Saludos a todos, damas y caballeros.
Tras presentar la primera parte de la batalla en esta entrada, continuamos con la segunda parte de este pepino multijugador, 4000 puntos de No Muertos y Orcos vs 4000 de Enanos y Bretonia siguiendo el sistema de Reforged. También os recuerdo que el escenario está colgado en esta entrada y los relatos previos en esta otra.
Habíamos dejado la batalla en el momento en que los bretonianos finalmente entraban en combate, en el comienzo del tercer turno de la alianza del Bien. Es un momento tenso en que orcos y enanos están ocupados en un macrocombate a los pies de la torre que es el objetivo de la batalla, con los muertos abriéndose paso por el otro lado. Ahora veremos si los bretonianos son capaces de ayudar a sus barbudos aliados... o si su preciosa heráldica acabará manchada de barro y sangre.
Turno 3 alianza del bien
En este momento entraron finalmente los bretonianos. Dado que no podían cargar en el turno en el que entraban, renunciaron a flanquear y se concentraron todos de tal forma que no estuvieran en la línea de visión de ninguna unidad enemiga. Lo cual les salió bien… a medias.
Una unidad de caballeros del Reino, comandados por el paladín Sir Parsifal el Cruel, se quedó demasiado cerca de una unidad de goblins, quienes soltaron a los fanáticos. Éstos mataron a tres caballeros, y los valientes defensores de la Dama decidieron, tal cual habían llegado, que era buen momento para marcharse, atravesando varias unidades amigas por el camino. No hicieron huir a todo su ejército de milagro.
Confieso que me encanta esta imagen xD |
Por su parte, una nueva unidad de guerreros enanos, liderados por un herrero rúnico, cargó contra el flanco de los orcos trabados en el macrocombate, por lo que pasó a ser una animalada que involucraba nada menos que a seis unidades escalonadas. Estaba claro que la batalla se decidiría, en buena medida, en función de quién fuera el ganador de ese combate.
En la fase de magia, la hechicera bretoniana consiguió lanzar un Sangre de la Tierra potenciado, otorgando regeneración de 5+ a todas las unidades amigas a 30 cm y de paso sanando la herida sufrida por el cañón órgano gracias a la regla del saber. Por suerte no iba a haber muchos combates en esa zona, porque no es que enanos y bretonianos necesiten más defensa, ejem ejem.
Tras una fase de disparo poco trascendente, llegamos al combate, nos llevamos una alegría cuando mis espíritus consiguieron matar al último rompehierro, liberándose y por tanto quedando al margen de lo que pasara entre orcos y enanos. Entre estas dos razas ancestrales, Hurk y Ulfrik no se hicieron gran cosa, y la mayor brutalidad de orcos negros y sobre todo de Thruk el Chafador, quien debió matar él solo a cuatro enanos, compensó de alguna forma el hecho de que los enanos tuvieran mayores bonificadores estáticos. Los orcos perdieron, pero por poco, y mantuvieron la posición un poco más. Cada turno que pudieran conseguirme sería oro.
Finalmente, los tumularios consiguieron matar a varios barbaslargas, pero estaban suficientemente cerca de Ulfrik y su corona como para no huir.
Turno 4 maligna alianza
Los bretonianos se habían posicionado bien, evitando buena parte de las cargas que pudiera haber, pero no todas: un solitario carro goblin cargó a unos kitay (escuderos a caballo) que no podían huir de la carga, porque esto les habría llevado a huir de la mesa. Era una tirada muy complicada (Toni necesitaba un 10 en dos dados), pero salió. Los kitay aguantaron y dispararon, causando una herida al carro, pero la que se les venía encima era fina.
Además de esto, la hueste espectral se trabó con los arcabuceros de la colina y los espíritus, tras haber muerto finalmente el último rompehierro, atacaron a los ballesteros que defendían la torre.
A todo esto, los goblins cercanos a mi zona de despliegue decidieron que era buen momento para darse de tortas contra el carro otra vez. Genial.
Siempre que juego con no muertos hay una fase de magia en la que los vientos soplan con la fuerza de una tortuga fosilizada, y en esta batalla fue en este cuarto turno. Intenté invocar una unidad de esqueletos que pudiera apoyar al macrocombate para sumar presión, pero entre que tenía pocos dados y que salieron unas tiradas un poco justas, los aliados pudieron desbaratar mi plan, y fue una fase de magia intrascendente.
En cuanto al macrocombate, los orcos siguieron haciendo una matanza, liderados por los orcos negros y sobre todo por el Chafador, probablemente el tío más bestia que haya visto en mucho tiempo. No obstante, aunque la pura brutalidad estaba del lado de los orcos, la situación táctica beneficiaba a los enanos, que eran los únicos en el combate que podían sumar filas y que, incluso si perdían el combate, no iban a huir. Estaba claro que ese combate era una causa perdida para los pielesverdes y era solo cuestión de cuánto iban a aguantar. Al menos aguantaron un poco más.
En cuanto al resto de combates, el carro reventó a los jinetes, como era de esperar, y se reformó intentando presionar el flanco del ejército enano. La hueste espectral no consiguió hacerle nada a los enanos y de hecho acabó perdiendo el combate por uno, mientras que los espectros mataron unos cuantos ballesteros pero, de nuevo, la corona impidió que huyeran.
Por su parte, los tumularios terminaron de masacrar a los barbaslargas que se encontraban trabados con ellos. Finalmente, el combate ridículo entre los goblins y el carro terminó con una nueva victoria del carro y con los goblins, esta vez sí, huyendo. Perfection.
Turno 4 alianza del Bien
Con la totalidad del ejército enano trabado, correspondía a los bretonianos el desbloquear la situación. Los caballeros del pegaso cargaron a un carro de lobos, y las demás unidades se fueron moviendo para poder cargar en su siguiente turno: caballeros del reino por el lado de la torre en que estaba el macrocombate, caballeros andantes y Sir León hacia el otro lado para frenar el avance de mis tumularios, y Milten con su pegaso decidió situarse de forma que amenazara nada menos que a Chantal en persona. Como buen francés, el muchacho suele morder más de lo que luego puede masticar…
En la fase de magia, la hechicera bretoniana lanzó de nuevo un hechizo de regeneración, aunque, al hacerlo con fuerza irresistible, perdió un nivel de magia y un hechizo, que fue precisamente ese.
En cuanto a los disparos, la catapulta enana pegó un pepinazo que reventó a buena parte de los 20 orcos iniciales que habían estado deambulando sin pena ni gloria por la partida, haciéndoles huir
La brutalidad enana no terminó ahí, porque el cañón órgano volatilizó después a prácticamente toda la unidad de tumularios. Suerte que en Reforged se pueden revivir.
En los combates, los caballeros del pegaso se cargaron al carro de lobos, como era de esperar, y los espíritus dejaron con vida a apenas un ballestero, suficiente en todo caso como para que mantuvieran la posición… algo que nos jodería bastante en la partida.
El macrocombate finalmente acabó por caer del lado de los enanos cuando Ulfrik consiguió colar un golpe letal a Hurk que, esta vez sí, acabó con el poderoso kaudillo. A cambio, Thruk mató al herrero rúnico, lo que, dada la pérdida de nivel mágico de la hechicera bretoniana, dejaba a la alianza del Bien con un triste +1 a la hora de dispersar hechizos, algo que debería venirnos bien en el futuro. Pero pese a todo, los orcos acabaron huyendo. Por suerte no fueron atrapados en la persecución (de hecho, la unidad de Ulfrik decidió no perseguir para poder atacar luego a los espíritus que estaban pugnando por hacerse con el control de la torre).
Turno 5 maligna alianza
La cosa se nos había complicado con la derrota, por otro lado anticipada, en el macrocombate del centro y la muerte de Hurk. No obstante, seguíamos teniendo opciones para hacer cosas malignas, como debe ser dado nuestro nombre. Así que eso fue lo que intentamos.
Curiosamente, no hicimos ni una sola carga en este turno. Podía haber cargado con los tumularios a unos barbaslargas que tenía enfrente, pero mis planes iban por otro lado, y los orcos no tenían nada con lo que cargar. Al menos los orcos al mando del Chafador se reagruparon, lo que no es poca cosa. Lo demás se orientó y avanzo para intentar dar por saco todo lo que pudiéramos: los jinetes de jabalí hacia el centro, y el carro goblin hacia el cañón órgano, de forma que no pudiera disparar a los jinetes de jabalí (si lo hacía, al turno siguiente sería cargado por el cañón órgano).
Posteriormente, empezamos con las danzas macabras: los zombis cargaron a Sir Milten, quien se había venido muy arriba con eso de ir cazando brujas, y los tumularios, tras haber sido reformados en la fase de movimiento para encararse hacia los caballeros andantes y haber resucitado varios gracias a Chantal, cargaron también.
Lamentablemente, la carga en este caso resultó ser fallida. Es muy probable que eso fuera una de las tiradas más decisivas en nuestra contra en toda la partida.
Una vez hecho eso, intenté eliminar la unidad del general enano, y al propio general, con el uso de mi pérfida hechicería. Sveta lanzó una Oscura Mano de Destrucción y la Tormenta de Espadas contra esa unidad, que estaba muy mermada, y aunque mató a algunos enanos, no fueron ni de lejos tantos como habría esperado. Para empeorar las cosas, también Sveta se mató lanzando la Tormenta de Espadas, y la disfunción resultante impidió que pudiera lanzar algún hechizo más con Chantal para terminar de rematar esa unidad.
En el combate, Sir Milten tuvo una actuación un poco lamentable matando a solo dos zombis, con lo que los bonificadores estáticos de mis muertos le hicieron perder el combate por cuatro y huir, saliéndose de la mesa.
Mientras tanto, la hueste espectral consiguió finalmente doblegar a los atronadores, haciéndoles huir y trabándose con el lanzavirotes en la persecución.
Los espíritus, por su parte, consiguieron acabar con el único ballestero que quedaba con vida, concluyendo así la destrucción de la guarnición de la torre… eh, solo nos había llevado cinco turnos!!
Turno 5 alianza del Bien
Sin pensárselo dos veces, los caballeros andantes y Sir León cargaron contra los tumularios que no habían sido capaces de cargarles a ellos. Los barbaslargas que estaban cerca debían apoyar la carga, pero no pudieron dado que, aunque superaron el chequeo de terror producido por el Relicario de la Muerte de Guillaume, luego fallaron el chequeo de miedo para poder cargarles.
Por su parte, la unidad de enanos del clan que había estado liderada por el herrero rúnico cargó contra los orcos que se acababan de reagrupar, mientras que los caballeros del pegaso y del Reino se acercaban hacia esos combates para poder apoyar a los enanos allá donde lo necesitaran. Por último, Ulfrik y lo que quedaba de su escolta cargó contra los espíritus que se hallaban al pie de la torre.
Tras una fase de magia intrascendente, la catapulta enana aprovechó el que sería su último disparo para terminar de destruir el carro de cadáveres, mientras que el cañón órgano acabó con el carro de lobos que amenazaba su posición.
En combate, Thruk agrandó su leyenda aun más y consiguió que su unidad resistiera la carga de los enanos, los cuales, evidentemente, no huyeron.
Por su parte, Ulfrik se cargó a los espíritus que quedaban (un espíritu y la doncella), y los caballeros andantes... Lo de los caballeros andantes fue extraordinario. Junto con su señor, Sir León Devance, causaron una matanza tan extraordinaria que, en parte por heridas y en parte por resolución del combate, una unidad de 15 tumularios con un señor tumulario dentro, simplemente... se evaporó. Los caballeros andantes arrasaron y llegaron a trabarse con los zombis, a los que le iba a caer la del pulpo.
Al menos la hueste espectral continuó su avance, haciendo huir al lanzavirotes y trabándose con la catapulta.
Turno 6 alianza maligna
La verdad es que la matanza que los bretonianos acababan de hacer con los tumularios había sido conmovedora. No esperaba ni de lejos que fueran capaces de evaporar a toda la unidad en una sola carga. Que Ulfrik reventara a los espectros sí entraba dentro de lo esperable, pero me había quitado una baza tremenda.
Visto cómo estaban las cosas, moví los necrófagos hacia los andantes intentando apoyar ese combate, y también a los esqueletos, con intención de que después se trabaran en una danza macabra. Los jinetes de jabalí que quedaban, viendo que no iban a llegar a cargar a nadie, avanzaron todo lo que pudieron hacia el centro para reforzar a mis muertos en lo que pudieran.
En la fase de magia, Chantal consiguió que los esqueletos cargaran, lo que debía darme un poco de ventaja en ese combate. Para reforzar la maldad, invocó un Viento de Muerte que acabó con tres caballeros andantes. Me habría gustado poder revivir algunos zombis más o lanzarle una Mano de Polvo a Ulfrik para ir debilitándolo, pero tenía pocos dados y preferí, equivocadamente o no, centrarme en detener la carga de los caballeros.
Pese a todas esas bajas causadas, también perdí ese combate, en buena medida gracias a la intervención estelar de Sir León. No obstante, no fue por mucho y no sufrí demasiadas bajas adicionales, lo que me garantizaba que tanto los andantes como Sir León seguirían ahí trabados en su siguiente turno.
Por su parte, la hueste espectral hizo huir a la catapulta, terminando con el proceso de limpiar la base de artillería que los enanos habían puesto en la colina. Su persecución les llevó a chocar con los atronadores, que se habían reagrupado anteriormente, y a los que destruirían después.
Por su parte, el combate entre orcos y enanos continuó, matándose entre ellos llenos de odio. A estas alturas quedaban muy pocos enanos y pielesverdes sobre la mesa, habiéndose masacrado con feroz entusiasmo. Como debe ser.
Turno 6 alianza del Bien
Los caballeros del pegaso acudieron en apoyo de los enanos para terminar de romper la escasa resistencia pielverde que quedaba.
Apenas se produjeron otros movimientos, dado que apenas quedaban tropas sobre la mesa ya. Lo más destacado es que Ulfrik Donarkhun ocupó la torre, por lo que, salvo que consiguiéramos sacarlo de ahí (cosa que no iba a ser nada fácil), la alianza del Bien habría ganado la partida.
En la fase de magia, la hechicera bretoniana lanzó sin demasiada esperanza unas zarzas místicas sobre los jinetes de jabalí, pero por un golpe de suerte no conseguimos dispersarlo y eso acabó significando la casi total destrucción de esos jinetes, que no habían tenido oportunidad de hacer nada en la partida, los pobres.
En los combates, los caballeros del pegaso consiguieron que el último elemento de resistencia pielverde terminara por desmoronarse. Los orcos huyeron de los caballeros del pegaso (por ser la unidad con mayor potencia de unidad) y fueron atrapados en la huida, lo que de paso dejó a Chantal en una posición aun más comprometida de lo que ya estaba.
Por otro lado, los bretonianos siguieron matando no muertos como si no hubiera un mañana, reduciendo mucho la unidad de esqueletos y dejando la de zombis reducida a... un tipo.
Turno 7 alianza maligna
Llegados a este punto teníamos que ir recogiendo porque se nos había echado la hora encima. En realidad, tampoco quedaba mucho por hacer, y todo se resumía a una única cuestión: ser capaz de matar a Ulfrik.
El hechizo elegido fue la Mano de Polvo, que tenía la ventaja de que, si matábamos al condenado enano, no solo moriría sino que reviviría como un señor tumulario con el mismo equipo que tuviera el finado, por lo que prácticamente nos aseguraríamos la victoria. De esta forma, decidimos ir directamente a la fase de magia y resolver esto. Si Ulfrik moría, ganaríamos la partida. De lo contrario, la perderíamos.
Chantal tiró los dados y sacó una fuerza irresistible. Lamentablemente, Ulfrik tuvo una tirada muy buena y solo conseguimos colarle dos heridas. Además, la disfunción mágica asociada terminó con la fase de magia, impidiendo que Beatrice, que también tenía el hechizo, pudiera intentar rematar al enano. De esta forma la batalla concluyó.
Una batalla ante todo divertida y emocionante donde las hostias volaban como panes. Me lo pasé muy bien y me encantaría tomar una revancha. Mi caudillo orco Hurk se quedó con la miel en los labios y mis maravillosos goblins dieron una vez más el espectáculo cargando contra la unidad aliada.
ResponderEliminarCargando contra una unidad aliada... dos veces xD
EliminarLa verdad es que fue una partida genial. Hurk se portó como un campeón, al final acabó sucumbiendo pero aguantó la línea todo lo que pudo. Y nunca olvidaremos que fue la partida en que nació la leyenda del Chafador, que también es un fenómeno!!
Me divertí como un enano, nunca mejor dicho XD
ResponderEliminarCuando quieras echamos la revancha.
Jajajajajajajajaja... Como un enano matando pielesverdes!!
EliminarHabrá que echar una revancha, sí, que Chantal se quedó con ganas de matar a Ulfrik...
Muy chula la partida, pero sois unos herejes, la única alianza posible es Enanos e Imperio! Xdd malditos gabachos! Que el Emperador se apiade de vuestras almas... el que tenga
ResponderEliminarEh eh, que esto no es 40k, aquí el Emperador ya tiene bastante con que los Electores le hagan caso como para tener que estar ocupándose del alma de nadie xD
EliminarEn lo de malditos gabachos estamos todos de acuerdo, ahí no hay duda.