sábado, 19 de octubre de 2024

Proyecto otoñal: goblins

Saludos a todos, damas y caballeros.

Hay personas a las que les gusta el otoño. No me cuento entre ellos. No me gusta que se acorten los días, que lleguen las tormentas y diluvios ni que se acabe el calor. Y, sin embargo, en mi mente hay muchísimas asociaciones entre las cosas más estrafalarias y el otoño. Quizá, como dije en la entrada anterior, sea un mecanismo de defensa para protegerme del "horror" (exagerando un poco, entendedme) de esta estación. Una de las asociaciones de ideas más extrañas que tengo es con el Oblivion, juegazo donde los haya y que conocí por culpa de Clavy a la vuelta de una vendimia. Desde entonces, cada vez que es temporada de vendimia empiezo una partida. También lo asocio con el terror clásico, aunque en este caso las razones son más evidentes. Y, dentro del mundo de Warhammer, el otoño me recuerda a los goblins.

No sabría decir muy bien por qué. Quizá porque es temporada de setas, quizá porque leyera el libro de orcos y goblins por primera vez en otoño (cosa de la que no estoy seguro, aunque es muy probable). El caso es que solo asocio a los goblins, con lo que quizá tiene que ver con el trasgo/duende de los cuentos "de terror" clásicos y a través de ahí hace el salto a Warhammer. No lo sé y saberlo tampoco iba a cambiar gran cosa. Yo creo que a todos los que jugamos a esto nos gustan los goblins, y de hecho es muestra de bonhomía que así sea, pero a mí me gustan sobre todo en otoño.

Así que siempre he sabido que acabaría haciéndome con un ejército de goblins, pero nunca he tenido mayor prisa por materializar el proyecto. Eso ha cambiado este año por dos motivos. El primero, los fascículos de Stormbringer, que allá por abril o mayo trajeron 20 goblins nocturnos a 11 euros. Era una oferta demasiado buena para resistirse y me compré un par. Luego he ido dejando pasar otras oportunidades buenas relacionadas con los goblins, quizá en un ejercicio de inútil resistencia, pero la semilla ya estaba echada y yo sabía que había caído en tierra fértil. Soy un hombre donde cualquier idea friki lo tiene fácil para germinar y echar raíces. 

El segundo motivo es que este año ya me he pintado un ejército de orkos para 40k. En principio eso debería predisponerme en contra de hacer otro ejército de horda, pero lo cierto es que he disfrutado mucho con ellos y el efecto que ha tenido ha sido justo el contrario, el de quitarme los miedos para meterme en otro proyecto del cojón y medio de minis. O, dicho de otra forma, siento la energía del WAAGH recorriendo mi cuerpo y no creo que pueda fracasar ahora si me pongo a pintar millones de pielesverdes, ni siquiera aburrirme con ellos. Es, por tanto, el momento propicio para continuar pintando de verde el Troglablog, porque el verde ez el mejor, y el Ezte ez verde, y ya puestos seguro que el Okzidente también. 

A lo mejor Dave Gallagher también asocia los goblins con el otoño

En todo caso, lo que sí que no tengo es prisa ninguna en armar este ejército, pues ya tengo cuatro (siendo uno de ellos, el de Khorne, susceptible de ser jugado con al menos un par de subtemáticas diferentes) y a lo largo de un año no juego ni de coña con los cuatro, menos con los cinco que tendré cuando tenga también goblins. Esa es otra razón por la que hasta ahora no había comenzado con los goblins o con cualquiera de los tres o cuatro ejércitos que tarde o temprano acabaré haciendo también (skaven es uno de ellos). Y no me gusta plantearme un proyecto tan profundo sin un cierto orden, porque entonces hay amplias probabilidades de que lo acabe abandonando, lo que me pone muy nervioso porque supondría haber tirado el dinero y sobre todo el tiempo. Y nadie está para desperdiciar ninguna de las dos cosas.

Pero he encontrado una solución para hacer el ejército goblin de forma ordenada y a la vez dilatada en el tiempo: voy a recuperar el estilo de escalada que me llevó a tener un ejército de Khorne y otro de elfos oscuros a ritmo de 500 puntos el trimestre, pero en vez de ser 500 puntos en trimestres diferentes del mismo año, lo haré en el mismo trimestre en diferentes años. O dicho de otra forma: dado que asocio los goblins con el otoño, cada otoño pintaré 500 puntos de ellos. De esta forma no me volveré majara pintando la desmesurada cantidad de goblins que tendría que pintar en un año para tener un ejército mínimamente viable con ellos, y además los cogeré con ganas porque de todos modos la llegada del otoño me llenará de energía del WAAGH. Todo ventajas.

Los primeros 15

Para este primer otoño voy a comenzar, ya que los tengo, con los goblins nocturnos. No he planificado más allá de este año con lo que no sé si haré un ejército exclusivamente de goblins nocturnos o los mezclaré con los comunes, probablemente lo segundo... o quizá dos ejércitos diferentes, si se me va mucho la olla. No lo puedo descartar. Eso ya se verá con el tiempo, de momento lo que pintaré serán 30 lanceros goblin nocturnos, un chamán que los lidere (es un decir) y tres trolls de piedra de acompañamiento... cuando sean capaces de saber dónde están y quiénes son. Es difícil reunir tanta incompetencia en tantas miniaturas, pero al mismo tiempo sus niveles de carisma son muy elevados.

En cuanto al esquema, creo que voy a ceñirme al estilo clásico. He encontrado esquemas por ahí que me han resultado extremadamente molones, como por ejemplo éste que no sé dónde demonios encontré y que le da un toque más feérico y al mismo tiempo más marino que me parece muy sensual...

Ni idea de dónde sale, puede que de DakkaDakka

O este otro que recordaréis los que leyerais la WD a comienzos del milenio, concretamente la 92 (de diciembre de 2002, cuando éramos felices y no lo sabíamos) y que siempre me pareció, no solo un esquema de lo más original, sino también de lo más bonito.

Parte de ese ejército

Con todo, no seré yo quien le reste valor al clasicismo, y el esquema de color tradicional es suficientemente sexy y además no muy complejo, algo que siempre se agradece cuando son muchas mas minis que hay que pintar. Cuando digo clásico incluyo también, como no podía ser de otra forma, las referencias a la época roja y las peanas en verde goblin, nunca más apropiadas. No soy un gran pintor, pero al menos sigo las enseñanzas de los antiguos maestros.

Por último, me gustaría culminar cada trimestre con una partidilla a los puntos que haya pintado. Ya veré si consigo engañar a alguien para ello, quizá a Sir Sedentor con sus bretonianos o elfos silvanos, quizá a los ogros de Broltimer o sus skaven en una lucha en la cumbre... o quizá engañe a alguien diferente cada año. Como digo, ya se verá. Todo lo que haya apareciendo respecto a este proyecto será colgado por aquí, espero que para el deleite de aquellos a quienes les gusten los goblins (que debería ser todo el mundo)

¡Hasta entonces!

2 comentarios:

  1. Tendrán que medirse contra el ejército de Reyes Funerarios que acabo de empezar … (Kernoph)

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    1. Magnífico. Si quieres recuperar el esplendor del antiguo Nehekhara tendrás que dirigirte hacia las Tierras Yermas, que ya sabes que están hasta arriba de pielesverdes... o quizá baje yo a saquear tus pirámides, ya lo veremos.

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