Saludos a todos, damas y caballeros.
Gaslands da mucho juego a la hora de hacer conversiones a cada cual más loca y buscarse Trasfondos delirantes, cosas ambas que nos encantan a todos los miembros del Troglablog. Ya demostré esto con esta entrada sobre mis facciones en Gaslands, y quien más lejos lo ha llevado ha sido Clavy (quien fue, de hecho, quien nos convenció para probar este juego) con sus dos entradas sobre su garaje. Ya en la primera le propuse hacer una sección de coches de leyenda, y sé que a otros les ha molado la idea. No obstante, como son unos melones y no se van a poner a ello, comienzo yo y así al menos les doy una plantilla sobre la que trabajar. Cohone ya.
Algunos hinchas locales yendo a ver la carrera de Gaslands del sábado, según Malvador. Subidos en una buena selección de coches de leyenda, añado yo. |
La idea es hacer coches de leyenda, y en este caso realmente estaríamos hablando más bien de un piloto/conductor de leyenda, que sería Sir Héctor. Pero bueno, esa es una distinción menor. Sir Héctor es el caballero-piloto que he usado en la inmensa mayoría de mis partidas, un auténtico pirómano al que no conviene acercarse demasiado... aunque debo decir que hace tiempo que no quema a nadie, lo cual es decepcionante. Pero tarde o temprano volverá.
Dicho lo cual, os dejo con el primero de estos coches de leyenda. Espero que os guste.
Historia: Sir Héctor es uno de los caballeros-piloto de NeoCamelot, la organización que surgió tras el Cataclismo, reagrupándose en torno a lo que quedaba de la Iglesia Católica y estableciendo una sociedad basada en la legendaria corte del rey Arturo. En este contexto, los conductores de los coches de combate asumen el papel que en el mito artúrico habían asumido los caballeros, siendo los defensores del "Reino" de NeoCamelot y, por extensión, de la Cristiandad.
El coche, obra de Clavy |
El carácter de estos caballeros es tan variado como el de las leyendas originarias, teniendo cada uno de ellos su carisma particular y su personalidad. Sir Héctor es un hombre de alegría tan expansiva como su oronda barriga, que disfruta del buen comer, el buen beber y las buenas justas. Es un tipo honrado, sin maldad ni doblez, bastante directo y contundente en sus opiniones y muy sincero, aunque también sabe cuándo debe callar. Se trata también de un hombre hospitalario, del cual siempre se puede esperar que ofrezca acomodo al viajero en la torre norte de sus propiedades, que es especial para los invitados.
El "auténtico" Sir Héctor, indignado ante el uso de magia negra en su cosina |
Este carácter tan bondadoso es el que ha hecho que, pese a ser también un pirómano salvaje, se haya ganado la amistad o cuanto menos el respeto de muchos otros pilotos en las justas. Esto es especialmente cierto para el caso de los pilotos de Turboflame & Malvador Motors, unos tarados insensatos "liderados" por un pacifista cuyo único deseo es cruzar la línea de meta mientras su coche está prendido en llamas. Teniendo en cuenta la forma de ser de ambos, es normal que los pilotos de T&M sientan un gran respeto por Sir Eréctor, como ellos lo conocen, mientras que Sir Héctor por su parte también los considera "gente que sabe hacer fiestas, al menos para ser paganos".
Actuaciones notables: el momento de mayor gloria destructiva de Sir Héctor tuvo lugar en la Carrera de Halloween del año 19 o, como la conocen los caballeros-piloto, la Gran Justa de la Víspera de Todos los Santos del año 19. La carrera fue ganada por Meteoro Ardiente, de Turboflame & Malvador Motors, pero eso se debió en buena medida a que Sir Héctor destruyó él solo a casi todos sus rivales. Usando su técnica preferida de forzar el nitro y alcanzar con ello a sus contendientes, tuvo la fortuna de alcanzar a Klaus y Klein y también al archifamoso Demented Rhino, volatilizando a ambos en una bola de fuego brutal y conmovedora.
Un testimonio de tiempos más bárbaros en los que jugábamos sin tapete |
Desafortunadamente, la explosión resultante de semejante nivel de holocausto flamígero alcanzó también a su escudero, el chico Job, quien acababa de recuperarse de unas paperas y acabó convertido en un esqueleto carbonizado. Al menos tuvo la oportunidad de ver la gloria de cerca antes de morir.
Como era de esperar, una vez lograda la carnicería Sir Héctor se volvió directamente a NeoCamelot, sin molestarse en intentar competir la carrera, ni tan siquiera en cruzar las puertas.
Estilo de conducción: los caballeros-piloto conciben la competición como una justa más que como una demostración de velocidad o habilidad, por lo que sus capacidades al volante no son las más extraordinarias. Incluso en aquellos enfrentamientos que son carreras en sentido estricto, es habitual que los caballeros de NeoCamelot ignoren el trazado predeterminado y se dediquen a tomar atajos con los que llegar antes a sus contrincantes y volarlos por los aires.
Sir Héctor no es una excepción, y su estilo de conducción es sorprendentemente prudente, intentando no hacer maniobras demasiado exageradas precisamente porque conoce sus límites. No obstante, su arma es un lanzallamas, el cual tiene corto alcance, motivo por el que ha desarrollado una maniobra bastante agresiva que consiste en acelerar al máximo con el nitro y situarse cerca del vehículo al que quiere bañar en llamas purificadoras. Esto hace que sus rivales se sientan intranquilos ante su presencia, pues incluso si sus mayores habilidades o velocidad le permiten estar aparentemente fuera del alcance del caballero, un buen acelerón en un momento concreto puede acabar con esa ventaja rápidamente. No obstante, no es menos cierto que se trata de una maniobra arriesgada, y de hecho en alguna ocasión lo único que ha conseguido Sir Héctor es avanzar demasiado y quedar después a merced del coche al que pretendía destruir sin haber tenido tiempo de enchufarle antes con el lanzallamas.
Sir Héctor estuvo aquí |
Grandes enemistades: Sir Héctor es un hombre bonachón y festivo que difícilmente forjará grandes enemistades, pues no está en su carácter. En las justas tiende a intercambiar disparos con cierta frecuencia tanto con el Señor Arlon como con los rusos del C.H.E.R.N.O.B.Y.L, pero lo hace sin ninguna animadversión particular, al menos por su parte.
Solo ha habido dos excepciones a esta actitud, al menos por el momento. En primer lugar, Sir Héctor desarrolló una gran enemistad con los policías Klaus y Klein, por dos motivos fundamentales: en primer lugar, los policías pretendían tener jurisdicción sobre NeoCamelot y por consiguiente los caballeros-piloto, pretensión que Sir Héctor negaba, pues consideraba que solo estaba sujeto a las normas eclesiásticas de NeoCamelot y al código de caballería. Es decir, era una reedición postapocalíptica del debate que acabó con el martirio de Santo Tomás Beckett. Por otra parte, Klaus y Klein eran profundamente racistas, algo que desagradaba a Sir Héctor, quien consideraba que todas las personas merecían recibir la llama purificadora y no solo las de una raza en concreto.
La única persona que es verdaderamente capaz de turbar la paz espiritual de Sir Héctor es la bruja conocida como Madame Mim. Todo caballero de NeoCamelot ha jurado por su vida acabar con ella, y si en algún momento Sir Héctor y la hechicera se encontraran, bien sabe Dios que haría todo lo posible por aniquilarla.
Reglas:
- Vehículo: coche
- Equipo: lanzallamas frontal, nitro.
- Habilidades:
- Loader: puede reducir el valor de la tripulación en uno y ganar un +1 a los impactos con su arma.
- Fully loaded: si el marcador de munición tiene un valor de 3 o más, añade +1 dado de ataque con el arma.
- Rapid fire: una vez por ronda, tras atacar con un arma, puede resolver un ataque de disparo adicional con la misma arma.
- Cover me: una vez por activación puede quitarse un marcador de peligro y pasárselo a un vehículo amigo a distancia doble.
- Coste: 30 latas
Pues hasta aquí Sir Héctor, un auténtico y genuino fenómeno. Seguro que pronto vendrán muchos otros, a cada cual más carismático.
¡Hasta entonces!
¡Salve Sir Eréctor! Como decían en "El Cuervo"... ¡Fuego a tope! ¡Fuego a tope! ¡Fuego a tope!
ResponderEliminarJajajajajajajaja... es un buen canto, efectivamente.
Eliminar¡Salve!
Sir Héctor tiene el enorme mérito de ser considerado por todos nosotros como un cabrón peligroso pero a la vez ser querido. Y creo que es porque siempre juega limpio (será por aquello de que el fuego purifica y esas cosas), nada de trucos como hacen otros participantes de la campaña (que si maniobras estrambóticas, que si autorreparaciones, que si cochecitos bomba teledirigidos...). Si Sir Héctor te enchufa con su lanzallamas es porque ha llegado limpiamente hasta ti (para mí el uso del nitro es el equivalente a espolear al caballo).
ResponderEliminar(Tengo que confesar que me dolió un poco destruirle el coche en la última partida, pero precisamente por eso la venganza de su escudero me pareció totalmente justa). xD
Es que hay cada cafre suelto por ahí... xD
EliminarPor suerte, Sir Héctor es un buen caballero cristiano, que reparte amor para todos. Amor en forma de lanzallamas, claro.