Saludos a todos, damas y caballeros.
Por la presente retomamos una tradición del Troglablog que no llegamos a cumplir el año pasado, lo cual es bastante lamentable, y que consiste en pintar alguna miniatura cuya temática pueda ser especialmente adecuada para Halloween o, como lo llama la gente de bien, la Víspera de la Festividad del Día de Todos los Santos. No caigáis en la trampa moderna de tener demasiada prisa como para hablar bien. Cohone ya.
Me disperso. Volviendo al tema, este año solo presentamos miniaturas Clavy y yo. Siendo honestos son miniaturas que pintamos ya de natural y que traemos en este momento por su ambientación, pero ya las cosas que solemos pintar tienden a ser muy tétricas... aunque es verdad que las de este año tienen un toque especial y no las habría hecho de no ser, no por Halloween, sino por el Señor Serviorco, quien es mucho más importante que Jack O´Lantern. Os lo cuento.
SOTER
Partamos de la base del bingo más grande del universo, que pergeñamos unos cuantos con la inspiración decisiva del Señor Serviorco. Entre las muchas ideas de pintado, todas ellas muy interesantes, hay una que me llamó profundamente la atención: "Y no estaba muerto", que consiste en pintar una miniatura viva y su misma versión no muerta.
Ahora nos retrotraemos al año 2017, cuando éramos felices y no lo sabíamos. En ese año estábamos enfrascados en la Segunda Era de Mordheim y jugamos un escenario que era la defensa de Sauerlach, el pueblo/campamento que "los buenos" habían establecido a las afueras de Mordheim para no tener que pasar la noche dentro de los muros de la ciudad maldita, cosa poco recomendable. Uno de los habitantes de ese pueblo era el sacerdote de Morr, el Padre Klopp.
El Padre Klopp en vida |
El asalto a Sauerlach fue brutal y hubo muchas muertes, algunas de las cuales me sirvieron para trazar la historia de mi nigromante Chantal, pues en esa partida murieron su hermana y su amante, una bruja venida de Arabia. Pero también murió el Padre Klopp, y nunca es buena idea morirte cuando hay nigromantes cerca, aunque seas un sacerdote de Morr. Creo que nos fumamos las reglas que nosotros mismos habíamos puesto a tal efecto, pero oye, todo por el bien de la narrativa.
El Padre Klopp en no vida |
La idea de hacer la versión viva y no muerta de este trágico sacerdote siempre ha estado latente, pero se despertó por la confluencia de dos elementos: por un lado, la propuesta del Señor Serviorco. Por otro lado, la maravillosísima caja de cultistas de Frostgrave, que permite hacer exactamente la misma mini viva y muerta. Incluso con una especie de hoz/guadaña, muy adecuada para los sacerdotes del dios de la muerte. Cuando veáis las minis de Clavy veréis también una aplicación interesante de esta caja. No nos patrocina Northstar... ni falta que le hace.
El antes y el después |
¡Esperad, hay más!
Pues sí. Porque otra de las propuestas del Señor Serviorco era el Dreadtober, esto es, pintar un dreadnought en octubre. El caso es que yo tenía desde hace tiempo un dreadnought que me había regalado Fornidson para mis Devoradores de Mundos, pero yo he decidido darle la vuelta y devolvérselo en forma de regalo envenenado.
No pinto la peana para que ya la ponga él como quiera |
En su día, cuando el euro era una novedad y en España se construían aeropuertos en cada capital de provincia, Fornidson hacía Guerreros de Hierro. Ha pasado mucho tiempo y no ha vuelto a coger un pincel desde que dejaron de sacar al Dr. Carballo 24/7 en la tele por cualquier motivo. No sé si es un acto de protesta o que el pincel era su anclaje a la cordura y desde entonces dejó de necesitarlo. Sea como sea, veo poco probable que vuelva a hacerse una hueste de Guerreros de Hierro, pero quién sabe...
"La guerra es el traqueteo del ábaco del contable"
CLAVY
Otro año más cumpliendo con la siniestra tradición de las minis que se desperezan a la noche y con un siseo en los labios avanzan pidiendo...carameeeeelos.
Por pura coincidencia y sin haberlo planeado, mis miniaturas y las de Soter comparten unos cuantos bits, en mi caso este verano me encontraba en la playa con un montón de piezas sobrantes y quise montar algunos "malos malosos" para poder practicar las mecánicas de Dungeons and Dragons (partida que nunca he llegado a montar). Mis piezas eran diversas y no tenían conexión, pero el reto era demasiado interesante por lo que juntando cultistas, soviéticos, esqueletos goblins y yo que sé más pude crear al nigromante y sus guardaespaldas!
Para terminar tan terrible hazaña los pinté con pinturas compradas en un bazar (eran pinturas para cuadros y no para miniaturas, así que en casa les he dado un pequeño retoque y les he puesto cesped que siempre adecenta el resultado).
Mención especial a Andrés Queleto, que sale de los pies del nigromante para pinchar a lo que sea que se esté moviendo delante.
Completa el conjunto una estatua que me regaló este fantástico grupo de colegas hace un par de cumpleaños. Con un pincel seco ha quedado lista para ambientar un clásico cementerio.
¡Nos vemos el próximo y terrorífico año!
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