Saludos a todos, damas y caballeros.
Todos los años por estas fechas hago una entrada apropiada para el día, y todos los años empiezo diciendo que no me gusta demasiado Halloween. Dado que la entrada la hago igual, puede deducirse que me gusta lo suficiente como para recordarla y, por tanto, debería dejar de dar por saco con si me gusta o no. Sería lo propio. En lugar de eso, voy a tratar de justificarme diciendo que una de las razones por las que no me cae del todo bien es porque es una tradición bastante ajena a nuestra cultura. No es algo en lo que quiera ser demasiado purista porque también los orcos y los elfos son cosas ajenas a nuestra cultura en realidad, pero la disonancia siempre está ahí y en el caso de Halloween es mayor.
Por eso, este año la entrada de Halloween va a estar mejor justificada por el hecho de referirse a algo propio de su cultura. Como siempre que uno va al Salvaje Oeste (y más si es el Weird West) me guardé un as en la manga, y aunque ya terminó la monomanía del Dracula´s America, tenía algo que quería enseñar y Halloween es el momento propicio para hacerlo: la banda de negros practicantes del vudú que llevó mi colega Joya y que fue uno de mis grandes rivales en la campaña.




