viernes, 15 de julio de 2022

El Pacto del Águila (miniaturas)

Saludos a todos, damas y caballeros.

He jugado a Blood Bowl mucho menos de lo que habría querido, considerándolo como lo considero el mejor juego de GW. Pero hubo una vez en que conseguí jugar una liga completa, concretamente la Ludbowl 2017/18, en mi tierra de Almería. Eso fue después de haber jugado la Desert Bowl de 2017 y haber conocido a los socios de Antebellum (entonces Ludere) aunque eso es otra historia.

Esa liga la jugué con un equipo de Pacto del Caos que narrativamente estaba consagrado a Tzeentch. Me hacía gracia ese equipo porque es, en esencia, una colección de tarados y dementes, un poco como los Perdidos y Condenados de 40k, que también me gustan mucho. De alguna parte me vendrá esa afición por las hordas berreantes y demenciales, quizá de ser el mayor de cuatro hermanos. A saber.

Ya en su momento, hace mucho, mucho tiempo, publiqué este relato que fue el que escribí para el comienzo de la liga. En él detallaba un poco la trayectoria previa y la obsesión de los jugadores por la numerología y el número 9, el sagrado de Tzeentch. De hecho, mi intención al jugar la liga era acabarla con un número de touchdowns y bajas causadas que fuera 9 o múltiplo de 9. Lo primero lo conseguí (marqué solo 9 de hecho, un desastre), en lo segundo acabé con 16, que es dos veces 8... Eso no augura nada bueno.
El equipo al completo

En todo caso, lo que hoy os traigo son los integrantes de este equipo.

Cultistas

No recuerdo el nombre exacto que tienen en el equipo de Pacto del Caos pero bueno, en este caso son claramente cultistas. Tengo que decir que, aunque estas miniaturas sean de AoS, me parecen espectaculares, y en cuando salieron me compré una caja, sabiendo que tarde o temprano haría algo con ellas. Y lo que hice fue un equipo de Blood Bowl. Y todavía tengo otros planes para ellos.

De izquierda a derecha, son Ivar Hexgate, Charon Earthsoul, Fenar Metalsword, el Conde Ulrik Von Doom, Mankar Mytichdawn, Slamskar Darksaint y Luthor Von Balefire, el capitán del equipo. Si los nombres os suenan brutalmente metaleros es porque están sacados de un buscador de nombres Oldhammer, lo que quiere decir que son de los ochenta, lo que quiere decir que son heavy metal, porque todo en los ochenta es heavy metal. Una época mejor, sin duda.

Un colega me dijo una vez, y con razón, que habrían quedado mejor sin llevar el escudo a la espalda. La razón por la que lo llevan es porque en el juego tienen armadura 8 y me parecía que unos tipos en taparrabos difícilmente podían justificar tal blindaje, por muy fuertes que tengan los abdominales. En todo caso, en retrospectiva quizá se los hubiera quitado, es verdad que quitan un poco de gracia y los hace menos bloodbowleros.

Juznik el Renegadillo - goblin

La colección de distintas razas que forman parte del Pacto del Caos es otro de los elementos que me atrajeron tanto a la hora de jugar con este equipo, y allá donde haya un goblin, siempre será el jugador estrella. En este caso todavía más, gracias a una conversión maravillosa de Malvador (que, además, puso una cabeza doble con un cráneo de pájaro) y a un pintado excelente, obra de un pintor profesional al que Malvador contrató. Un gran regalo, motivado por el hecho de que Malvador es el Señor de la Horda Goblin y quería que su representante en mi equipo estuviera a la altura. Y vaya si lo está.

Juznik es, además, uno de los grandes anotadores del equipo, gracias a que puede ser lanzado por los aires tanto por el ogro (preferiblemente) como por el troll (si no queda más remedio). Es un recurso al que recurrí alguna vez en la liga y que me salió bien dos o tres veces, y cuando sale es maravilloso.

Arun´Goth Voidwalker

El elfo oscuro es el que se supone que debe ser la estrella del Pacto del Caos, y en mi caso también lo fue en cierta forma, aunque muchas veces usé su alta AG para hacer pases con él. Sé que hay una escuela en Blood Bowl que considera que el pase es una abominación salvo que juegues con silvanos, pero creo que esa gente no termina de comprender la auténtica esencia de Blood Bowl, que se centra en "tirar dados y que pasen cosas". La escuela de no tirar para que no pasen cosas no es para mí. Si lo fuera no llevaría Pacto del Caos, sino enanos.

Sabéis que es cierto

El caso. Esta miniatura no me convence demasiado, es de Willy Miniatures y la compré antes de saber que tiene escala Playmobil. Cosas de la modernez. Probablemente la cambiaría por otra más clásica, y no descarto hacerlo en un futuro, si es que alguna vez este equipo vuelve a los terrenos de juego.

Skokch Dustseeker

Tengo un gran aprecio por el skaven por aquello de tener MO7. Es más, en caso de no poder meter juntos al skaven y al elfo, en el pasado he preferido meter al skaven. Mis resultados no avalan mi método, pero eso es secundario.

De nuevo esta mini es de Willy Miniatures, y de nuevo tiene un tamaño bastante potente, aunque en este caso al estar encorvado se nota menos, con lo que quizá no me molesta tanto.

Minotauro

En su momento este socio tuvo nombre, pero no recuerdo cuál es. La miniatura es de Reaper, que siempre es tu amigo y más cuando buscas minis de estas características. Tiene hasta el pincho tan icónico en muchos jugadores de Blood Bowl (¿de verdad eso no es un arma?).

Tengo que decir que este equipo fue lo primero que pinté en 2017 después de fácilmente seis años sin coger un pincel, y tampoco antes fui muy buen pintor. En esta miniatura es seguramente donde más se nota, pues aunque está "bien", las luces de la piel. son un poco extrañas. En todo caso ahí está, dispuesto a repartir violencia extrema.

Ogro

De nuevo una miniatura de Reaper, y de nuevo un auténtico pepino, en este caso además porque permite que sea un ogro mutante. Nunca voy a ponerle dos cabezas a un ogro (o no se las pondría en tiempos del LRB 6, no sé cómo va ahora la cosa), pero está bien que las tenga si es de Tzeentch.

A esta miniatura le pasó algo raro, no sé si por inexperiencia o el calor o qué pero es como si parte del césped que le puse en la peana se hubiera ido moviendo a otras partes de la miniatura y le haya acabado dando un tinte verdoso... no tengo ni idea de lo que ha pasado y en la foto no se ve mucho, pero oye, pues más rollo mutagénico. Por qué no.

Troll

Y seguimos con Reaper. En este caso debo confesar que se me fue un poco la olla, pues es evidente que eso no es un troll, sino el mismísimo Cthulhu en persona y en pequeño. En este caso quise primar la molonidad sobre la representatividad del concepto usado, pero bueno, tampoco está mal del todo. Aunque queda un poco raro ver a Cthulhu siendo jodidamente estúpido.

Ayudante de entrenador

Dentro de la maravillosa matriz de los cultistas de Tzeentch hay una opción de poner a uno con un pergamino arcano raro, y me hizo gracia montar uno como si ese pergamino fuera una especie de "chuleta de tácticas" estilo Guardiola. Ya montaré otro con un puro de la matriz de los Goliath para que sea Ancelotti, que me cae mejor.

Marcadores

Para completar la temática de Tzeentch del equipo compré estos dos marcadores para que hicieran de fichas de segunda oportunidad y marcador de turno. El grande creo que es una pieza del Silver Tower, y el pequeño es de los Mil Hijos.

Pues esto es lo que hay. Quizá en algún momento este equipo vuelva a los terrenos de juego, a dar gloria a Tzeentch con su gran voluntariedad, su profunda incompetencia y la absurda creencia en que su dios les protegerá, cuando es manifiesto que solo ve sus partidos para reírse de ellos.

¡Hasta entonces!

No hay comentarios:

Publicar un comentario