Saludos a todos, damas y caballeros.
Tras haber publicado la entrada sobre la campaña estilo quinta edición que hemos ambientado en las Tierras del Sur, os traigo la batalla inaugural de esa partida, la que enfrentó al ejército de la ciudad maldita de Áncrama con la expedición formada por la improbable pareja de nigromantes árabes al servicio de Chantal, Husseyn el Ocultista y Zamira, la Princesa de los Malditos.
Imagen de Adrián Iglesias |
Pese a ser una partida de tamaño reducido, apenas 1250 puntos, la verdad es que dio bastante de sí. Tiramos el escenario aleatoriamente y salió el escenario "sangre y gloria" del reglamento de Warhammer Reforged, que a su vez creo que lo saca de octava, pero Fornidson, viendo que iba a perder había escrito un relato en que se describía un enfrentamiento en un oasis, propuso que jugáramos el escenario homónimo del Manual de Campo para Generales, y no pude negarme a algo que haya salido de tan excelso documento, con lo que hicimos el cambio.
- Zamira, la esclavista de Lashiek: nigromante, nivel 2, caminante del sendero oscuro, báculo de la serpiente (sombrero de la hechicería). Usa nigromancia.
- Husseyn Hazred, el Ocultista: nigromante, nivel 2, presencia oscura, báculo llameante de la muerte. Usa el saber de la muerte.
- Los caminantes de las dunas: 25 esqueletos, lanza, escudo, grupo de mando completo
- Los moradores de las arenas: 10 necrófagos, uno de ellos oficial
- Los acechantes: 6 necrófagos
- Los perdidos en la noche: 20 zombis, portaestandarte, músico
- Los heraldos de la muerte: 3 carroñeros
- Los cruzados caídos: 5 caballeros tumularios, lanza funeraria, escudos, barda, grupo de mando completo
- Los señores del desierto: 10 momias, arma a dos manos, grupo de mando completo, señor funerario con amuleto jade
Despliegue de los no muertos, con vista privilegiada del oasis |
Mientras que Fornidson trajo esto:
- Antanaer el Adornado: Paladín del Caos con arma hechizada, Escudo Encantado y marca de Slaanesh.
- Satiix la Sacerdotisa-Bruja: Hechicera del Caos de nivel 2 (Magia Oscura y Saber de Slaanesh), visión del Caos, Pergamino de Destrucción de Magia y marca de Slaanesh.
- La Milicia Púrpura: 19 bárbaros del Caos con escudos, hachas arrojadizas, grupo de mando completo y tótem de Slaanesh.
- Los Siervos Astados: 20 gors con armadura ligera, escudo, grupo de mando completo y consagración de Slaanesh.
- Los Prometedores: 18 gors con arma de mano adicional, grupo de mando completo y consagración de Slaanesh.
- Las Hijas de Sh’alaban: 6 buscadoras del placer con portaestandarte con Estandarte Anatema.
- La Prole del Picacho Gris: 5 arpías con la marca de Slaanesh.
- El Guardián de la Montaña: Cygor.
El territorio que salió fue una carretera, yo me aposté mi mina de cobre y Fornidson un puesto avanzado. Tras esto, tiramos los dados para ver quién comenzaba, y Fornidson obtuvo el primer turno.
Despliegue del ejército de Slaanesh después de que Fornidson hiciera el movimiento de vanguardia con las diablillas montadas |
Turno 1 Ciudad de Áncrama
Fornidson aprovechó la maniobrabilidad de las diablillas montadas para rodearme, poniéndose a la espalda de los necrófagos.
Mientras tanto, el resto del ejército avanzaba de forma más o menos ordenada.
Tras una fase de magia sin trascendencia, el cygor lanzó una roca sobre la unidad de esqueletos, pero se desvió tanto que solo logró rascarle una herida a una momia.
Sin combates de momento, pasamos a mi primer turno.
Turno 1 Culto de la Carne Inmortal
Moví todo pa alante sin complicaciones, dejando atrás a las diablillas, a las cuales ya sabía que no podría atrapar.
Tenía dos cosas tremendamente importantes que hacer en la fase de magia: en primer lugar, matar a las arpías. Si no lo conseguía, cargarían a mis nigromantes y me quitarían la excelente potencia mágica que necesitaba. En segundo lugar, cargar con los caballeros tumularios al cygor, pues de no hacerlo se quedarían bastante vendidos. Por suerte, pude hacer ambas cosas, aunque me costó bastante más de lo previsto. De hecho, Fornidson usó el pergamino de destrucción de magia cuando lancé la Danza Macabra, aunque Nagash estuvo conmigo y le dio su merecido por meter un objeto tan rastrero, que fue sacar un 3 cuando vio si destruía mi hechizo... a 4+.
En cuanto a los combates, la actuación de los caballeros tumularios fue un tanto desastrosa, aunque la del cygor fue incluso peor, lo que acabó derivando en su huida y en que los tumularios lo atraparan en la persecución. Eso le pasa por no estar pintado.
Adiós cygor |
Turno 2 Ciudad de Áncrama
Fornidson cargó en los flancos: diablillas montadas contra la retaguardia de los necrófagos, quienes mantuvieron la posición porque huir no les iba a servir de nada, y una unidad de gors contra los necrófagos de mi flanco derecho, quienes sí huyeron.
El resto del ejército simplemente movió hacia adelante, con los bárbaros no atreviéndose todavía a declarar una carga contra los esqueletos por miedo a ser contracargados luego por las momias.
La fase de magia fue de nuevo intrascendente, aunque Satiix estuvo cerca de colarle una tormenta de espadas a Zamira, cosa que no habría molado mucho.
En cuanto al único combate, acabó como era de esperar...
Tras eso, las diablillas se reformaron mirando hacia mi centro.
Turno 2 Culto de la Carne Inmortal
No declaré carga con nadie porque o no me interesaba o no llegaba. Los necrófagos que quedaban vivos siguieron huyendo, hasta casi salirse de la mesa...
Mientras que el resto del ejército avanzó intentando cerrar la trampa en torno a los bárbaros. Visto en retrospectiva no debería haber avanzado tanto con los zombis, los dejé a distancia de carga de los gors, pero bueno. Los caballeros tumularios simplemente se dieron la vuelta, y los carroñeros se situaron de forma que protegieran el flanco de los esqueletos frente a una carga de los gor, las diablillas montadas, o ambos.
La fase de magia no se me dio muy bien, puesto que no salieron muchos dados de magia. Maté con Husseyn a unos cuantos gors de la unidad de mi flanco derecho y Zamira intentó lanzar la mano de polvo contra Satiix para vengarse de su intento de coserla a espadazos, pero no salió.
Turno 3 Ciudad de Áncrama
Aquí ya sí empezaron las cargas: los gors y las diablillas se lanzaron contra los carroñeros, los bárbaros contra los esqueletos, y los gors del flanco derecho contra mis zombis. Iba a ser un turno de muchas tortas, cosa que rara vez suele favorecer a los no muertos y más si se enfrentan al Caos.
No obstante, para terminar de empeorar las cosas, la maldita hechicera de Slaanesh consiguió, esta vez sí, colarle la tormenta de espadas a Zamira, mi nigromante general, matándola.
Tuve suerte en las tiradas de desaparición pues solo se vinieron abajo cinco zombis, algo maravilloso para lo que podría haber sido, pero la suerte ya estaba echada. Es muy difícil que un ejército nigromántico se recupere de la muerte de su general, sobre todo si no tiene más nigromantes (Husseyn usaba el saber de la Muerte, ergo no podía levantar muertos)
Para rematar la faena, los combates terminaron como era de esperar. Los carroñeros desaparecieron bajo el peso de las diablillas montadas y los gors...
Los zombis sufrieron tanto que acabaron desapareciendo por resolución...
Y los esqueletos fueron los únicos que mantuvieron el tipo, aunque también quedaron bastante dañados.
Turno 3 Culto de la Carne Inmortal
Tenía varias noticias malas, la principal de las cuales era que mi nigromante había muerto y mi ejército iba a desvanecerse incluso si los malajes del Caos no lo tocaban. No obstante, también tenía alguna noticia buena: mis momias estaban intactas y probablemente no se iban a desvanecer con L8 y sumando 30 heridas (29, una estaba dañada). Además, ganaría la partida quien más potencia de unidad tuviera en el oasis, y yo tenía a las momias en el oasis, con lo que podía resistir...
Cargué con las momias contra el flanco de los bárbaros, formándose un combate múltiple interesante y en el que, esta vez sí, contaba con ganar. Además de eso, los necrófagos me dieron una alegría recuperándose, y recuerdo que en ese momento pensé que ellos me iban a dar la partida.
La fase de magia se dio bien pese a contar con un único hechicero, pues lancé todos los proyectiles que pude contra los gors, haciéndoles huir y por tanto alejándoles del oasis.
Aquello parecía que podía tener consecuencias terribles, pues lancé la descarga mortal de Zandox con fuerza irresistible y después obtuve un doble 1 en la tirada de disfunciones, que significa que o bien el hechicero obtiene un resultado igual o inferior a su chequeo de R en 2D6 o muere. Directamente muere. Parecía que Husseyn iba a unirse a la larga lista de hechiceros perdidos en la disformidad en nuestro grupo de juego (encabezada por un slann y un vidente gris) pero en el último momento logró sacar un 3 en 2D6... así que no pasó nada. Menuda montaña rusa.
En la fase de combate, los esqueletos prácticamente desaparecieron, pero a cambio las momias hicieron una escabechina entre los bárbaros, quienes huyeron y fueron perseguidos por momias y por esqueletos (consideramos, seguramente de forma errónea, que las diablillas se habían quedado destrabadas). Lamentablemente no llegué a atraparlos, pero las momias se trabaron con Satiix, a la que iban a dar una desagradable sorpresa...
Turno 4 Ciudad de Áncrama
Aunque había conseguido alejar a mis enemigos del oasis, Fornidson seguía teniendo el viento a favor, y era cuestión de no desaprovecharlo. Para ello, cargó con las diablillas montadas contra las momias y los esqueletos.
Por su parte, consiguió reagrupar a los bárbaros, no así a los gors de su flanco izquierdo, que siguieron huyendo.
En la fase de magia, la hechicera de Slaanesh lanzó un frenesí histérico sobre las diablillas montadas (como si no estuvieran ya en ese estado) que fue lanzado con fuerza irresistible, lo que le costó comerse una herida para facilitarle la vida a mis momias.
El combate resultante, no obstante, fue particularmente favorecedor a los intereses de Slaanesh, como por otra parte cabía esperar. Satiix acabó siendo machacada por el martillaco a dos manos de una momia, pero las jodidas diablillas montadas hicieron una buena escabechina y mis momias apenas consiguieron matar a una de ellas para compensar. Eso, unido a una tirada mala de inestabilidad, resultó en que mis momias quedaran reducidas a apenas cuatro.
Turno 4 Culto de la Carne Inmortal
Mi situación era ya particularmente compleja, sobre todo por no poder recuperar heridas de unidades caídas, particularmente de esas momias, que estaban condenadas. Por suerte no perdí a casi nadie por desmoronamiento, solo un caballero tumulario, pero tampoco tenía ya mucho que perder en realidad.
Seguí avanzando con los necrófagos y moví a Husseyn para tener una mejor visión de mis posibles objetivos. No moví a los caballeros tumularios porque de hecho lo que quería era forzar a Fornidson a mover sus gors lejos del oasis si quería acabar con ellos.
Lamentablemente mi fase de magia no tuvo apenas incidencia, sólo conseguí matar a un bárbaro... para que luego se me quejen de que la magia en Reforged es demasiado brutal. Insensatos.
En el combate las momias aguantaron, pero no consiguieron matar a ninguna diablilla (maldición) y en realidad estaban ya condenadas...
Turno 5 Ciudad de Áncrama
Tal como se encargaría de certificar Fornidson cuando cargó contra ellas con los bárbaros.
Por su parte, los gors que estaban huyendo se reagruparon, aunque ya estaban demasiado lejos del oasis, y los otros cargaron contra los caballeros tumularios, alejándose del oasis.
Ya sin magia, pasamos al combate, donde las momias acabaron encontrando su terrible e inevitable final.
Los caballeros tumularios, en cambio, perdieron el combate, pero solo por uno, y solo se desvaneció un caballero. Necesitaba tener entretenidos a esos gors el máximo tiempo posible para que mi plan funcionara...
Turno 5 Culto de la Carne Inmortal
Una vez más, en este punto empezamos a tomar menos fotos, pero la idea era la siguiente: ganaría quien más potencia de unidad tuviera en el oasis. Yo solo tenía a un nigromante y seis necrófagos, los cuales iban a llegar al oasis. Fornidson tenía una unidad de gors trabada con tumularios y lejos del oasis, otra unidad de gors muy lejana- y que no iba a llegar, y una potencia de unidad de 19 entre bárbaros y diablillas montadas. Tenía que bajar eso a una potencia de unidad de 5...
Tenía dos turnos para ello. Sabía que no tenía sentido dividir potencia de fuego porque las diablillas tenían RM2, con lo que había que enchufar secuencialmente. Ataqué a los bárbaros y maté a cinco, con lo que quedaron cuatro en la unidad (tres y el paladín) y una potencia de unidad de 14. Podía parecer mucho, pero 10 de esa PU eran cinco diablillas de R3 y sin salvación...
No obstante, para mi desgracia los gors consiguieron cargarse a los caballeros tumularios y reformarse, poniéndose mirando al oasis.
Turno 6 Ciudad de Áncrama
Las diablillas montadas cargaron a mi nigromante. Esto era algo que había previsto y que me convenía porque también alejaba 10 de potencia de unidad del oasis, pero Fornidson se lo pudo permitir porque tenía a los gors cerca.
Husseyn fue naturalmente descuartizado, y con eso acabó la partida.
Resultado: victoria de Slaanesh
La verdad es que no recuerdo una partida en la que haya podido pelear "tanto" tras la muerte de mi nigromante, pero aun así, para los no muertos perder al nigromante sigue siendo una sentencia de muerte. Ya no tanto porque se te desmorone el ejército, que también, sino por no poder levantar a los que caen. Y sin eso, un ejército de no muertos no vale de mucho, la verdad.
No obstante, esto no ha terminado aquí, ni mucho menos. Tarde o temprano me vengaré de esos adoradores de demonios.
¡Hasta entonces!
Muy interesante la partida! Malditos siervos de slaanesh! Xd
ResponderEliminar¡Gracias! Son muy malajes, así que empieza a afilar tu... erm... ¿sílex? xD
EliminarQué reñido y qué emocionante hasta el final ¿No? Lo estaba leyendo con el culo apretado, qué maravilla. Por cierto, el nombre de la unidad de zombis me encanta, pero el de la unidad de caballeros tumularios es directamente... Perfection. ¡Y qué máquina el ocultista resistiendo la disfunción!
ResponderEliminarHil I say!!
EliminarLa verdad es que sí, para haber perdido a la nigromante tan pronto aguanté bastante. Pero era un destino inevitable.
Los caballeros tumularios ahí están, reeditando la leyenda de los caballeros negros en versión desértica!!