viernes, 22 de octubre de 2021

Proyectos para 2022: punto de partida

Saludos a todos, damas y caballeros.

Dando una vuelta por el blog hace un par de días me reencontré con esta entrada, en la que detallaba los proyectos en los que pretendía trabajar a lo largo de 2021. Me hizo mucha ilusión verla aunque solo fuera por contrastar el estado mental en que me encontraba yo, y me atrevería a decir que el país en general, hace exactamente trece meses: por aquel entonces esperábamos un otoño y un invierno que prometían ser duros de cojones, y efectivamente lo fueron, mientras que ahora todos, salvo quizá Margarita del Val, miramos el futuro con optimismo. Al menos en lo que se refiere al bicho famoso.

Al igual que el año pasado, invocamos la protección de Stillman para los proyectos futuros

Hay una frase que me gusta mucho y que ha aparecido más de una vez en el blog, que es "Recedant vetera, nova sint omnia". Esto procede de un cántico escrito por Santo Tomás de Aquino y significa "atrás lo viejo, que todo se renueve". En lo que se refiere al hobby, 2022 va a ser un año en que voy a seguir esa máxima, pues preveo que van a cambiar muchas cosas. Algunas ya han empezado a cambiar, aunque en realidad tenga más de vuelta a los orígenes o de retomar hábitos que habían quedado en suspenso una temporada. Ahí tenemos, a modo de ejemplo, el retorno de la campaña de Gaslands o la vuelta de los torneos de Infinity

Sin embargo, mi forma de enfocar los proyectos va a cambiar también, creo. Voy a dejarlo por escrito porque seguramente me hará ilusión encontrarme la entrada de aquí a un año, especialmente si de aquí a un año estamos mejor que ahora... que esperemos que sí. Esperemos que todo vaya siempre a mejor.

Los comienzos

La primera vez que me puse a pintar para jugar, de forma moderadamente seria, fue en 2017. Me da algo de vergüenza decirlo, teniendo en cuenta que llevo jugando con moñecos desde 2001, pero lo cierto es que pintar nunca me preocupó demasiado. Sin embargo, Fornidson y yo nos apuntamos a un torneo de Blood Bowl (la Adoradores de Coslada, si mal no recuerdo) y pensé que lo suyo era ir con el equipo pintado. Así que pinté a mi Pacto del Águila, el equipo de insensatos adoradores de Tzeentch que formaban un equipo de Pacto del Caos.

Lo primero que pinté, aprovechando esas miniaturacas de Kairic acolytes. Qué tiempos...

En 2018 pinté sendas bandas para Necromunda y Frostgrave, bandas ambas que curiosamente no he llegado a estrenar, y ya en 2019 empecé mi primer proyecto de pintar un ejército, no muertos en Fantasy y Ariadna en Infinity. Mi enfoque por entonces era el general: pintar lo suficiente como para poder jugar a cualquiera de los juegos a los que juego, que son muchos, con miniaturas pintadas. 

Era, por tanto, un enfoque basado en la cantidad más que en la calidad. Un colega me dijo una vez que pintar mal es una elección, y es correcto: no me considero un buen pintor ni de lejos, pero también es cierto que, en estos tres años que llevo siguiendo este enfoque, tampoco he hecho ningún intento por mejorar. Creo que algo he mejorado, aunque solo sea en el ritmo, pues ahora pinto más rápido. Pero esto no me ha preocupado demasiado.

Esto es algo que quiero cambiar progresivamente en 2022. Sin volverme loco, porque la calidad va a seguir sin preocuparme demasiado, pero el hecho de haber pintado ya una buena cantidad de miniaturas en estos tres años hace que pueda relajar un poco el ritmo y, consecuentemente, prestar más atención a cada miniatura individual. Al fin y al cabo ya tengo pintado mucho de lo que quiero, por lo que no tengo la misma urgencia que tenía antes en ese sentido.

Un buen ejército de Khorne. En esta entrada voy a reciclar más de una y de dos fotos...

Y esa sí va a ser la variación más importante. Ahora mismo tengo pintados dos ejércitos de Warhammer Fantasy (no muertos y Khorne), y confío en terminar este año con otros dos. Siempre son susceptibles de ser ampliados, y lo serán, pero no porque lo "necesite" sino porque quiero. Tengo pintadas tres facciones de Infinity (Ariadna, Ikari y Órdenes Militares), unos Delaque para Necromunda, mi banda de Mordheim de la Tercera Era, una banda para Frostgrave, coches para Gaslands (aunque me los pintó Clavy, pero bien está), un pequeño ejército de Orientales de ESDLA, que espero enseñar pronto por aquí, y Devoradores de Mundos en cantidad aceptable. Es decir, tengo suficiente pintado como para jugar a prácticamente cualquier juego sin tener que pegarme una pechá de pintar previa.

Recedant vetera, nova sint omnia

Debería dejar de meter esta frase en cuanto pueda, pero me gusta mucho. Yo hasta ahora, como digo, he pintado para tener miniaturas con las que jugar. Con las que jugar a lo que se terciara. Es decir, puedo jugar una partida con Khorne porque tengo pintado un ejército de Khorne, pero ese ejército no había sido concebido con ninguna partida ni campaña en mente, simplemente por estar.

Cualquiera que haya leído este blog durante siquiera cinco minutos sabrá que lo que nos motiva de verdad son las campañas. De hecho, este blog es en un 75% un reservorio de todo el material que generamos en las campañas. Y el nuevo enfoque que voy a hacer es precisamente orientar mi producción pictórica futura a las campañas.

Y ya tengo un ejército de elfos oscuros casi terminado...

Esto es algo que he pensado al ver la escalada de este año, extraña porque he pintado un cojón, pero muchas de las minis que he pintado no estaban originariamente previstas. Las he pintado porque las necesitaba para jugar cosas no previstas inicialmente, en buena medida, como era de esperar, campañas. Es evidente que no puedo saber en diciembre o enero, cuando planifico la escalada, todo lo que voy a jugar en los siguientes doce meses, y tampoco querría. Pero creo que una forma mejor de planificación va a ser orientar la pintura ya no a facciones específicas para juegos concretos, cosa que ya no necesito porque he avanzado mucho, sino a campañas concretas que vaya a jugar.

Por ejemplo, Fornidson y yo tenemos intención, ahora que paso más tiempo por Madrid, de comenzar la campaña de Albión entre Chantal y Trifón. A efectos pictóricos, eso significará que yo en la escalada del año que viene tendré un epígrafe que será "Albión", dentro del cual habrá miniaturas de no muertos, pero también otras que pueda necesitar, como un arúspice (bastante engañado o demasiado excitado por la belleza de Chantal como para hacerse demasiadas preguntas) y monstruos para el escenario de la calzada de los gigantes, en el que ya hemos acordado que yo llevaré la horda monstruosa.

Al parecer Albión tenía esta forma en las primeras ediciones del juego...

Es verdad que este enfoque tiene el riesgo de que a lo mejor pinto algo que no vuelvo a usar nunca, al estar pintado para una campaña concreta, o incluso para una batalla concreta dentro de una partida. Dudo mucho que sea así porque los frikis somos especialistas en desarrollar variaciones sobre un tema, y ya se me ocurrirá algo en que reutilizar lo que pinte, pero incluso si fuera el caso, prefiero a estas alturas decidir qué quiero jugar y hacerlo posible, aunque ello implique pintar una miniatura para una sola vez.

Estilo clásico

Esta es una aspiración futura, que voy a ir introduciendo poco a poco el año que viene, pero que convivirá con un enfoque más clásico basado en pintar facciones. Concretamente hay dos proyectos que se van a mantener de cara al año que viene: el Proyecto Imperio y el Proyecto Devoradores de Mundos.

El Proyecto Imperio probablemente durará mientras viva, pues si hay un ejército del que podría llegar a coleccionar 40.000 puntos, es el Imperio. El resto de facciones de Fantasy irán teniendo añadidos menores según vayan siendo necesarios para jugar campañas, como es el caso de los no muertos y Albión, pero el Imperio se quedará ya para siempre como proyecto de fondo al que dedicar una vida. Es poético que las primeras miniaturas que tuve y pinté en mi vida sean también las que vayan a estar conmigo hasta el final (que espero sea lejano!!). Confío en que, al terminar el año, haya terminado también las cuatro primeras secciones del ejército, lo que significará que tendré ya 2000 puntos. En todo caso, tras eso vendrán otros 2000, y luego otros 2000, y así...

Lo que no descarto es, dentro de esa idea de intentar hacer un 2x1 en Imperio y mercenarios, dedicar la campaña/escalada del año que viene a la parte del ejército que sería más propia de un ejército mercenario, léase con enanos, ogros, puede que un gigante... Es algo a pensar.

En cuanto a los Devoradores de Mundos, desde el principio este proyecto estaba pensado para dividirse en dos partes: por un lado los marines y, por otro, el resto. Los marines iban a ser la parte importante en términos cualitativos, pero en términos cuantitativos serían poquitos, motivo por el que iba a liquidarlos este año. Como suele pasar, al final los proyectos crecen y aunque en la escalada figuren al 100% e incluso sobrepasándolo, todavía me quedan marines que pintar. Sin embargo, no son muchos, por lo que espero que entre este año y principios del próximo pueda terminarlo y entrar de lleno en la segunda fase del proyecto, con cultistas, mutantes, traidores, engendros y gentuza en general. 

Dos proyectos especiales

Jamás olvidaré el otoño de 2019, que representó para mí un pequeño infierno por cortesía de Nurgle. Acababa de aprobar la oposición y el cuerpo decidió que tenia que cobrarme las facturas impagadas, por lo que me puse enfermo más veces en esos meses (en los que ni siquiera había empezado a trabajar todavía, estando a la espera de mi primer destino) que en los diez años previos, simplemente por el bajón de adrenalina. A la vez, mi hijo mayor pilló bicho tras bicho en el cole, de forma que en los tres meses de otoño estuvo enfermando cada dos semanas. Lo cierto es que ninguna de las enfermedades que pillamos ni mi hijo ni yo fueron graves, a Dios gracias, pero hubo momentos en que la oscuridad inherente a Madrid, o al menos a la casa donde vivía, y la sensación de enfermedad constante se hicieron muy agobiantes.

Ese otoño fue el momento en que se empezó a pergeñar la idea del Troglablog (de hecho si lo veis las primeras entradas son de entonces, aunque lo lanzáramos el 1 de enero de 2020, porque estuvimos dos meses preparando el blog en oculto), en buena medida porque, cuando yo vigilaba el descanso de mi hijo, que tenía cuarenta grados de fiebre, encontraba cierto descanso mental en leer otros blogs, y me gustaría que el Troglablog pudiera servir de distracción a alguien que se encontrara en una situación similar. La otra cuestión que supuso para mí un alivio mental fue el Kickstarter de Bones V.

Ya estoy preparando la cartera para el Bones VI

Los Kickstarter de Bones son toda una experiencia. Se recaudan millones de dólares y los hitos se van desbloqueando en cuestión de horas. Además, es Reaper. Es difícil que exista una marca cuyo catálogo compraría por completo, pero Reaper es precisamente una de ellas. Y en esa campaña, cuyas miniaturas nos llegaron este verano, compré dos cosas que van a ser dos proyectos muy especiales para el año que viene.

En primer lugar, tenemos la expansión Dungeon Dwellers, que en esencia es una caja con lo necesario para mazmorreo del clásico. Me da mucha rabia no haber jugado nunca a ningún mazmorreo, sea Heroquest o sea Warhammer Quest, y es algo que me gustaría remediar. Además, la naturaleza de estos juegos, de corte cooperativo, hace que seguramente sean una buena droga de entrada al frikismo para los más pequeños... o sea, para ese hijo al que hace dos años tenía que vigilar constantemente porque en cuanto me descuidara ya se había puesto con cuarenta de fiebre otra vez, el muy malaje. Para cuando termine el año que viene, ese hijo tendrá ya siete años, y estará cerca de entrar en edad de ser iniciado en los misterios del frikismo. Cosa que no haré por mi bien, sino por el suyo: como todos sabemos, si te vicias a los moñecos es imposible que te quede dinero para cocaína o putas.

El otro gran proyecto es esto:

Oh sí. Los dragones son un elemento esencial de la fantasía, y la verdad es que me daba rabia no tener ninguno todavía. Conseguí el primero a través del Kickstarter de Bones IV precisamente, pero era un dragón zombi y, además, era "pequeño". Al ver esta maravilla de dragón por solo 14 dólares lo pedí del tirón, y ahora que lo tengo aquí, esta va a ser una miniatura que pretendo pintar con mucho cuidado y esmero. Va a ser la primera en la que prime la calidad sobre la cantidad o la rapidez, en buena medida porque creo que se lo merece. Y, como sabrá cualquier lector asiduo del Troglablog, evidentemente será morado.

Pues hasta aquí la declaración de intenciones para el año que viene, con ese cambio de enfoque que anticipa una nueva época en cuanto a la forma de hacer las cosas. Espero que en las próximas semanas vaya colgando cosas de los proyectos que se cierran y, de esa forma, ir dando pie a los nuevos.

Hasta entonces!

4 comentarios:

  1. Poner los objetivos de 2022 en octubre es sacarse la chorra con los de 2021: te felicito por ello. También es tener mucha fe en uno mismo porque a nosotros nos das dos meses de margen y lo mismo no hacemos “ná” que nos metemos con otro ejército.
    Entrada muy personal. Una road movie vital y frikil. Me ha gustado mucho. Volver la vista atrás a periodos de pandemia (o rachas de tener a las criaturas o seres queridos pachuchos) nos tiene que servir para valorar lo que tenemos.
    Un abrazo

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    1. ¡Muchas gracias! Jajajajaja no bueno, no es tanto definir los objetivos de forma concreta como poner por escrito ideas para cuando luego los concrete. El dejarlo negro sobre blanco también sirve en cierta forma para "obligarme" a seguir por ese camino.

      Y la verdad es que sí, al final el Troglablog surgió en una época personalmente "oscura" y al poco de nacer entramos en una época aún más oscura con la pandemia. Me da cierta sensación de reposo el verlo ahora, que gracias a Dios todo eso ha quedado atrás, y que el blog sea en cierto modo testigo de todas las cosas que se han superado. Es una forma chorra pero tangible de comparar el presente con el pasado y, como dices, valorar lo que tenemos.

      Y para celebrarlo, esta tarde Mordheim, no sea que nos pongamos demasiado alegres demasiado pronto xD

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    2. ¿Que retroceda lo viejo, que todo se renueve? ¿Me estas diciendo que Santo Tomas de Aquino es el primer chusmoso de la historia? Y tu eres seguidor suyo. Ainnss eso explica muchas cosas

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    3. Jajajajajajajajaja... Santo Tomás de Aquino era un hombre polivalente, lo mismo te hace un tratado teológico, que un cántico sacro, que te define la estrategia de GW de 2015 en adelante xD

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