reventarlo con el fusil combi y recamuflarlo a él y al Caliban spitfire.
Turno 2 Órdenes Militares
Lo bueno es que Chernov no había usado su turno para activar consolas ni matar civiles, con lo que seguía ganando ampliamente. Lo malo es que me había matado unas cuantas piezas clave, particularmente a los dos trinitarios, lo que me complicaba un poco la vida. Por suerte, siempre se puede contar con un caballero de Santiago, y así lo hice.
Rompiendo el haris para que el taigha no pudiera aprovechar y trabarse con el hospitalario HMG, avancé con el caballero de Santiago. El amortajado decidió revelarse y tratar de aislarlo, pero fue una mala decisión y acabó con el cerebro frito.
Tras eso, el taigha consiguió esquivar hasta trabarse con el caballero, pero éste lo dejó seco de un buen espadazo.
Una vez despejado el camino avancé con él hasta la controla central y desvelé al HVT más cercano.
Y, ya que estaba, llegué hasta él y lo maté. En el camino me comí una mina, pero la armadura protegió al caballero, y dado que era mi última orden el Caliban spitfire se reveló y le disparó, pero no le hizo nada.
¡Santiago y cierra España!
Turno 2 Shasvastii
Una vez pasado el momento eufórico con el Santiago, que no falla nunca, Chernov se dio cuenta de que si había algo que tenía que hacer era matar a ese caballero. El Caliban spitfire se puso a ello...
Y lo consiguió, aunque de paso murió también gracias al nanopulser del caballero.
Una vez resuelto ese problema, Chernov mandó a otro de sus Caliban, el ingeniero en este caso, a activar una consola y desvelar una HVT, que no era el designado.
En cualquier caso la mató y además de forma particularmente horrible, pues usó el proteion para comérsela viva. Cosas de los Shasvastii.
Turno 3 Órdenes Militares
La mayor amenaza que tenía Chernov para darle la vuelta a la partida, al menos que yo pudiera ver, era precisamente ese Caliban ingeniero, por lo que mandé al dominico a por él, lo que es garantía de éxito. Pero, en cuanto se movió el core...
¡Apareció un pérfido Noctífero! Tuve bastante suerte y conseguí esquivar con todo el mundo, pero eso ya me iba a suponer un problema serio. Afortunadamente el dominico pudo quitarse de en medio con un movimiento cauteloso, y llegó hasta el Caliban.
El noctífero me veía, con lo que solo iba a tener una oportunidad. Se lio ahí una balasera buena en la que murió el dominico por el misil del noctífero, pero al menos el Caliban también palmó. Cómo los odio...
Por último, puse en fuego de supresión a todo el que podía en torno al HVT designado (que era el que estaba pintado como oficial de la flota, para darle el sentido narrativo pertinente)
Turno 3 Shasvastii
A Chernov todavía le quedaba un as en la manga en forma de soldado semilla sanitario. Activó una consola y después tuvo el mal juicio de elegir mal, pues escogió la HVT que no era el objetivo designado. Ya le dije que si tenía a todos en fuego de supresión en torno a uno, era probable que ese fuera el objetivo, pero llevábamos unas cuantas cervezas ya en el cuerpo, todo sea dicho.
El caso es que se cargó a esa HVT, muriendo en el proceso por el fuego de supresión del Santiago spitfire (mi teniente) y después se enzarzó en un duelo de lanzamisiles con mi teutón, duelo que contra todo pronóstico ganó el teutón.
Resultado: victoria de las Órdenes Militares 8-3
Con esto terminamos esta campaña, con victoria, como debe ser, de los buenos. Empezó muy cuesta arriba con una derrota brutal a manos de las lagartijas en la primera partida, pero después gané yo la segunda y ahora esta. Ambas victorias han sido en realidad por detalles, y provocadas en no menor medida por el hecho de que yo creo que las únicas partidas que Chernov ha jugado a Infinity han sido estas dos, y ésta ha sido la primera a N5, mientras que yo, gracias a las ligas de GT Norte, he podido jugar con más frecuencia. Infinity es un juego muy complejo que penaliza el no jugar con frecuencia, y eso es lo que me ha concedido la victoria, más que mi habilidad táctica.
En cualquier caso, eso tiene fácil arreglo: jugar más a Infinity. La caja de Sandtrap ha sido una bendición porque yo siempre he tenido panocos y Chernov siempre ha tenido japos, por lo que venía que ni pintada. Y a los dos nos gusta el desierto y el Trasfondo, con lo que... ¿podemos pensar en una campaña inminente entre Kestrel y JSA? Ya veremos...
¡Hasta entonces!
En cuanto tenga suficientes japoneses desérticos. Ya estoy pensando como pintarlos rápidamente…
ResponderEliminarEl guante está lanzado. Nada mejor que reeditar el frente del Pacífico entre australianos y japos, pero en un planeta desértico del futuro. Ciertamente sensual.
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