miércoles, 11 de enero de 2023

Una Historia diferente

Saludos a todos, damas y caballeros.

Mi despertar friki se produjo hace más de veinte años, más o menos con el cambio del milenio. Hubo varios factores que propiciaron que se desarrollara esta afición que tanto tiempo después todavía sigue ocupando buena parte de mi tiempo libre. En última instancia, lo que produjo ese momento de "joder, esto es lo mío" fueron los fascículos de Warhammer Fantasy de Altaya y la preciosa estética de quinta edición (aunque por entonces ya estábamos en sexta), pero eso fue la culminación de un proceso que se había ido gestando a base de varios elementos previos. Uno de ellos, del que ya he hablado en alguna ocasión, es La Leyenda de Sleepy Hollow.

Ya había visto la película de Disney de los años 50, que me parece maravillosa y una de las grandes obras del cine de animación, pero en 2002, más o menos al mismo tiempo que comenzaba mi andadura con las obras de Tolkien y Warhammer Fantasy, mis padres me regalaron por Reyes el libro ilustrado por Arthur Rackham. Sus imágenes me parecieron sumamente evocadoras, y no quiero sonar cursi cuando digo que las he guardado dentro de mi memoria desde entonces. La Leyenda de Sleepy Hollow, tanto en versión de dibujos como en versión ilustrada por Rackham, y otros relatos como Rip Van Winkle, la Leyenda del Monte de las Ánimas y en general las historias de fantasmas y hadas del Romanticismo hicieron que aflorara en mí el amor por el horror gótico del que he hablado en tantas ocasiones, pero también el de un mundo alternativo donde esas historias tuvieran sentido.

Esto es lo que ha sustentado varios de mis gustos y actos en lo que al hobby se refiere: por ejemplo, es la razón por la que considero que Mordheim es un juego inigualable en cuanto a la atmósfera, así como la razón por la que, cuando por primera vez hice un esfuerzo consciente y sistemático por coleccionar un ejército, no fue el Imperio que comencé a coleccionar en 2001, sino no muertos. También es el motivo por el que siempre he preferido la fantasía a la ciencia ficción, aunque mis gustos son suficientemente eclécticos como para apreciar ambos. Sin embargo, lo que nunca he hecho es jugar a algo que inserte el elemento fantástico dentro del mundo real.

Hasta ahora. 

Ni mis juegos ni el blog van a cambiar: aunque en estas primeras entradas del año está cogiendo mucho peso toda esta idea de la Historia alternativa, eso se debe simplemente a que es la novedad y a que yo mismo las estoy usando como forma de organizar lo que quiero hacer. Pero seguiremos, en la medida de lo posible, con las cosas que hemos seguido haciendo, y estos juegos irán metiendo la cabeza poco a poco. Lo que quiero traer en esta entrada son los planes que tengo al respecto y los diversos juegos que, con mayor o menos grado de probabilidad, pueden aparecer por aquí.

DRACULA´S AMERICA

En mi entrada sobre la Confederación Oscura ya he hablado de las primeras impresiones que este juego me ha generado, sin haber comenzado a jugarlo todavía, cosa que haré, si todo se da bien, en el Club Antebellum. Aparte de todo lo que comenté sobre la tremenda personalidad de las facciones, que la verdad es que me encantan casi todas ellas, hay otra cosa muy llamativa del juego, que es que el autor lo planteó como una trilogía: están el reglamento base (Shadows of the West), la primera expansión (Hunting Grounds) y la segunda expansión (Forbidden Power), y ya.

Todo diseño de juegos tiene un problema fundamental, que es la tensión entre el interés puro del juego con el interés comercial: un juego muy bueno es un juego que no puede ser mejorado, lo que hace que las ventas se estanquen. Esto acaba motivando que haya juegos y empresas que acaben sumidos en una especie de huida hacia adelante que a veces acaba funcionando como profecía autocumplida, pues las sucesivas ediciones del juego lo empeoran y los jugadores lo terminan abandonando igualmente, quizá incluso más que si lo hubieran dejado quieto. Me parece muy interesante, y difícilmente puedo pensar en otros ejemplos, la decisión de Haythornthwaite (toma nombrecito) de plantearse desde el principio un juego cerrado, una trilogía que lo condense todo y listo.

Esto no quiere decir que le falte contenido, ni muchísimo menos: el Shadows of the West trae un sistema de campaña que me recuerda mucho al de Mordheim (lo cual es bueno), pero las otras dos expansiones incorporan campañas narrativas que además son bastante extensas: el Hunting Grounds tiene una campaña centrada en torno a las Black Hills, con la fiebre del oro de Dakota, Deadwood y el General Custer; el Forbidden Powers tiene una campaña quizá menos original pero igualmente sexy, combinando elementos de los Mitos de Cthulhu, el vudú de Luisina y los pantanos de la zona.

Hablando con Elrudok, ya hemos quedado en echar, nosotros dos y otros colegas del Club Antebellum que se unirán, ambas campañas y algo más si se tercia. Esto es algo que seguramente se hará con mucha lentitud, para ello es necesario no solo que coincidamos en Almería, cosa algo más difícil para mí ahora, sino que las agendas coincidan. Sin ir más lejos, ya habíamos apalabrado algunas partidas estas Navidades, pero no ha podido ser. Confío de todos modos en que, en algún momento a lo largo del año, veréis a zombis confederados combatiendo contra los hombres lobo del General Custer. Lo cual mola mucho.

THE SILVER BAYONET

La primera incursión de Joe McCullough (Frostgrave, Rangers of Shadow Deep, Stargrave) en el "histórico", este juego napoleónico de horror gótico, como se define, es al que probablemente más le daré dentro de esta incursión en los mundos de Historia alternativa. 

La razón para ello es doble: en primer lugar, tengo que ver el reglamento bien (me lo he autorregalado por Reyes), pero me da la sensación de que es un reglamento que me va a permitir cubrir muchas épocas históricas interesantes. McCullough lo ha ambientado en las guerras napoleónicas y puedo ver la justificación: por un lado, y aunque Northstar ha sacado una gama muy sexy, es fácil encontrar miniaturas de estas guerras; por otro, las guerras napoleónicas suceden en un momento dominado culturalmente por el Romanticismo, que representa el surgimiento del horror gótico en forma de historias de aparecidos y vampiros por primera vez en la literatura culta, más allá de las historias populares.

No obstante, y aunque no me disguste esta época, hay otras que prefiero, y que si el reglamento lo permite, intentaré reproducir. Supongo que no será difícil porque, si bien las grandes batallas napoleónicas no se parecen mucho a lo que pudieran ser las grandes batallas de, por ejemplo, las guerras en Italia a principios del siglo XVI, a nivel de una banda de seis o siete tíos creo que lo que vale para el siglo XIX puede también valer para tres siglos antes. Lo que realmente cambia la naturaleza del enfrentamiento individual es el surgimiento de las armas de repetición, cosa que en la época napoleónica todavía no había, con lo que la lógica de la reyerta entre bandas, por así llamarlo, seguía inalterada.

Esto me permite llevarlo a ambientaciones mucho más sensuales: mi primera intención va a ser centrarlo en la Guerra de los Treinta Años, que es uno de mis momentos históricos preferidos y de los que más sé, aunque tampoco sea un gran experto. Pero hay muchas otras historias que contar y sé que tarde o temprano querré que aparezcan todas: la incursión de unos conquistadores españoles en selvas centroamericanas luchando contra los extraños demonios a los que adoraban los aztecas o quizá, directamente, contra alienígenas, al más puro estilo DMAX; la persecución de soldados del Rey, de cualquier Rey, a unos piratas en el Caribe cuyos aliados han surgido de las profundidades y no son para nada humanos; el descubrimiento por parte de soldados rusos de una tribu aislada en un valle perdido de Afganistán que está afectada por una terrorífica maldición; o incluso, por qué no, puedo representar las aventuras de unos honrados milicianos intentando dar caza al espectro de un jinete sin cabeza, en una zona conocida como Sleepy Hollow...

La segunda razón por la que preveo que este juego sí tendrá más rodaje en el blog es porque se puede jugar solo. Cuando llegó la pandemia, el bueno de McCullough empezó a meter modalidades para jugar en solitario a la mayoría de sus juegos, incluyendo The Silver Bayonet, que ya desde el principio nació pensado para poder ser jugado así. Tengo en mente hacer una entrada sobre esta modalidad de juego, pero mi reflexión es que no es buena idea si se quiere jugar bien, pero sí puede serlo si se quiere jugar mucho. El nuestro es un hobby esencialmente social, aunque es verdad que incorpora muchas horas de desarrollo en soledad (montado, pintado, lectura de reglas, escritura de Trasfondo...), y jugar solo elimina la compañía necesaria para descojonarte de los fallos épicos de tus miniaturas y asombrarte de sus actos heroicos. Dicho lo cual, el tiempo de todos es limitado, el número de juegos posibles es muy elevado salvo que seas un monomaníaco que ha entregado su alma a un único sistema, y el coste de oportunidad es muy alto, con lo que a veces la alternativa no es tanto jugar solo o acompañado como jugar solo a un determinado juego o no jugar.

El hecho de que vaya a jugar con casi total seguridad no quiere decir que lo vaya a hacer de manera inminente, quiero tomarme tiempo para planificar adecuadamente la banda, no tanto en reglas como en miniaturas, así como los antagonistas y demás. Si la ambiento en los Treinta Años podría directamente usar miniaturas del Imperio de Warhammer Fantasy, pero aun así creo que voy a molestarme en buscar una estética más "histórica" con miniaturas de 28mm reales. Ya lo iré viendo.

BROKEN LEGIONS

En la etiqueta de "Historia alternativa" que hemos metido en el blog de momento solo hay dos juegos, que son los dos de los que ya he hablado, y no figura este tercero. El motivo es que veo muy improbable que me pueda meter: no tiene sistema de juego en solitario, aunque seguro que si busco por ahí alguien habrá desarrollado algo (y, si no, lo puedo hacer yo), y no sé si le interesará lo suficiente a alguien, o siquiera sea a mí mismo, como para ponernos a ello.

La razón por la que aparece en esta entrada y por la que, pese a unas razones tan poco alentadoras como las que he expuesto, no descarto del todo hacer una pequeña incursión en este sistema, es que otro de mis periodos históricos preferidos es la caída del Imperio Romano y el comienzo de la Edad Media, digamos lo que va desde el Edicto de Tolerancia de Constantino hasta el surgimiento del Islam. Una vez más, creo que este sistema está pensado narrativamente para un momento previo, más tirando hacia el siglo I-II, pero seguro que se puede usar sin estridencias unos siglos más tarde... por no decir que, al ser también de Historia alternativa, dudo mucho que se hayan preocupado demasiado por la precisión histórica.

En este sentido, puede ser un reglamento interesante para representar historias que también sean dignas de ser contadas: quizá historias de la lucha del britanorromano Arturo contra la creciente oscuridad, quizá el ascenso de seres innombrables que se arrastran en la frontera, cada vez más tenue, del Imperio Romano de Oriente en los Balcanes, quizá el resurgir en forma espectral de una Legión romana aniquilada por la locura de los hombres, quizá el enfrentamiento contra terribles cultistas adoradores de demonios a los que recurrirían los romanos ante el desmoronamiento de su civilización...

O directamente adoradores de Cthulhu

Efectivamente, dentro de la droga dura que supone Osprey, tengo pendiente hacerme con este libro a efectos únicamente de lectura por placer, pues combina dos de mis grandes pasiones, los Mitos de Cthulhu y Roma. Todavía no lo tengo en mi poder y no sé si me va a inspirar lo suficiente, pero si me conozco, no debo descartar que así sea y que me ponga a mirar tardorromanos que enfrentar a todo lo que el infierno estaría soltando sobre la tierra en aquellos momentos de zozobra. De hecho, el autor tanto de Broken Legions como de Cthulhu Campaigns es el mismo, Mark Latham (quien fue editor de la White Dwarf) y que, anticipándose a mis deseos, ya ha hecho reglas para introducir un elemento de los Mitos en su sistema de juego, como podéis ver en esta entrada de su blog.

Y es posible que ello me lleve a dar un paso más: puede que en todos los juegos, en todas las épocas, en todas las historias, lo que haga sea enfrentarme al mismo enemigo, que puede ser Cthulhu o cualquier otro. A lo mejor unos legionarios romanos luchan en el ocaso de su patria contra la misma sociedad secreta o el mismo culto al que podrían enfrentarse unos españoles bajo el ardiente sol del Caribe, o puede que los místicos infernales de la Praga de 1618 tengan los mismos textos oscuros que la estrambótica sociedad religiosa que se alza contra el Zar entre los Urales. Y puede que todo forme parte de una misma lucha eterna contra el Gran Enemigo, una lucha terrible, pero en la que siempre hay esperanza. 

Todo esto no son más que ideas que, en buena medida, se me están ocurriendo a medida que las estoy escribiendo. Pero algunas cosas se materializarán a lo largo del año, y lo iréis viendo, Dios mediante.

¡Hasta entonces!

2 comentarios:

  1. Interesante perspectiva de nuevos horizontes para este año y los siguientes. Ya sabes que yo en el corto plazo lo tengo complicado pero si los pruebas y te convencen no descarto para nada que en algún momento futuro me encuentres en el otro lado de la mesa. ;)

    PD: todas las ambientaciones que has propuesto molan, pero sabes que si me tengo que quedar solo con una es la de esos "pobres aparecidos que fueron masacrados por los hombres locos y que vagan por la batalla". xD

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    1. A un ingeniero de canales, caminos y puertos como tú, los tipos del Dracula's America que se están dedicando a hacer un pentagrama satánico con las vías del tren te tienen que hacer gracia. No podemos descartar que el trazado ferroviario en España responda a una idea semejante... nuestros políticos son capaces de eso y de mucho más.

      Los pobres aparecidos masacrados por los hombres locos son un clásico. Esa época da para ambientaciones interesantes, sin duda: Asterix contra Cthulhu, Asterix en R'lyeh y, el más terrorífico de todos, Asterix contra los funcionarios.

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