Comunicación interceptada

Saludos a todos, damas y caballeros.

Como os mostramos en esta entrada, una de las campañas narrativas que estamos jugando Fornidson y yo este año es de Infinity, enfrentando a su Compañía Dahshat con mi Compañía Ikari en un duelo estilo alguna peli de los mercenarios de Stallone o similar. Yo gané la primera partida, Biotecvoro, la primera que jugamos al comenzar el desconfinamiento, mientras que hace unos días Fornidson ganó la segunda, Contramedidas.

Mientras jugamos la tercera partida y terminamos la campaña, os traigo este relato, que servirá para explicar una regla para esta tercera partida: cada miniatura que obtenga un 18 o más en una tirada recibirá un impacto de daño 13, representando a tiradores Shasvastii disparándonos desde las sombras. Esto se debe a que nos hemos infiltrado en la Shasworth Egalitarian Foundation, un elemento narrativo que un socio se sacó de la manga en la anterior campaña veraniega de Infinity, Asteroid Blues, y que a los dos nos pareció brillante.

Os dejo con el relato. Espero que os guste.

“Aquí la teniente Karolina Van Bommel, del grupo de combate veintisiete de la Compañía. Estamos avanzando en el punto designado de las instalaciones de la Shasworth Egalitarian Foundation. No hemos entrado en contacto con nadie, pero el grupo veintiséis ha informado de un contacto hostil con lo que parecen ser otros contratistas, al parecer de la Compañía Dahshat. También han informado de la liberación de algún tipo de toxina en su zona de despliegue. Creemos que sus enemigos se han retirado y el grupo veintiséis ha logrado asegurar la zona, aunque no podemos localizarlo. Hay interferencias muy potentes en la zona, están distorsionando nuestros equipos de comunicación…

Un momento. Hay alguien más aquí.

Parecen hombres armados. No podemos identificarlos, pero son humanos. Parecen…

(Sonido de explosión)

Nuestro tanko acaba de abatir a una tropa ligera enemiga. Hay francotiradores. Puede ser otro equipo de la Compañía Dahshat, o el mismo que entró en combate con el grupo veintiséis, si ha conseguido reagruparse. Parecen estar buscando información dentro de la infraestructura. Supongo que tienen el mismo objetivo que nosotros, saber qué demonios es esta fundación en realidad…

Espera… ¿Un dog warrior? ¿Es McMurrough? DISPARADLE, JODER, DISPARAD…

Maldita sea…”

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“Aquí Danica Palmisano, cazarrecompensas, Compañía Ikari. La teniente Van Bommel ha sido asesinada por McMurrough. He conseguido abatirlo… está malherido y le he administrado un calmante muy potente. No estará operativo hasta dentro de un buen rato.

Nuestros enemigos pertenecen a la Compañía Dahshat. Hemos neutralizado a sus francotiradores, pero han traído artillería pesada en forma de remoto Shaitaniyah. Un hunzakut está marcando a nuestros hombres y transmitiendo sus coordenadas al remoto. El tanko ha caído. Debemos eliminar a ese hunzakut…

Hunzakut neutralizado. Un Yuan Yuan ha dado la vida por abatirlo. Su artillería ya no tiene forma de fijar los objetivos, pero el maldito hunzakut ha dejado un repetidor de posición que están usando para rastrear nuestras tropas. Voy a mandar a los drusos a encargarse del asunto…

Maldición, tienen un Hulang.

Los drusos han caído. El hulang ha acabado con nuestro francotirador y ha decapitado al ninja. Tenemos que retirarnos de esta posición. Hemos sufrido demasiadas bajas. Voy a cubrir la salida de los que queden en pie…

(Se oyen varias ráfagas de Red Fury)

Imagen de maratarslanov

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El mentor Shasvastii terminó de escuchar la grabación que le había mostrado el noctífero, quien permanecía cerca de él agazapado, entre las sombras. Algunos hábitos no eran fáciles de evitar, incluso cuando no eran necesarios.

“¿El mensaje fue entregado?” – preguntó al fin el oficial Shasvastii.

“No. Lo interceptamos y desviamos las comunicaciones. La Compañía Ikari no sabe nada de esto”

“¿Y los de Dahshat?”

“Tampoco han conseguido contactar con sus superiores”

El mentor se levantó de la silla en que estaba sentado y miró el vació estelar a través del ventanal. Novy Bangkok estaba alejado de todo, apenas tenía importancia salvo que los burdeles y las drogas pudieran ser considerados recursos estratégicos. Y sin embargo, sospechaban que la Sala de Juegos estaba cerca. Quizá los humanos había pensado que enviar el Compilador al lugar más remoto de sus dominios serviría para que estuviera a salvo. No iba a ser el caso. El Ejército Combinado no iba a detenerse ante nada con tal de encontrarlo.

Y sin embargo, el mentor pensó que los racionalistas Ur tenían una ventaja sobre los Shasvastii enviados a buscar el Compilador. Los racionalistas Ur no se aburrían. Él, en cambio, empezaba a estar hastiado de tener que perseguir a los humanos allá donde se escondieran. Más valdría que se rindieran cuanto antes. El resultado iba a ser el mismo, pero él no tendría que estar jugando al gato y al ratón en asteroides remotos y alejados de cualquier cosa que mereciera, siquiera remotamente, el nombre de “civilización”.

“La Shasworth Egalitarian Foundation es una tapadera relevante dentro de nuestra operación” – murmuró por fin -. “No debe ser desenmascarada”

Y girándose hacia el noctífero, le ordenó:

“Moviliza a las tropas y que acaben con esos mercenarios. No en un enfrentamiento directo: no queremos que consigan imágenes que puedan ser enviadas si nuestros inhibidores fallaran, y es mejor que piensen que se están matando entre ellos. Pero que no salgan con vida”

“Así se hará” – dijo el noctífero antes de desaparecer en la oscuridad.