Escalada otoñal de goblins: otoño 2024

Saludos a todos, damas y caballeros. 

En esta entrada hablé de la enésima ida de olla que me llevaba a pintar otro ejército de horda, en este caso goblins, a base de pintar 500 puntos cada otoño. Ya dije que por alguna razón asociaba a los pielesverdes, y concretamente a los goblins, con esta estación, y que en cuanto las hojas comienzan a caer y los días a acortarse, algo de mí me pide que me abandone a la alegre y despreocupada devastación del Waagh. Como bien dijo creo que Cervantes, el corazón tiene razones que la razón no entiende.

Así que finalmente cedí a la parte verde de mi alma y me puse el objetivo de hacer una escalada temática estacional: 500 puntos de goblins cada otoño durante los siguientes X otoños. Ya tenía unos cuantos goblins nocturnos adquiridos gracias al coleccionable de Stormbringer, que es un auténtico peligro (el día en que saquen un coleccionable de The Old World estaré muerto), y entre eso y alguna adquisición adicional he sacado los primeros 500 puntos, en este caso de goblins nocturnos... y trolls, que siempre vienen bien y que tienen un carisma no menor que el de los pequeños goblincillos.

Para empezar, tenemos esta maravillosa unidad de 30 goblins nocturnos, por supuesto con su base de movimiento imantada. Eso es algo que hay que hacer en todos los ejércitos pero en estos de horda se hace más imprescindible hacerlo y hacerlo según se terminan las unidades, es mejor imantar 30 individuos que 300. Como bien dijo Pueblic, la unidad y en general el ejército en sí serán un homenaje a la época roja de GW, un momento de gran felicidad y que en mi cabeza representa muy bien lo que es Warhammer, en la medida en que Warhammer pueda tener una esencia.

Eso sería meternos en un debate filosófico, y para alejarnos de tal abominación no hay nada mejor que un par de goblins fanáticos de los antiguos de Kev Adams. Tengo que decir que para mí no son los mejores, ese honor corresponde (pero además de lejos) al fanático de Talismán que yo llegué a tener a través de los fascículos de Altaya y que me enamoró desde el primer momento. Quizá aquel fue el día que me condenó a hacer lo que estoy haciendo hoy. Sea como sea, aquí van dos socios hasta arriba de cerveza de hongos y de clasicismo, que recibirán a su tercer hermano el próximo otoño (para este ya me pasaba de puntos).

El homenaje a la época roja continúa con estos tres trolls de piedra. En un principio les había pintado el mango de las armas de marrón, pero después decidí que había que ir a full molonidad y los pinté de rojo, para que korran máz. Son miniaturas, como he dicho, con un carisma extraordinario, y en concreto el del medio es igual que uno de los primeros modelos que compramos mi hermano y yo allá por 2002. Teníamos la caja de inicio y él se quedó con los orcos, y aunque no tardó en cambiarlos por altos elfos (y después por vampiros, y ahí se quedó en lo poco que duró su aventura por el frikismo) dio tiempo a comprarse ese troll. De alguna forma tenía una deuda de muchas décadas con él, deuda que ha quedado saldada.

Por último tenemos al chamán que lidera este primer contingente de desharrapados y dementes. Tengo que decir que no me gusta mucho y además se le nota muy moderno, los goblins nocturnos de arriba también lo son pero su estética es más clásica, a este en cambio se le nota que es un personaje "reciente" (de séptima en adelante). Pero bueno, no está mal y no quería quemar la bala de Oddgit tan pronto, tarde o temprano aparecerá, pero ese miniaturón se merece ser un chamán de N3 mínimo. Por de pronto valga este individuo con sus muchos, muuuuuuuuchos detalles.

Por último, una foto de familia al completo.

Pues esto ha sido todo por lo que al otoño de 2024 respecta. Queda pendiente echar una partidilla con ellos, pero dudo que pueda ser antes de que termine el año. Estoy teniendo un fin de año que espero olvidar cuanto antes. En todo caso, cuando pueda echar una partidica con ellos aparecerán por aquí, y dentro de unos nueve/diez meses volveremos a la carga con los 500 puntos del otoño de 2025. Ya veré qué se me ocurre para entonces.

En cualquier caso, nos veremos por aquí antes. ¡Un abrazo!