Saludos a todos, damas y caballeros.
En mi familia, los regalos los traen los Reyes Magos, no Papá Noel. Hemos preferido mantenernos en esa tradición española, y no tenemos presentes en este día, el 25. No obstante, con los lectores del Troglablog voy a ser más generoso, y aparte de algo que tenemos pensado para el día de Reyes (veremos si podemos hacerlo), os entrego también hoy un regalo navideño.
Lo cierto es que, para mi vergüenza (siendo el apasionado de Mordheim que soy), no descubrí esto hasta hace poco. Y ya que estaba, decidí guardármelo para este día, en parte para que sirva de regalo y en parte porque lo que quiero tratar encaja bien con estas fechas. Es algo que ya habíamos tratado anteriormente en esta entrada, pero de lo que ahora, con más información, puedo hacer una entrada más completa con su regalo correspondiente: the Child of Light, que es la Niña de la Luz.
El regalo
Empezamos por el regalo. Ya habíamos hablado de cómo Tuomas Pirinen, en la presentación que se hizo en 2019 por el vigésimo aniversario de Mordheim, reveló que su idea original, o su deseo oculto, es que en el cometa que destruyó Mordheim cayeron dos seres: el Señor Oscuro, bastante conocido en el Trasfondo, y la Niña de la Luz, cuya primera referencia fue en esa presentación, 20 años después. Esta Niña de la Luz era el Avatar de Sigmar, y no se decía nada más de ella en esa presentación, pero después ha sido descrita literalmente como "she was of Sigmar and yet her own person too: both a girl of eight years and an emissary of the Patron God of the Empire".
El regalo es que Pirinen sacó un documento que permite usar a esta Niña de la Luz en partidas de Mordheim, aunque él mismo explica que, siendo un avatar de un dios, es tremendamente poderosa, por lo que solo debe ser usada en partidas temáticas. Aquí podéis encontrar sus reglas (en inglés):
Johanna Heldenhammer, la Niña de la Luz
Bien, una vez hecho esto, quiero aprovechar para detenerme en dos reflexiones, una sobre Mordheim en general y otra sobre nuestro Trasfondo de Mordheim en particular, expresado en la Primera y sobre todo Segunda Era (la Tercera sigue un arco narrativo distinto).
El Apocalipsis
En cuanto a la reflexión general: Warhammer Fantasy debe mucho a Tolkien, pero el tono general de la ambientación es completamente diferente. Tolkien es Alta Fantasía, lo que implica que existen un Bien y un Mal claramente definidos, y aunque en el Señor de los Anillos la lucha del Bien contra el Mal es desesperada, en el fondo hay esperanza. Eso no existe en Warhammer, que es Baja Fantasía, donde el Bien y el Mal son conceptos mucho más difusos y donde, sobre todo, los "buenos" no tienen esperanza: luchan contra un destino inevitable que es la destrucción del mundo a manos del Caos, que como mucho se puede retrasar, pero no impedir. Esto empieza a ser así sobre todo de sexta edición en adelante, en donde todo se vuelve mucho más GRIMDARK. Quizá alguna vez hablemos de esto, de ese tránsito hacia lo GRIMDARK en Fantasy. De momento solo hace falta reconocer que existe. En Fantasy no hay esperanza posible.
Mordheim representa el culmen de ese paradigma de Baja Fantasía desesperanzada. Si el juego ha llegado a ser lo que es no es por sus reglas (que de hecho son bastante malas), sino por dos cosas: su sistema de campaña y su ambientación. En ambos casos, Mordheim es implacable. El sistema de campaña hace que tu héroe pueda llegar a convertirse en un poderoso guerrero, pero por cada uno que lo consiga, diez morirán o quedarán tullidos y dementes. En Mordheim no te preguntas si tus hombres van a morir, sino cuándo. De igual modo, la ambientación es absolutamente sombría e incide constantemente en la condenación. Incluso aquellos que llegan a la ciudad con propósitos "nobles" acaban siendo inevitablemente corrompidos. Mordheim no es solamente un escenario de fondo, es una fuerza viva que acaba consumiendo a todo el que se adentra en ella, tanto sus cuerpos como sus almas.
Clavy siempre dice que lo que más le gusta de Mordheim es su tono apocalíptico. Y es cierto, pero el Apocalipsis es en general malentendido por aquellos con escaso conocimiento de la Biblia. El Apocalipsis es ciertamente un tiempo de destrucción, pero también de renovación. No en vano es la Segunda Venida de Cristo. Toda la esencia del Cristianismo se centra en que "si el grano de trigo no muere en la tierra es imposible que nazca fruto", esto es, que la vida y la salvación se obtienen plenamente solo a través del sacrificio y la destrucción de lo antiguo.
En Mordheim había un pequeño elemento que seguía este mensaje: las Hermanas de Sigmar. Son un cuerpo extraño dentro del Trasfondo de Fantasy, tanto que, hasta donde sé, aparecen en Mordheim y nunca han tenido presencia fuera de esta ambientación. Las Hermanas no son afectadas por la corrupción de Mordheim, no hay relatos de Hermanas cayendo en la Oscuridad, la Roca se salva de la destrucción... Pese a ello, pese a este carácter incorruptible tan extraño a Fantasy en general y a Mordheim en particular, su lucha seguía siendo una en la que no cabía la esperanza.
Esto cambia con la presentación de la Niña de la Luz. De pronto, las Hermanas de Batalla encuentran un ser sagrado que demuestra que su lucha es correcta, y sobre todo, se establece una dualidad: al Señor Oscuro se opone la Niña de la Luz. Es decir, ya tenemos un Bien y un Mal claramente definidos, en lugar de una entidad oscura que acabará corrompiendo a todos aquellos que son "buenos", quienes en el fondo no lo son tanto. Con esta aparición, es curioso que Mordheim, que es el epítome de la Baja Fantasía terrible y nihilista del mundo de Fantasy, se convierte en Alta Fantasía. Lo cual demuestra que a veces la salvación procede de donde menos te lo esperas.
Dicho lo cual, evidentemente esto es un añadido de Pirinen. Hasta donde yo sé, no ha explicado nunca si esta fue su intención original pero se la censuraron, si es lo que le habría gustado hacer pero ni lo propuso para no desentonar con el ambiente en general de Fantasy y específicamente de lo que se buscaba en Mordheim, o si es algo que se le ha ocurrido a posteriori. Quiero decir con esto que no creo que sea canon, signifique eso lo que signifique en un Trasfondo tan maltratado como el de Fantasy. Mordheim sigue siendo un sitio oscuro y sin esperanza. Pero siempre está la trama paralela de la Niña de la Luz para quien quiera dar un giro de 180 grados a eso.
El Rey
En cuanto a nuestro propio Trasfondo: como hemos explicado en otras entradas, la Segunda Era tuvo una subtrama que mezclaba la Leyenda Artúrica con Mordheim. Esto había empezado en la Primera Era, cuando en coña llamamos "Grillo" a un escudero de una banda bretoniana. Aquello fue escalando hasta considerar que el tal Grillo era la versión de Fantasy del Rey Arturo, algún gobernante profetizado por diversas religiones y que había aparecido en Mordheim para traer la Justicia al mundo. De forma que en la Segunda Era existía esa subtrama de "partidarios del Rey" vs "enemigos del Rey".
Grillo, el Rey de Todo |
Cuando vi la famosa presentación de Pirinen, encontré la oportunidad de ligar este concepto del Rey profetizado con el Niño de la Luz, y así lo hice en el relato que sirve de epílogo para la Segunda Era. Por aquel entonces Pirinen había hablado de "Child of Light", que puede ser masculino o femenino. Yo asumí que era masculino simplemente porque Arturo es un hombre, pero ahora, el hecho de que hablemos de Niña de la Luz me descoloca un poco todo ese Trasfondo maravilloso que había montado.
Tampoco es que me preocupe demasiado, la Segunda Era está más que terminada y ahora estamos en la Tercera, en la que no hay nexo de unión narrativo con las dos anteriores. De hecho es un Imperio en Llamas y está ambientado en Averland, así que en sentido estricto ni siquiera es una campaña de Mordheim. Pero se me ha fastidiado un poco el Trasfondo... si le hago caso, claro. Quizá es Pirinen quien se equivoca y el verdadero Niño de la Luz es Arturo. Total, nada de esto es canon...
Hasta aquí mi digresión/ ida de la olla sobre la Niña de la Luz. Espero que os haya gustado el regalo (el de las reglas, lo otro ya...)
Feliz Navidad a todos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar""Si el juego ha llegado a ser lo que es no es por sus reglas (que de hecho son bastante malas)""...
ResponderEliminarLimpie su sucia boca vil hereje, le exijo una satisfacción.
Jajajajajajajajaja... me remito a las modificaciones que tú mismo hiciste para jugarlo en Antebellum, como subir el coste de las hondas o que un escudo + espada te dé +1 a la TSA.
EliminarPero efectivamente, es una afirmación muy gruesa que merece un matiz. Las reglas de Mordheim en sí mismas no son malas, simplemente son reglas con muchos huecos, interacciones no previstas, desequilibrio... cosa que, en sí misma, es intrascendente, porque consigue su propósito, que es poder recrear escaramuzas entre las ruinas de una ciudad (maldita).
El problema viene con determinados individuos que cuando cogen un reglamento no piensan en la maravillosa historia que van a contar con él, sino en cómo explotarlo para conseguir una ventaja para GANAR. Sigo sin entender cuál puede ser la trascendencia de que unas miniaturas de plástico "ganen" a otras miniaturas de plástico, pero hay gente así. Y ante eso, Mordheim evidentemente no aguanta, porque no está pensado para tal. Competir en juegos de miniaturas es anatema, pero en Mordheim lo es mucho más.
Pero tienes razón en que no por eso sus reglas son malas, ni es culpa del reglamento, sino de quien tiene la mente tan torturada que va buscando el exploit ganador en lugar de disfrutar de las posibilidades.
El alegato pro-juego narrativo es muy top. Me quito el sombrero.
EliminarUn post muy interesante Soter. Por muchas razones Mordheim es uno de mis juegos favoritos, y lo disfruté jugando campañas sobretodo en los años posteriores a su puesta a la venta. Estoy convencido (a partir del tema reglas que comentas) que para sacarle su jugo lo ideal es planificar una historia, un número limitado de escenarios y, por supuesto, contar con gente que vaya con la misma idea; vamos, como lo hacéis vosotros. Porque como se una algún majadero (especialmente si se coge Skavens), es difícil aguantar muchas partidas.
ResponderEliminarCreo que también es ideal contar con un máster para dar cancha a todos (siempre hay bandas que quedan cojas muy pronto) y limitar la participación de bandas teniendo en cuenta cada “contexto” concreto. Es tan difícil justificar la presencia de Enanos del Caos o Elfos Oscuros en Mordheim como llevar a la Hermanas o a los Poseídos a jugar en Lustria, Mousillon, etc.
En cuanto al Ser de Luz, recuerdo que también leí lo que publicó Pirinen (creo que colgó la presentación de esa conferencia), y me quedé a cuadros. En mi imaginación las Hermanas siempre han sido quienes han evitado la destrucción de La Roca al pactar con alguna extraña fuerza, sobre todo a partir de la ilustración donde parece que tengan encadenado a un demonio, en las catacumbas más profundas de La Roca. Aunque a lo mejor todo esto es demasiado influencia de los anuncios de los Cazadores de Brujas contra las Hermanas en el Heraldo de Mordheim xD
Para terminar de dar la tabarra, supongo que la idea de Pirinen la convirtieron de alguna forma en la figura de Valten. Una prometedora idea y unos interesantes años previos (a nivel narrativo) a la campaña de la Tormenta del Caos… y una auténtica oportunidad perdida. Pero esto ya es otra historia!
¡Muchas gracias! Muy interesante este comentario también. Y toda la razón, al final Mordheim funciona tanto mejor cuanto mayor sea el peso narrativo de la campaña. En realidad el juego es un híbrido de rol y wargame, seguramente con más peso de lo primero que de lo segundo, y si dejas al margen esos elementos roleros que comentas no se le saca todo el partido. Fíjate, nosotros por ejemplo en la sección de Mordheim tenemos por cada era más relatos escritos que partidas que jugamos. Y muchos de nuestros personajes más queridos, como Chantal y Trifón, han salido de campañas de Mordheim.
Eliminar(Curiosamente los dos son grandes hijos de puta, no sé si ese origen en la ciudad maldita tendrá algo que ver xD)
Cierto, no recordaba lo que se decía de las Hermanas que habían obtenido la salvación de La Roca a cambio de tratos con poderes oscuros... habría sido un plot twist interesante, aunque el que se ha marcado Pirinen seguramente lo sea más xD. Efectivamente la presentación está por ahí en internet, y aparece en la última diapositiva, el tío se lo guardó hasta el final.
Y lo de Valten... qué decir. Una idea magistral (una mini preciosa también) y una ejecución lamentable de cojones. Me gustaría poder preguntar a alguno de los que estuvo involucrado qué demonios se les pasaba por la cabeza. Aunque intuyo que no me iba a gustar la respuesta. Pero sí, como dices es muy probable que esta chica acabara convertida en Valten, y que de ahí venga la idea.
Me ha gustado mucho esta entrada.
ResponderEliminarTiene mucho fondo no sólo de historia sino de predisposición hacia el hobby.
Soy muy fan de mordheim y como todos flipé con el Ser de la Luz. Lo de Drakenhof y Valten lo compro. No lo había pensado. Pero por unirme a la movida mental diré que siempre me chocó que en la Sombra sobre Albión fichar al arúspice te hacía del bien y el emisario oscuro del mal. Demasiado definido. Reescribía el guión claroscuro de fantasy.
Y al final El Niño de la Luz se lo quedó David Eddings para sus Crónicas de Mallorea. Vidas cruzadas, mismas fuentes o apropiación conceptual... O yo qué sé de todo esto!!!
Feliz Navidad a todos
¡Muchas gracias! Joer, yo también me estoy llevando un regalo de Navidad con estos comentarios tan interesantes. Para empezar no conocía las Crónicas de Mallorea, ya tengo algo más a lo que echarle un ojo!
EliminarY mira, la verdad es que no había caído en lo de los arúspices y los emisarios oscuros, pero tienes razón, también es un posicionamiento muy claro Bien vs Mal. Lo que pasa es que les quedó un poco raro, porque como al final tenía que haber uno u otro, recuerdo haber visto informes de batalla entre dos ejércitos "malvados" y que el arúspice fuera con uno de los dos, que lo mismo eran unos Skaven. De hecho, si podemos hacer lo que tenemos en mente este 2021, un arúspice va a acompañar a una bruja muy guapa pero que está muy ida de la olla.
La verdad es que el tema Bien vs Mal en Fantasy es interesante, porque creo que realmente hasta quinta (y en algunos casos sexta) sí que se puede encontrar un cierto elemento Bien vs Mal. Los bretonianos de quinta son decididamente buenos, los altos elfos creo recordar que también eran un poco más nobles y puros que los arrogantes cabronazos que serían después... A partir de sexta va variando todo y ya se termina de caer en Baja Fantasía pura con el libro de Bretonia de sexta.
Pero todo esto en líneas muy generales. También se podría decir que tercera edición era mucho más Baja Fantasía que quinta y que el tránsito hacia el GRIMDARK de sexta fue una especie de vuelta al origen. No tengo tanto conocimiento de tercera como para afirmarlo, pero por lo poco que sé me da esa impresión.
Pero bueno, eso efectivamente da para mucho estudio y debate... quizá lo investigue con más detalle a lo largo de 2021 xD
Feliz Navidad!!