sábado, 16 de octubre de 2021

Mis personajes en Warhammer Fantasy

Saludos a todos, damas y caballeros.

Hace cosa de un año y medio os mostré los personajes que uso habitualmente en mi narrativa en Infinity (o usaba... más de uno ha muerto ya). Lo curioso es que Infinity no es un juego que se preste particularmente a lo narrativo, si bien yo creo que lo hace más de lo que la mayoría cree, pero es evidente que no es un Mordheim... o un Warhammer Fantasy, aunque solo sea porque estos juegos han tenido muchos más años para desarrollar un Trasfondo mucho más intenso.

Con lo que desde entonces he querido hacer una entrada semejante para esos otros juegos con un peso narrativo más potente. De hecho, con Chantal tengo pendiente hacer algo parecido a lo que hizo Fornidson en esta entrada con Trifón, siendo ambos dos los personajes seguramente más relevantes del Troglablog, ambos nacidos en sendas campañas de Mordheim y que han dado el salto a cotas mucho, mucho más altas.

Sin perjuicio de esa entrada específica para Chantal, que es quien más lo merece de todos mis personajes por ser la que tiene más Trasfondo escrito con diferencia, y que llegará cuando resuelva un pequeño asunto que tiene entre manos, os dejo con la entrada de mis personajes en Fantasy. Esta entrada no va a crear nada nuevo, pero servirá como recopilatorio de distintas cosas que están por ahí sueltas en el blog y, en ese sentido, espero que os guste.

Anleith Seadrake (Karond Kar, 1521 CI)

Los elfos oscuros fueron el segundo ejército que me puse a coleccionar cuando comencé en esto, hará unos veinte años, y siempre les he tenido todo el cariño que se puede tener a una panda de homicidas maníacos y sádicos. Por aquel entonces, el líder de mi ejército era Kherith Aramor, un noble de Ghrond, que fue ejecutado en una campaña que jugamos. Con lo que no podía ni quería reutilizarlo para la segunda encarnación de mi ejército elfo oscuro, y recurrí a un personaje nuevo que me permitiera conjugar el diseño del ejército con mi amor por el mar. Por tanto, el personaje es un líder corsario.

Quise darle un toque diferente en el sentido de que no fuera el clásico corsario que se dedica a conseguir esclavos sin más, sino que fuera un tipo especial, la clase de hombre elfo al que llamas cuando quieres, no a mil campesinos bretonianos, sino a su duque, o la espada de su duque. Cualquiera es capaz de asaltar un poblado humano y llevarse a sus habitantes como esclavos, eso es algo que no tiene demasiado misterio, pero si quieres una persona u objeto concreto es mejor que hables con Seadrake, quien te cobrará un pastizal por ello, pero te lo conseguirá. En ese sentido, Seadrake es un elfo de negocios, un profesional que no se deja llevar por ninguna otra consideración que no sea cumplir su contrato y ganar pasta.

La fecha de su nacimiento está puesta un poco al azar, pero me ha llamado la atención que, pese a que los elfos son técnicamente inmortales, es raro que sean muy longevos en el mundo de Warhammer. Mi visión seguramente está distorsionada por el hecho de que tanto Malekith como Morathi tienen unos cinco mil años, pero por ejemplo Teclis debía tener apenas 160 cuando fundó los Colegios de Magia. Otra cosa es que nos fiemos de las cronologías y detalles biográficos de GW, pero bueno. Por ello, opté por situar el nacimiento de Seadrake en una fecha más cercana de lo que había pensado inicialmente.

Os dejo con las campañas en las que ha participado o está participando este individuo. Haré lo mismo con los demás:

Martin Khornelissen (Artois, 1964)

Khornelissen tiene un doble origen: por un lado, su nombre es un homenaje a un colega que tuvimos varios del blog en el colegio y que era un fenómeno. Por otro lado, fue uno de los contendientes a los que se tuvo que enfrentar Trifón en su odisea por los Desiertos del Caos, una campaña que jugamos vía Vassal cuando Fornidson estaba desterrado en Arabia Saudí para seguir con la leyenda del mismo. Khornelissen no solo fue su enemigo más carismático sino el único que consiguió derrotar a Trifón en duelo singular, dejándole tuerto de un ojo, por lo que surgió entre ellos una bonita enemistad.

El caso es que en diciembre de 2019, cuando estábamos a punto de comenzar el blog, me dio un venazo y propuse a Fornidson hacer una campaña/escalada, pintando 500 puntos al trimestre de cualquier ejército y jugando partidas según se fueran pintando. No tenía intención como tal de coleccionar un ejército del Caos, pero lo bueno que tiene esta facción es que es fácil juntar una cantidad decente de puntos en pocas miniaturas, con lo que me animé a ello y más teniendo un Trasfondo tan potente detrás. Aquello se consiguió poco a poco, como buenamente se pudo, en el año del coronavirus, pero dio lugar a un duelo final entre Khornelissen y Trifón que debe ser fácilmente lo más épico que he visto en mi vida. 


La razón por la que Khornelissen es bretoniano es en homenaje a ese colega del que os he hablado, aunque recientemente he descubierto que no es belga como pensaba sino estadounidense, con lo que no es que tenga mucho sentido. En todo caso se queda así, primero porque a estas alturas no lo voy a cambiar y segundo porque me permite utilizarlo como contraste entre lo que debería ser un bretoniano de bien y lo que son los bretonianos comunes, hablando con acento raro y siempre protegiéndose tras las faldas de su mamá elfa.

Por último, mencionar que ya están en marcha los desafíos para encontrar su muerte que mencionamos en la tercera campaña que os enlazo, y de la que espero poder mostrar cosas pronto...

Los no muertos son, con diferencia, uno de los elementos que más me gustan de la fantasía. Siempre me ha llamado la atención el terror gótico, el de fantasmas, esqueletos reanimados (no zombis), calabazas, brujas... la estética de Warhammer no es exactamente la misma, pero se parece lo suficiente como para que siempre haya tenido ganas de hacer no muertos. Con lo que, cuando me reenganché al hobby y decidí que tenía madurez suficiente como para proponerme coleccionar un ejército, montarlo, pintarlo y terminarlo por primera vez en mi vida, me decanté por los no muertos como primera opción.

Tenía claro que quería que mis no muertos estuvieran liderados por un hechicero. No me disgustan los vampiros, pero no los veo al mando de grandes ejércitos por lo general, mientras que la imagen de la horda de muertos tambaleantes animados por un perverso brujo encajaba mejor con Fantasy en general. Y, dada mi fascinación (la cual no tengo muy claro de dónde viene, quizá de alguna fiesta de Halloween adolescente) por la figura de la bruja con sombrero picudo y escoba, la elegida iba a ser una bruja. Una cábala entera de ellas, como excusa para poder comprar toda miniatura de bruja que se me cruzara por delante.

Chantal (izquierda) junto a su lugarteniente Beatrice

Ya he hablado extensamente de Chantal, no en vano es el personaje que seguramente tendrá más entradas en el blog, y de hecho llegué a colgar sus notas de diseño aquí y aquí. Para este artículo, y a falta de uno más detallado que aparecerá sobre ella, baste señalar que, como Trifón, salió de una campaña de Mordheim. Lo cual supongo que sirve para explicar por qué es tan hija de puta...
Leopold Wallenstein (Averland, 2486)

El último en aparecer cronológicamente, tanto en la narrativa interna de WH Fantasy como en la del mundo real. Lo cual no deja de ser curioso, porque el Imperio es el primer ejército que coleccioné y el que más me ha gustado siempre, pero también ha sido el último que me he puesto a coleccionar en este último y parece que definitivo reenganche al hobby. Es el proyecto que quiero disfrutar y saborear, como un buen vino o un buen puro. Como lo primero me sienta fatal últimamente y lo segundo lo he dejado, es el único vicio que me queda!!

En las anteriores encarnaciones, mi Imperio estaba liderado más por la vía clerical, por sacerdotes guerreros y archilectores. Este proyecto imperial nuevo he preferido enfocarlo más desde un punto de vista estatal y acercándolo más al Renacimiento, mi época histórica preferida y la razón por la que el Imperio es el ejército que más me gusta de Warhammer. También de ahí la elección de la miniatura, la cual me parece preciosa en su sencillez, y, como buena miniatura de los Perry, con un toque histórico que hace que este tipo encaje perfectamente en cualquier batalla de finales del siglo XV.


Este amor por el Renacimiento me permite también salvar el principal escollo narrativo que tengo con el Imperio, y es la corta vida de los humanos. Leopold Wallenstein es un personaje del momento "actual" de Warhammer (tendría dieciséis años cuando Karl Franz fue coronado Emperador), pero los Wallenstein como familia ya estaban en el Imperio en la destrucción de Solland en el 1707, por lo que siempre puedo recurrir a otros Wallenstein cuando la narrativa lo justifique. De momento, el que ha entrado en acción es Leopold, pero a medida que vaya teniendo oportunidad de jugar con el Imperio aparecerán otros Wallenstein por ahí, estoy seguro.
Pues esto es todo con respecto a mis personajes, que no ha sido poco. Me he centrado en los líderes de los ejércitos, luego cada personaje tiene siempre una cohorte de personajes asociados, a los cuales ya no he mencionado para no cargar demasiado el artículo (solo Chantal ya tiene siete novias) y porque de todos modos aparecerán en los relatos de las campañas enlazadas. Eso  ya lo dejo a los que quieran de verdad bucear en este microcosmos friki que hemos ido montando con los años.

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