[El Reposo de los Muertos] Segundo escenario: la Defensa de Califaux

Saludos a todos, damas y caballeros.

Tras jugar la primera partida de la campaña "El Reposo de los Muertos", volvemos a la carga con el segundo escenario, la Defensa de Califaux. Dado que esta campaña se inspira, de forma bastante leal, en la maravillosa "Círculo de Sangre" de quinta edición, este escenario se corresponde con el de "La Defensa de la Torre" en aquella campaña original.

Al contrario de lo que sucede con "Círculo de Hechicería", que es una adaptación bastante libre, en este caso Helios y yo hemos decidido representar con más lealtad el documento original, lo que nos ha planteado un problema: si solo tenemos un personaje por bando, es imposible mantener el tamaño de los ejércitos de quinta edición trasladados a sexta, dada la gran reducción de coste en puntos de las tropas que, en general, hubo de una edición a otra. Por ello, veréis que las partidas son bastante pequeñas: la anterior fue de 1000 de No Muertos contra 900 de Bretonia, y ésta es de 1250 contra 1250. De todos modos, las partidas pequeñas de Warhammer son un vicio muchas veces infraestimado, por no decir que estos tamaños permiten sacar todo el partido a la mesa, que ya con partidas de 2000 puntos muchas veces se queda pequeña. Pero esa es otra historia.

Sin más, os dejo con el escenario. Espero que os guste.

Desde la fundación de Las Ocho Villas de Plata, la Abadía de Califaux había servido como lugar de residencia, estudio y cátedra de la damisela de la Dama que ostentara mayor rango en el señorío bretoniano. Entre sus muros habían vivido mujeres tan destacadas como Isabelle la Hermosa, cuyo canto favorecía las cosechas y hacía germinar las flores, o Noelle la Valiente, de quien se decía que todos los animales de la región le profesaban amistad y adoración. 

En el año 2020 CI, este puesto correspondía a la Canonesa Lady Leonor de la Justa Venganza, hija de sir Gawain y sobrina de León Devance, barón de Carranza y Agarón y máxima autoridad en Las Ocho Villas de Plata. Además de ser una poderosa astromante, muy versada en las artes de la adivinación y la lectura de los cuerpos celestes, Leonor era conocida por su implacable sentido de la justicia y por su habilidad con la espada, algo poco habitual entre las doncellas bretonianas, si bien no entre la familia Devance. Este carácter poco contemplativo contrastaba con el de algunas de sus predecesoras a cargo de la abadía de Califaux, ya que si bien no le llevaba a desatender sus deberes monacales, no era tampoco extraño que se la viera cabalgando por el señorío buscando ayudar a sus congéneres, aplicar justicia en la medida de sus atribuciones e, incluso, lanzándose a la batalla contra los enemigos de la Dama. 

En cierta forma, parecía que la diosa de Bretonia la hubiera escogido a ella, en su presciencia, para enfrentarse al Horror en el momento adecuado. 

Pues la abadía de Califaux escondía entre sus muros la llave a una terrible maldición, un secreto oscuro como un vergonzante pecado a medianoche, desconocido incluso para sus ocupantes. Así se había deseado desde el principio, y así debía ser, pues el conocimiento por parte de las canonesas del impío poder que estaba a su alcance podía haber supuesto una tentación demasiado grande, o una carga excesivamente pesada. En un escondrijo secreto, emparedado entre gruesos muros, los cruzados que habían acompañado al ejército de Tybalt Du Bois habían escondido una de las llaves que servía para abrir el artefacto que traería la noche sobre las almas piadosas: el impuro Ulth Kanopesh. 

La ignorancia de la localización de este artefacto era una bendición para Lady Leonor, y aun lo fue más cuando otra poderosa hechicera, la nigromante Chantal, puso su desquiciada mirada en Las Ocho Villas de Plata. Leonor solamente sabía que estaba siendo atacada, como había sucedido anteriormente con el monasterio de Aslacon, pero no el por qué. De hecho, en un primer momento los bretonianos ni siquiera sabían que era Chantal la responsable de la oleada de nigromancia que se vivía por la región, aunque este nombre no era tan conocido entonces como llegaría a serlo después. Aquello también fue una bendición para Leonor, no porque hubiera podido temer a la imperial, sino a lo que podría pasar en caso de que consiguiera su propósito. 

Así fue cómo, pocos días después de que una horda de muertos vivientes y cultistas vivos saqueara y profanara el monasterio de Áslacon, otra hueste aún mayor se presentó frente a los sagrados muros de la abadía de Califaux. Sin embargo, prevenidos como estaban de la desgracia sufrida por Áslacon, Califaux se encontraba mejor defendida, pues los bretonianos sospechaban que podía ser también atacada, aunque creían que se debía a la furia iconoclasta de las brujas y no por la presencia de la llave, que desconocían. Además, en esta ocasión, Leonor de la Justa Venganza estaba más que dispuesta a hacer honor a su nombre y a prevalecer frente a la oscuridad y la muerte. Califaux no caería mientras ella pudiera evitarlo.

ESCENARIO 2: LA ABADÍA DE CALIFAUX 

En cuanto vio la silueta de la abadía de Califaux recortarse contra los primeros rayos de sol, Carol desenvainó la daga que llevaba atada al muslo, ansiosa por derramar sangre. Según la información que Sveta había obtenido a través de sus agentes en Puerto Gris, la damisela que guardaba el lugar era una hechicera muy poderosa, muy capaz… y muy bella. Carol llevaba varias noches fantaseando con lo que haría con ella cuando la capturara. La única duda que tenía era cuánto tardaría en matarla. 

A diferencia de Beatrice y Sveta, Carol llevaba muy poco tiempo bajo las órdenes de Chantal, pues no la había conocido durante su estancia en Mordheim. Aunque en realidad la voluptuosa tileana no se consideraba “bajo las órdenes” de la imperial en sentido estricto. Seguía a Chantal porque le excitaba, no solo sexualmente, sino en un sentido mucho más siniestro. De alguna forma, sus mentes habían encontrado el mismo abismo de sadismo y crueldad y lo habían considerado un hogar. No era fácil encontrar a alguien que pudiera satisfacer todos sus impulsos pecaminosos, los de la carne… y los de la sangre. 

Aquella iba a ser su primera batalla, y Carol sospechaba que Chantal la había enviado a ella en forma de prueba. Para su sorpresa, no se inquietó al ver a los caballeros formar y a los campesinos preparar sus arcos para desatar una lluvia de flechas sobre sus tropas. Aquello iba a ser como los asesinatos a los que sí estaba acostumbrada, solo que a mayor escala, y estaba dispuesta a aceptar la ordalía. Derrotaría a los enemigos de Chantal, le entregaría a Chantal la llave del monasterio y le daría el Ulth Kanopesh… 

Pero no estaba dispuesta a compartir a la damisela con nadie.

LOS EJÉRCITOS 

No Muertos: 

• Su fuerza consta de 1.250 puntos. 
• Debe estar comandado por Carol, que será la general del ejército (y no puede incluir ningún otro personaje adicional). 
• El ejército podrá incluir una unidad de infantería por cada dos unidades de hostigadores, caballería rápida o caballería que haya incluido. 

Bretonia: 

• Su fuerza consta de 1.250 puntos. 
• Debe estar comandado por Leonor de la Justa Venganza, que será la general del ejército (y no puede incluir ningún otro personaje adicional). 
• El ejército podrá incluir una unidad con cualquier voto de caballería por cada dos unidades con el deber del campesino que haya incluido.

EL CAMPO DE BATALLA

El campo de batalla tiene dos zonas de despliegue para el ejército defensor: por un lado, la abadía de Califaux; por otro, un lago bendito, un lugar que parece contar con la protección de la Dama. Ambas localizaciones tienen sus reglas especiales, como se detalla en la sección correspondiente. 

El campo de batalla debe disponerse tal y como aparece. 

DESPLIEGUE 

Las tropas bretonianas llevan días reuniéndose en torno a la abadía de Califaux, por lo que desplegarán en primer lugar, en un radio de 15 centímetros de las dos localizaciones especiales, como se muestra en el mapa. 

Cuando todo el ejército bretoniano esté desplegado, los No Muertos despliegan luego, a 30cm o menos de su borde de tablero y a 30cm o menos de los bordes laterales del tablero. 

No se aplicará ninguna posible regla que permitiera a una unidad de cualquiera de ambos bandos cambiar las condiciones descritas en el despliegue (exploradores, movimientos avanzados, etc.) 

QUIÉN EMPIEZA 

Comienza el ejército No Muerto, el cual, reforzado por su victoria en Áslacon, ha alcanzado la abadía de Califaux antes de lo que los bretonianos esperaban. 

DURACIÓN DE LA BATALLA 

La batalla tiene una duración de cinco turnos, desde el amanecer hasta el mediodía, salvo si se produce alguna condición de victoria antes. 

REGLAS ESPECIALES 

La Abadía de Califaux: este lugar está protegido por la Dama y por las damiselas que en él han servido como canonesas a lo largo de los siglos, pues su presencia ha ido moldeando el templo, convirtiéndolo en un lugar sagrado y guardado por encantamientos benéficos. En consecuencia, mientras Leonor de la Justa Venganza permanezca al menos a 15 cm de la abadía, genera un dado de dispersión adicional. 

El lago bendito: las tranquilas y claras aguas del lago cercano a la abadía inspiran a los siervos de la Dama con su serenidad. Para representar esto, si Leonor de la Justa Venganza está a 15 cm o menos del lago, tanto ella como la unidad en que se encuentre serán inmunes a la psicología. 

VICTORIA 

• Si Leonor muere o huye del campo de batalla, será una victoria para los no muertos. 
• Si esto no sucede, se contarán puntos de victoria. La posesión de cada uno de los lugares estratégicos (la abadía y el lago) otorgan 300 puntos de victoria a quien lo posea. Para poseerlo, deberá haber una miniatura amiga, que no esté huyendo, a al menos 15 centímetros de la localización, y ninguna miniatura enemiga que no esté huyendo a al menos 15 centímetros de la localización. 
• En caso de empate, cuenta como victoria bretoniana. 

CONSECUENCIAS DE LA VICTORIA 

• Si vencen los No Muertos, los bretonianos no podrán incluir caballeros del Grial en la batalla final, y Leonor de la Justa Venganza no podrá participar en dicha batalla. 
• Si vencen los bretonianos, podrán incluir caballeros del Grial en la batalla final, y Carol no podrá participar en dicha batalla.